Fue la semana pasada que Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó su informe financiero 2019, en el que reportó una pérdida neta de USD 18,367 millones durante 2019, que en comparación con la cifra de 2018 que fue de USD 9,575 millones de dólares, refiere un aumento del 92% de la pérdida.
Por otro lado, el rendimiento de los bonos de Pemex disminuyó un 5.4%, ya que su precio cayó un 1.4 por ciento, ello sin contar que estos vencerán en 2027. Todo lo anterior significa que actualmente presenta su peor comportamiento desde junio del año pasado, temporada en la que la corporación financiera Fitch Ratings le bajó la calificación, reduciendo con ello la nota soberana de México de BBB+ a BBB con perspectiva estable de lo que existe registro en el Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
Lo anterior debido al incremento de riesgo en las finanzas públicas derivado del menoscabo financiero de Pemex, así como de la debilidad de la economía ante las tensiones en materia de comercio exterior.
El deterioro de Pemex se equipara al costo de 260 aviones presidenciales, el cual tuvo un costo total de 218 millones de dólares en 2012 y cuya operación fue conducida por Banobras . Sin embargo el director corporativo de Finanzas de la empresa productiva del Estado, Alberto Velázquez, ha señalado que las cifras corresponden a un periodo de transición que ya se encontraba contemplado en la estrategia de largo plazo e, igualmente que bajo ese mismo esquema, se tiene planeado que para 2021 Pemex ya se encuentre en un balance financiero aceptable.
Con base en lo anterior, la paraestatal señaló tres razones a las que alude el más reciente estado financiero que considera como parte de sus planes y resultados previstos, entre las que se encuentran: el tipo de cambio, que implica volatilidad y un inconveniente que suma pérdidas significativas.
Especialistas en la materia consideran complejo que los mensajes y los resultados de la petrolera cambien a corto plazo. Sin embargo en septiembre de 2019 ésta anunció los resultados finales de su oferta de recompra para las siguientes series de sus bonos con vencimientos entre enero de 2020 y septiembre de 2023.
Pemex logró la recompra de un monto agregado de aproximadamente cinco mil millones de dólares de los bonos en circulación de dichas series y para ello utilizó los fondos de la contribución patrimonial previamente anunciada por el gobierno de México.
Hasta el momento Pemex ha incumplido con su meta de producción diaria de 1.847 millones de barriles diarios conforme a los criterios generales de política económica 2019 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En suma, los analistas ven complejo que la empresa pueda cumplir con promesas que la administración en turno le continuara sumando a su plan de negocios, primero porque cancelaron licitaciones con empresas privadas y con ello la exploración de aguas profundas, a excepción de la que aún opera BHP Group en el Golfo de México.
La falta de plataformas perforadoras en aguas profundas, así como los retrasos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en todos sus campos prioritarios a razón de ello, además de la falta de construcción de ductos para los bloques de terrenos ha provocado que Pemex sólo perfore el 58% de sus pozos.
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