El artista Rodrigo De la Sierra, conocido por crear la escultura de Timoteo, un personaje de gran cabeza oval y vestido de traje, denunció la falsificación de sus obras, que se venden como piezas apócrifas a precios bajos en sitios como Mercado Libre.
La documentación de los puntos de venta de las obras la ha llevado el mismo De la Sierra, pues ha sido uno de los principales afectados, además de otros autores entre los que se encuentran Jorge Marín, Sebastián, Leonora Carrington y Manuel Felguerez.
El escultor ha denunciado ante la Fiscalía General de la República (FGR) la facilidad con las que las réplicas falsas se ponen a la venta a precios irrisorios que oscilan entre los 5 mil y los 20 mil pesos y que, tras elegir la pieza y hacer el pago correspondiente, sólo se deben esperar un par de días para que llegue por mensajería.
Es también la Línea Ciudadana otro de los grandes apoyos en los que los autores han puesto su confianza, pues a través del número de contacto 55 33 55 33 que está a disposición del público las 24 horas, permite denunciar los lugares en los que se comercializan de manera ilegal, además de pedir ayuda en materia de valuación de obras para saber si estas son originales o falsas.
La firma falsificada debajo de una burda copia reposa sobre las piezas de las que los defraudadores, quienes señalan que no cuentan con documentación. El diario El Universal se dio a la tarea de documentar el proceso de compra en el que señalaron, tras la revisión de las copias por parte del mismo De la Sierra que ni siquiera forman parte de su discurso artístico, pues existen “Timos” en posturas que él jamás ha creado y por las que De la Sierra ha hecho las denuncias correspondientes de manera previa.
El problema ha persistido desde hace años, no es algo nuevo ni que esté resultando fácil combatir, conforme a lo que explica el propio escultor, pues fue entre 2013 y 2014 que el problema comenzó, justo cuando su obra comenzó a exponerse al público de manera abierta, participando en espacios como la Cámara de Diputados, la Alameda Central e incluso, llegando a formar parte de los gráficos de los boletos de la Lotería Nacional. Timo se hizo famoso y con él, vinieron las ventas de obras bajo el supuesto sello de De la Sierra.
La Encuesta para la Medición de la Piratería es un documento que presenta información cuantitativa para la construcción de indicadores del fenómeno en México, a fin de orientar las estrategias anti-piratería de la Coalición de Acceso Legal a la Cultura (CALC) y sus socios. Ésta es elaborada también por el Instituto Tecnológico de México (ITAM).
Tan sólo al cierre de 2017 dicha encuesta contabilizó 41.9 millones de mexicanos consumieron algún tipo de piratería. De esa proporción, se estima que 1.4 millones de connacionales obtuvieron pinturas apócrifas en 2016, en tanto que en ese mismo periodo un millón de ciudadanos adquirieron esculturas bajo las mismas características.
Incluso en 2016 se organizó un foro para aplacar la gran cantidad de plagios anuales de obras en México, pues en aquel entonces se contaba con mil quinientas denuncias de plagio y falsificación de todo tipo de obras, datos que registró la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
Fue el escultor Jorge Marín quien en aquella época emprendió acciones al respecto y junto con la Escuela Libre de Derecho y Morton Subastas organizó en abril de 2016 un foro de Derechos de Autor en la creación artística en el que participaron la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra Derechos de Autor y de la Propiedad Industrial de la PGR, así como personal directivo del departamento de Arte Moderno y Contemporáneo de Morton Subastas, y directivos del Instituto Nacional del Derecho de Autor.
Con base en la investigación hecha por El Universal, las obras falsas que se venden de Timo, incluso se encuentran a meses sin intereses, las venden en serie, a bajos costos.
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