Las autoridades federales investigan al exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y a su casero, por su probable participación en la trama de corrupción de Odebrecht, según consta en documentos consultados por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
En el esquema que elaboró la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) sobre los fondos transferidos por Odebrecht, se detectaron pagos al Grupo Constructor Tulancingo, propiedad de Carlos Aniano Sosa Velasco, dueño de dos residencias que habitó Osorio Chong en Bosques de las Lomas y en Lomas de Chapultepec.
Los pagos de Odebrecht a la empresa hidalguense fueron por supuestos servicios como subcontratista en la modernización de la refinería de Tula, obra que fue asignada por Pemex en 2013 mediante sobornos, según han confesado ex directivos de la constructora brasileña.
El esquema de la UIF incluye una conexión del Grupo Constructor Tulancingo con contratos públicos asignados en el anterior sexenio por organismos federales cuyos titulares eran estrechos colaboradores de Osorio Chong desde hace 15 años.
Entre las dependencias que otorgaron contratos a la constructora del casero de Osorio Chong estuvieron la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas -CNDI, organismo que dependía de Gobernación- y el centro Hidalgo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Ambas dependencias las encabezaban dos colaboradores de Osorio desde los días en que fue Gobernador de Hidalgo, entre 2005 y 2011: al frente de la CNDI estaba Nuvia Mayorga, quien fue su Secretaria de Finanzas en la gubernatura, mientras que el director del centro de la SCT en Pachuca era Alberto Salomón Bulos, su ex Subsecretario de Obras.
Nuvia Mayorga, además, había sido invitada por Osorio para colaborar, desde el PRI nacional, en la campaña presidencial de 2012; él era Secretario de Operación Política y ella se integró como titular de la Comisión de Presupuesto y Fiscalización.
Actualmente Osorio y Nuvia Mayorga son senadores por el PRI y gozarán de fuero constitucional hasta el año 2024.
Esta no es la primera vez que se involucra a Nuvia en el caso Odebrecht. En agosto de 2017 el columnista Salvador García Soto afirmó que el propio Emilio Lozoya llegó a comentar a personas cercanas que él no había recibido el dinero de Odebrecht y que esos recursos llegaron a través de “una operadora financiera de un gobernador” y mencionaba en concreto el nombre de Nuvia Mayorga, ex secretaria de Finanzas de Hidalgo.
El 31 de enero de 2018, el periódico Reforma publicó que Nuvia estaba en la mira de la Fiscalía Especializada de Delitos Electorales, la que incluso solicitó informes a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores sobre sus cuentas, ante las sospechas de que pudiera haber recibido fondos de Odebrecht en la campaña de 2012.
En ambos casos, Nuvia Mayorga negó las acusaciones y ofreció renunciar al secreto bancario para que los manejos de sus cuentas sean conocidos.
Crece constructor de la mano de Osorio
Cuando Osorio Chong dejó la gubernatura de Hidalgo, en marzo de 2011, se mudó a la Ciudad de México para participar en la campaña presidencial de Peña Nieto. Primero ocupó una casa en Bosques de las Lomas y luego se mudó a una vivienda en Paseo de las Palmas, en Lomas de Chapultepec; ambos inmuebles estaban escriturados a nombre de las constructoras de Aniano Sosa, según reveló la revista Proceso en su edición del 11 de abril de 2015.
En respuesta al reportaje de Proceso, Osorio Chong reconoció que habitó las dos residencias, pero que fue mediante un contrato de arrendamiento, el cual nunca mostró ni dijo cuánto le pagaba mensualmente al constructor de Hidalgo.
Grupo Constructor Tulancingo y su filial Construcciones Sky -ambas propiedad de su casero- tuvieron su despegue como contratistas cuando Osorio Chong fue gobernador de Hidalgo entre 2005 y 2011, periodo en el que sumaron asignaciones por 1,700 millones de pesos en aquella entidad.
La buena fortuna de las constructoras continuó en el pasado sexenio, cuando obtuvieron contratos en el gobierno federal por 785 millones de pesos.
Uno de los mayores contratos, por 132 millones de pesos, lo asignó el centro Hidalgo de la SCT en enero de 2013, en los primeros días del gobierno de Peña, a favor del Grupo Constructor Tulancingo, para modernizar la carretera Pachuca-Huejutla.
El contrato lo firmó Alberto Salomón Bulos, director del centro SCT, quien había sido Subsecretario de Obras durante la gubernatura de Osorio Chong.
En abril de 2014, la misma constructora recibió la asignación de un contrato por 14 millones de pesos de la CNDI -encabezada por Mayorga, también ex funcionaria de Osorio- para ampliar un camino en Hidalgo.
Esa misma dependencia integró a la constructora en procedimientos de invitación restringida en Oaxaca y le otorgó más contratos en Hidalgo.
Le ceden obra de sobornos
El 24 de noviembre de 2017, MCCI reveló que el contrato para la modernización de la refinería de Tula, que Pemex había asignado a Odebrecht mediante el supuesto pago de sobornos, terminó parcialmente en manos del casero de Osorio Chong.
El contrato original asignado a Odebrecht en Tula fue de 1,666 millones de pesos (IVA incluido), pero se elevó a 2,686 millones de pesos, debido a que se subcontrató prácticamente toda la obra, de acuerdo con el expediente al que MCCI tuvo acceso.
Grupo Constructor Tulancingo y Construcciones Sky Universal, propiedad del empresario hidalguense Carlos Aniano Sosa Velasco, aparecen como subcontratistas de Odebrecht en el contrato PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-414.
Para ejecutar la obra en la refinería de Tula, las dos constructoras del casero de Osorio Chong se aliaron con Construcciones Industriales Tapia (CITAPIA), que ha sido señalada por un delator de Odebrecht de haber sido recomendada por Emilio Lozoya, actualmente preso en España.
“En 2011, había sido Lozoya quien recomendó a Odebrecht que se asociara a una empresa local, la contratista Construcciones Industriales Tapia, para participar en la futura licitación de la construcción de una nueva refinería en Tula”, publicó el 13 de agosto de 2017 el diario brasileño O’Globo, al revelar la delación jurada que había presentado ante la Procuraduría de Brasil el ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll.
“El dueño de CITAPIA, Juan Carlos Tapia, era de la ciudad de Tula y transitaba entre todo el espectro político y en las tres esferas de gobierno, siendo capaz de, asociado a la experiencia de Odebrecht, conquistar la millonaria obra que se avecinaba”, abundó O’Globo al parafrasear la delación de Weyll.
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