Royal Dutch Shell Plc está avanzando con su plan de perforación masiva en aguas profundas de México, aunque no prevé que la producción comience con el Gobierno actual.
La gran petrolera mundial planea perforar cuatro pozos este año, y una cifra similar en 2021, dijo Alberto de La Fuente, responsable de México para Shell. El plan forma parte de una campaña de perforación que incluirá de 10 a 13 pozos y costará entre USD 800 millones y USD 2,400 millones.
Shell tiene una posición importante en las aguas profundas de México en un momento en que es difícil encontrar acceso. El nuevo Gobierno de México, con Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO, ha prometido dar marcha atrás a las políticas neoliberales de su predecesor y ha cancelado nuevas subastas y oportunidades de asociaciones con la estatal Petróleos Mexicanos.
De La Fuente, quien también preside la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), dijo en una entrevista con Bloomberg que, de tener éxito, era improbable que el primer petróleo ocurriese antes del final del mandato de AMLO debido a la complejidad de los campos de aguas profundas, los cuales pueden tardar entre cinco y diez años en comenzar a producir.
López Obrador, que asumió la presidencia del país en diciembre de 2018, dijo que las compañías petroleras deben demostrar una producción comercial significativa antes de que él considere la posibilidad de volver a abrir subastas competitivas. Sin embargo, las perforadoras dicen que eso es un logro difícil, particularmente en aguas profundas, donde es probable que los plazos de las operaciones se prolonguen más allá del mandato de seis años del Gobierno.
Subastas de aguas profundas
Shell ganó los derechos de nueve áreas en subastas muy aclamadas después de que México abriese la industria energética a la inversión privada en 2014, tras casi ocho décadas en las que Pemex mantuvo un monopolio. La oportunidad de desarrollar el territorio en gran parte inexplorado, que se cree que es similar a los lucrativos campos en el lado estadounidense del Golfo de México, atrajo a grandes petroleras mundiales entre ellas Exxon Mobil Corp, BP Plc y Total SA.
Chevron Corp. compró una participación del 40% en tres de los bloques de aguas profundas de Shell en octubre.
De la Fuente dijo que Shell tenía casi 20,000 kilómetros cuadrados de superficie en los nueve bloques de aguas profundas en México, lo que representa una de las posiciones de exploración en aguas profundas más grandes de Shell en todo el mundo.
Este mes, Shell ha recibido la aprobación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, o CNH, para perforar su segundo pozo exploratorio en aguas ultra profundas, Max-1. Ha arrendado la plataforma La Muralla IV, propiedad de la empresa mexicana Grupo R SA.
De la Fuente manifestó que el contrato les permitirá perforar tres pozos de aguas profundas con Grupo R, y la cifra podría elevarse hasta ocho, dependiendo de cómo evolucione y lo que encuentren.
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