El Viaje de Chihiro es tendencia en Twitter y no es casualidad. Y es que la cinta que ganó el Oscar a Mejor Película de Animación en 2002 llegó a Netflix México este 1 de marzo junto a otros seis estrenos del famoso estudio japones.
“Ok, casi 20 años después de que se estrenó es que vengo a ver ‘El Viaje de Chihiro’. No sé cómo no lo había visto. ¡Es maravillosa!”, comentó @SoloOtroCarlos.
“Aunque la historia de ‘El Viaje de Chihiro’ es fantasiosa y muy rara, la película es, sin duda alguna, una joya visual y musical”, añadió @Geekvangelist.
“La vería una y otra, y otra, y otra vez”, dijo @ibbernoulli.
“El viaje de Chihiro. Una obra maestra de animación cargada de simbolismos y críticas sobre la sociedad actual. Impacta desde la primera escena hasta la última. Pocas son las cintas que me han dejado tantas horas pensando. Divagando. Una de las maravillas de Stugio Ghibli”, tuiteó @ReflexionandoS.
“El viaje de Chihiro es esa película que nunca me canso de ver y siempre me hace llorar la escena donde Chihiro recuerda el verdadero nombre de Haku y se lo dice, y él vuelve a su forma ‘humana’ y van cayendo del cielo de la manera más cursi posible agarrados de sus manitas”, escribió el usuario @gcfxvante_.
La fascinación de los usuarios en redes sociales no sorprende. En 2016, más de 177 críticos de cine reunidos por la BBC la eligieron cómo la cuarta película mejor valorada del siglo XXI. Fue el único largometraje de animación que logró un lugar en los 25 primeros puestos del ránking.
Y es que aunque algunos sólo ven en El Viaje de Chihiro una historia que se adentra en los mundos de fantasía sin sentido de una niña de 10 años, en realidad la producción de Hayao Miyazaki es mucho más que una joya “visual y “auditiva”. También lo es narrativa.
En realidad, Chihiro es un símbolo, como tantos otros que enriquecen el filme. Ella representa para el director esa nueva generación de niñas que nacen en un país que ya nadie reconoce: un Japón azotado por el sistema capitalista occidental que pierde su cultura y el orgullo de sus tradiciones.
Al cruzar el túnel, Chihiro entra en ese nuevo territorio desconocido. Allí, sus padres se atiborran a comida y se convierten en cerdos. Una metáfora que para Mizayaki ilustra fielmente esa nueva población que desde la llegada a Japón del libre comercio en la década de los 80, es avariciosa y consumista.
En ese reino capitalista que construye el cineasta, Yubaba es la jefa. Ella en seguida le cambia el nombre a Chihiro, que pasa a llamarse “Zen”, es decir “Mil”. Al rebautizarla e identificarla con un número, en realidad Yubaba le asigna un precio a la niña. Una crítica que denuncia que hoy en día, todo el mundo tiene un precio; es una cantidad.
Así, escena tras escena, El Viaje de Chihiro esconde numerosos simbolismos que merece la pena descubrir. Se trata de una película que más allá de su belleza, expone un problema cultural: la pérdida de identidad japonesa. Y esa frustración que siente la pequeña, quien busca que todo vuelva a la normalidad y recuperar la vida que perdió, refleja la melancolía de un país que quiere salvar su cultura y tradición.
La capacidad para fusionar personajes inocentes con mundos mágicos que ocultan entre líneas críticas sociales, no es exclusiva de El Viaje de Chihiro. De hecho, es habitual en Studio Ghibli construir películas de fantasía basadas en problemáticas sociales. Y ahora, muchos de estos filmes estarán en Netflix, donde en marzo lanzaron otras seis producciones del estudio nipón.
Mi Vecino Totoro; Porco Rosso; Puedo Escuchar el Mar; Insect Cage; Dragon Quest: Tu historia y Cuentos de Terramar, son los estrenos que llegaron a la plataforma este mes. Se unieron así a las películas que aterrizaron en febrero en el catálogo: El Castillo en el Cielo, La Princesa Monoke, El Cuento de la princesa Kaguya, Arrietty y el mundo de los diminutos, Nausicaa del valle del viento; Mis vecinos los Yamada y El Regreso del Gato.
Además, la lista no termina ahí, y a partir del 1 de abril llegarán nuevos títulos de Studio Ghibli a Netflix, como El Castillo Ambulante; Ponyo en el acantilado; La colina de las amapolas; El viento se levanta; y El recuerdo de Marnie.
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