La Secretaría de Salud, a través de la Dirección General de Epidemiología, confirmó cuatro casos de contagio por sarampión en la Ciudad de México.
La primera paciente es una menor de edad de ocho años, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón, se presume que tuvo contacto con 14 personas en el país, mismas que serían contactadas y examinadas.
Los exámenes fueron iniciados en el Instituto Mexicano del Seguro Social donde la menor de edad es derechohabiente. Sus resultados fueron ratificados más tarde por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epideológicos (InDRE), como lo indicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
El funcionario de salud también indicó que la sospecha de sarampión fue notificada inmediatamente a la jurisdicción sanitaria y comenzaron el barrido en 25 manzanas a la redonda de la residencia donde vive la menor, según los reportes de El Heraldo de México.
Un barrido es una campaña de vacunación masiva. El objetivo de la medida es desarrollar una barrera sanitaria y delimitar el área geográfica para controlar los posibles contagios dentro de un área específica.
El siguiente caso es un niño de 10 años de edad, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero. El menor pudo haber tenido contacto con personas del extranjero.
Los casos otros casos que continúan en vigilancia son dos hombres de 37 y 39 años de edad. Ambos fueron diagnosticados en la alcaldía Gustavo A. Madero. El único caso que los conecta a todos, es que ninguno se vacunó.
El periodo en que todos ellos contrajeron la enfermedad fue entre el 22 y el 26 de febrero, según los datos publicados por El Universal.
Por el momento, continúan buscando el origen de la enfermedad que llegó a la Ciudad de México, pues se sospecha que se trata de enfermedades importadas.
En el país, el último paciente diagnosticado con un sarampión local o autóctono, fue registrado en 1995, según los datos de Milenio.
El sarampión es una enfermedad viral que puede ser prevenida o controlada con vacunación. El grupo más susceptible, según los datos de la Secretaría de Salud, son los niños pequeños, así como las mujeres embarazadas que no tengan la vacuna.
Uno de los síntomas más característicos es la fiebre alta, misma que se presenta hasta los 10 días de estar en contacto con el sarampión.
La congestión nasal y ojos rojos con secreciones son también síntomas alarmantes, pues el sarampión se puede contagiar a través de la saliva o mucosidad.
Durante la siguiente fase ya se produce la exantema o erupciones rojizas en la piel que llegan a durar de 3 a 6 días y luego desaparecen. El sarampión, sin embargo, puede llegar a ser mortal si no se atiende a tiempo ni de manera adecuada.
Las principales herramientas para el combate del sarampión son la vacunación y la vigilancia epidemiológica a cargo de las instituciones de salud.
Si aún no tienes las vacunas y eres un adolescente o adulto, puedes acudir a las instituciones públicas para que te protejan con el esquema SR contra el sarampión y la rubeola.
En los recién nacidos tienen que aplicarse necesariamente a los 12 meses del alumbramiento y un refuerzo a los seis años de edad que incluye también la vacuna contra la parotiditis. Este esquema de vacunación es conocido como SRP.
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