El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó este miércoles a Alfonso Ramírez Cuéllar como el presidente interino de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, y por lo tanto desconoció los reclamos de Yeidckol Polevnsky, ahora ex dirigente de la organización.
“Se declaran válidas la convocatoria y la sesión extraordinaria del Congreso Nacional de Morena. La dirigencia interina del partido tiene cuatro meses para definir el proceso interno de elección de su nueva presidencia nacional”, informó el Tribunal Electoral.
En la sesión de la Sala Superior, los magistrados votaron 6-1 en favor del proyecto que avaló las elecciones de finales de enero en Morena, organización que también cuenta con la mayoría en el Congreso federal. El solitario voto en contra fue de Reyes Rodríguez Mondragón.
Ramírez Cuéllar festejó la decisión y señaló que su compromiso es “consolidar a nuestro partido como el gran motor de la transformación de México". Polevnsky, en cambio, aseguró que el fallo era “una aberración y una atrocidad”. Sin embargo, aceptó que era inapelable.
Obviamente no estamos de acuerdo pero lo asumimos, yo me quedo como secretaria general (del partido), ahí nos vamos a ver y a reunirnos
Además, dijo que convocará a “unos foros” para que el documento del Tribunal Electoral se revise detalladamente.
Por su parte, Alejandro Rojas Díaz Durán, uno de los candidatos a la presidencia de Morena, despidió a Polevnsky con un “jaque mate”. “Adiós, Yeidckol. Bienvenido Alfonso Ramírez Cuevas”, expresó.
Y es que el pasado domingo 26 de enero, el VI Congreso Nacional Extraordinario del partido acordó establecer una presidencia transitoria de cuatro meses para el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que a su vez llame a un proceso interno para renovar la dirigencia, por lo que Polevnsky fue relevada como dirigente del partido.
El Congreso presentó la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por primera ocasión faltó a congreso de este tipo. Tras la sesión, se acordó elegir a Ramírez Cuéllar, quien pidió licencia como diputado, para ser el nuevo presidente interino del partido, en sustitución de Yeidckol.
A pesar del alto porcentaje de personas ausentes, el Congreso declaró que sí se había logrado el quórum requerido, por lo que los congresistas avalaron entrar en discusión y presentar las candidaturas y elección de un nuevo presidente transitorio, así como nuevos titulares para las carteras de Organización, Comunicación, Diversidad, Formación, Producción, Proyecto de nación, Mexicanos en el exterior, Indígenas y Campesinos.
Tras el Congreso Extraordinario, Polevnsky hizo hincapié en que ella seguía siendo la dirigente nacional y desconoció la legalidad de la reunión: “El Comité Ejecutivo Nacional es el único órgano de dirección de Morena que puede establecer los lineamientos para el cambio de dirigencia de nuestro partido”, expresó en su momento.
Al existir dos dirigentes que se asumían como tales, el caso llegó al máximo tribunal electoral del país, que decidió la validez de la convocatoria y de la sesión del Congreso Extraordinario. Sin embargo, durante su intervención en la sesión, el magistrado José Luis Vargas Valdez destacó el carácter de interino de la presidencia de Ramírez Cuéllar.
Debe quedar claro y subrayarse que es una presidencia interina, aún cuando no exista la figura como tal, son los propios militantes que establecieron este periodo exclusivamente para reordenar los órganos de dicho partido
Esto, para que Morena pueda llegar con sus cuestiones internas de manera prolija antes de que, en los próximos meses, comience el siguiente proceso electoral en el país: el de las elecciones intermedias de 2021.
“Es una situación extraordinaria que nos obliga a intervenir por una razón, que es de conocimiento público: se trata del partido hoy en día con la mayor fuerza política a nivel nacional y local. Es una oganización que, según mis cálculos, controla el 60% o 70% del poder político nacional”, añadió.
Rodríguez Mondragón, por su parte, el único que disintió en la decisión del TEPJF, señaló que la mejor forma de solucionar un tema tan delicado era dictando una sentencia que revocara el Congreso Extraodinario de finales de enero y que Morena convocase de inmediato a un Congreso Nacional Ordinario.
“Es mejor optar por no intervenir y favorecer una solución pronta y práctica en los liderazgos de Morena, inclusive antes de los cuatro meses (marcados)”, explicó.
El magistrado Indalfer Infante, encargado de presentar el asunto ante el Pleno, respondió que se había hecho una interpretación “funcional, democrática y no invasiva” de la autodeterminación del partido político. “Finalmente lo que estamos haciendo es interpretar su propia normatividad y nuestra decisión coincide con el órgano de justicia interno”, añadió.
Y es que la discusión en el Tribunal Electoral era determinar si el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido era el único con facultades para convocar a un Congreso Extraordinario o si también correspondía a una mayoría del mismo y a una tercera parte de los consejos estatales.
El proyecto de Infante Gonzales concluyó que era ilógico que sólo el CEN pudiera convocar a un Congreso Extraordinario, ya que en ese caso se tendría que pedir permiso a sí mismo y eso provocaría que, en caso de que presentar una convocatoria de este tipo no le fuera beneficioso, no se podría convocar por nadie más al interior de Morena, algo que contradice sus propios estatutos.
Ahora, el partido de López Obrador tendrá hasta finales de mayo para depurar su padrón, determinar quiénes son los militantes que pueden participar en el Congreso Nacional que tiene que convocarse para la renovación de sus liderazgos.
Vale recordar que el Tribunal Electoral ya había validado también, en octubre de 2019, que Morena puede hacer uso de encuestas como método para elegir al presidente nacional de la organización.
“Inclusive, (Morena) puede optar por hacer las adecuaciones a su normativa interna, o bien, tomar las determinaciones que permitan establecer reglas claras respecto de ese proceso de renovación en los términos precisados”, expresó la magistrada Janine Otálora durante la sesión.
Es precisamente este método el que propone Díaz Durán. “Que los lopezobradoristas decidan por encuestas a la próxima dirigencia nacional de Morena, en los próximos 90 días. Tres encuestas y tres debates", señaló.
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