Érika, de 25 años, llegó de Tamaulipas a la Ciudad de México para estudiar química en el Instituto Politécnico Nacional, pero fue abusada sexualmente y encontrada en el piso de la calle en la colonia Roma, la madrugada de este domingo.
Al lado de la joven se hallaban dos hombres en estado de ebriedad que señalaron que Érika se había aventado desde el tercer piso, sin embargo familiares de la estudiante acusan que fue lanzada para matarla.
Cerca de la 06:20 horas del domingo primero de marzo, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), recibieron el reporte de una persona lesionada en la esquina Viaducto Miguel Alemán y la calle Iguala. Cuando llegaron al punto señalado, encontraron a Érika tirada en la banqueta y dos hombres en estado de ebriedad parados junto a ella.
Al ser entrevistados por las autoridades, los sujetos declararon que Érika se había lanzado por la ventana de un departamento donde se llevaba a cabo una fiesta, por lo que llamaron al número de emergencia. Sin embargo, paramédicos que atendieron en el lugar a la joven, detectaron signos de violencia sexual en ella. Ante esto, los hombres fueron detenidos.
Ya en el Ministerio Público, estos se identificaron como Ángel Eduardo Tovar, de 40 años, y Julio Avilés, de 33, dueño del departamento del que se habría o habrían lanzado a la víctima.
Avilés aseguró que no conocía a Érika, originaria de Tamaulipas y también practicante en el Hospital Xoco de la Ciudad de México; ella llegó a la fiesta por invitación de otro hombre, a quien conoció en Tinder, dijo.
Por otra parte, de acuerdo con el reportero de nota roja Carlos Jiménez, los sujetos contradijeron su primera versión sobre los hechos. Al principio aseguraron que Erika se había lanzado por la ventana, después dijeron que no sabían cómo fue que cayó y fue hasta que bajaron a despedir a una visita, que la hallaron tirada en el piso.
Este caso es investigado por la Fiscalía General de Justicia (FGJ-CDMX), en el área de feminicidios por posible tentativa de feminicidio.
Este lunes, estudiantes de medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) protestaron en las inmediaciones de Palacio Nacional, en la capital mexicana, ante el alza de homicidios de estudiantes de medicina y médicos en activo.
Los alumnos y alumnas exigen justicia por las muertes de Mayte Viridiana Aguilar, una doctora asesinada en Tláhuac el 12 de febrero, además de los tres estudiantes de medicina y un conductor de Uber, en Puebla.
Algunos integrantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) también se unieron a la manifestación.
Profesor del IPN fue acusado en otro caso de aventar a mujer de edificio
El 15 de enero de 2016, la joven estudiante del IPN, María de Jesús Jaimes Zamudio salió con unos compañeros y un profesor de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura Unidad Ticomán, del Instituto Politécnico Nacional, donde estudiaba Ingeniería Petrolera.
Más tarde, la joven de 19 años comunicó que quería regresar al departamento que compartía con otras dos compañeras cerca de la escuela, pero las personas con quien iba se lo impidieron.
De acuerdo con la familia, el profesor y tres compañeros entraron hasta el departamento donde se hallaba Marichuy y comenzaron a agredirla. Ya en el lugar, ellos la habrían arrojado desde la ventana del departamento que se ubicaba en un quinto piso de un edificio en la colonia Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 04:00 de la mañana del 16 de enero. Marichuy no murió al momento, pero cuando su familia la encontró en un hospital de la zona, tenía la ropa rasgada y por peritajes, supieron que en sus uñas tenía restos de la piel de los agresores. Luego de una semana, el 24 de enero de 2016 la joven murió debido a las múltiples lesiones ocasionadas por la caída.
En 2019 y tras pasar más de tres años exigiendo justicia, la familia de María de Jesús, consiguió que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), reclasificara la muerte como feminicidio, y ahora solo esperan que emitan las órdenes de aprehensión contra las personas involucradas.
De acuerdo con Yesenia Zamudio, mamá de Marichuy, como le decía su familia a la joven de 19 años, el proceso ha sido lento porque desde que ocurrieron los hechos, no estaba bien integrada la carpeta de investigación, por lo que la familia se opuso a continuar el caso debido al temor no tener justicia.
Ahora que ya se clasificó como feminicidio, la familia está a la espera de que las autoridades de la capital realicen unos peritajes que hacían falta para que la investigación pase a un juez de control, y éste pueda emitir las órdenes de detención contra cinco personas posiblemente involucradas.
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