El periodista Raymundo Riva Palacio expresó en su última columna que el actual panorama de la administración de López Obrador está marcado por “expectativas de crecimiento prácticamente nulas, inversiones limitadas, estancamiento en la obra pública, sector de la construcción totalmente paralizado, economía deshidratada y desabasto de medicinas”.
De acuerdo con su perspectiva, conforme ha avanzado el gobierno de AMLO se ha demostrado que “no ha habido curva de aprendizaje”, pero sí un aumento en su molestia ante las críticas que se han hecho a su gestión.
“Estas críticas no generan debate público, pero enconchan al Presidente. La discrepancia lo aleja de la solución de los problemas y lo aísla de los problemas que están surgiendo en el país”, opinó Riva Palacio.
Asimismo, aseguró que la disociación entre la realidad del Presidente y las realidades objetivas que se viven en el país impiden “diagnósticos certeros” para aplicar soluciones adecuadas.
El comunicador incluso fue más allá al exponer cuatro argumentos con los que pretende probar que López Obrador se está convirtiendo en “un riesgo de seguridad nacional para México y Estados Unidos”.
1. La pauperización del campo es caldo de cultivo para los movimientos armados. Si además se le añade la incapacidad del gobierno para intermediar, y la falta de recursos para brindar soluciones de corto y mediano plazos mientras se aplican las de largo plazo, los focos de insurrección se van a ir ampliando en el sur del país. Ya hay bolsas de control guerrillero fortaleciéndose en zonas de Guerrero.
2. Los cárteles de la droga le tomaron la medida al gobierno, y el Presidente es condescendiente con los grandes capos de la droga, aunque el narcotráfico sea un negocio que no corre por las líneas de la moralidad. Entre más territorio le pueden arrancar a las instituciones, debilitadas por la actitud de López Obrador, mejor. Las FARC en Colombia, que llegaron a controlar 40 por ciento del territorio nacional, es el espejo del camino por el cual, en las condiciones actuales de la política presidencial, se avanza rápidamente.
3. La política del gobierno refuerza la degradación socioeconómica en México. Las transferencias directas de dinero no resuelven el problema del bienestar que plantea el Presidente, sino lo acentúa. En busca de lealtades clientelares, la transferencia directa de dinero alcanzará hasta que se quede sin dinero. Intentará el gobierno ampliar la recaudación entre los grandes contribuyentes, pero nada logrará si continúa tirando dinero en proyectos no productivos, o en programas por los que no se pagan impuestos. Sin incentivos para el sector privado, como hasta ahora, mover sus capitales fuera de México será la alternativa, continuando con la fuga de capitales que se vive desde 2018.
4. La pauperización nacional llevará a transferencias negativas de dinero y quitará posibilidades de desarrollo a las comunidades pobres. Esto podría conducir a que la migración mexicana retome fuerza. Si los programas sociales no funcionan como esperaban, no hay posibilidades de empleo ni obra pública ni inversión para infraestructura, y esas comunidades quedarán a merced de las remesas, si el presidente Donald Trump no las grava, como amenaza. La frontera norte volverá a ser una puerta de salida, pero en año electoral en Estados Unidos, abrirla allá está fuera de discusión.
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