Entre la DEA y el narco: funcionarios mexicanos colaboraban con la agencia mientras trabajaban para criminales

Algunos de ellos como Iván Reyes Arzate, “La Reina” y Genaro García Luna se encuentran presos en Estados Unidos, acusados de vínculos con el crimen organizado

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Iván Reyes Arzate, “La Reina”, ex comandante de la Policía Federal y Genaro Gracía Luna, ex secretario de Seguridad Pública (Foto: Especial)
Iván Reyes Arzate, “La Reina”, ex comandante de la Policía Federal y Genaro Gracía Luna, ex secretario de Seguridad Pública (Foto: Especial)

No han sido pocos los ex funcionarios y policías mexicanos que han trabajado con la Agencia de Administración para el Control de Drogas​ (DEA, por sus siglas en inglés) y que a la vez, se involucran con el narcotráfico.

De acuerdo con el diario MIlenio, desde hace varios años, la agencia antidrogas estadounidense sabía de las traiciones de funcionarios mexicanos como la del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna y de Iván Reyes Arzate, “La Reina”, ex comandante de la Policía Federal; sin embargo, no evitó la muerte de algunos de los infiltrados en los cárteles.

Es el caso de Édgar Enrique Bayardo del Villar, comandante de la Policía Federal, quien colaboró con Jesús “El Rey” Zambada y a la par era informante de la DEA.

Édgar Enrique era familiar del líder de la banda de secuestradores “Los Bayardo”, dirigida por Mario Alberto Bayardo Hernández, prófugo de la justicia.

Édgar Enrique Bayardo del Villar (Foto: especial)
Édgar Enrique Bayardo del Villar (Foto: especial)

Tras confesar que había colaborado con “El Rey” Zambada, Édgar Enrique Bayardo se acogió al programa de testigos colaboradores de la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy FGR) y se le dio el nombre clave “Tigre”.

Bayardo delató a sus compañeros que protegían al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, cuando rompieron con Joaquín “El Chapo Guzmán”, a quien acusaron de traición por, presuntamente, haber entregado al Ejército a su hermano menor, Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, lo que desató una guerra.

El comandante fue ejecutado por dos sicarios el primero de diciembre de 2009, en un Starbucks de la colonia del Valle, ubicado en el entonces Distrito Federal, cuando estaba almorzando con uno de sus amigos.

Otro caso es el de Amado Nava, ex agente de la Interpol México que capturó al genocida argentino Ricardo Miguel Cavallo y quien de acuerdo con la PGR, documentó que trabajaba para Jesús“El Rey” Zambada.

Jesús "El Rey" Zambada García. (Foto: Alberto Vera / AFP)
Jesús "El Rey" Zambada García. (Foto: Alberto Vera / AFP)

Milenio señala que en 2002 se descubrió una red de contrainteligencia que operaba en la Secretaría de la Defensa Nacional, en la Procuraduría General de la República y en la entonces Secretaría de Seguridad Pública.

La red estaba conformada por servidores y ex servidores públicos que entregaban información de investigaciones a los operadores de diferentes cárteles.

Francisco Tornez Castro o Víctor Manuel Llamas Escobar, “El Capitán Tornez”, ex agente de la Dirección Federal de Seguridad, se encargaba del pago y reclutamiento de informantes y era enlace directo de Arturo Hernández González, “El Chaky”, quien a su vez era el encargado de la seguridad de Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, quien fue líder del Cártel de Juárez.

El medio señala que también fue detenido Salvador Octavio Ortega Barrera, de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Salud de la PGR, quien recababa la información aérea y operativa de lo que realizaba la autoridad federal y brindaba información sustantiva a través de enlaces de seguridad al líder del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.

Iván Castro o Pedro Bárcenas, “El Comandante Pedro”, era el enlace entre la organización criminal con servidores públicos de la Secretaría de Seguridad Pública, de la PGR y de la Secretaría de la Defensa Nacional, de los que obtenía información sensible.

En 2005, la PGR detuvo a Nahúm Acosta Lugo, ex director de área de la Coordinación de Giras del presidente Vicente Fox, a quien se vinculó con el cártel de Los Beltrán Leyva. Acosta Lugo fue acusado de filtrar a la delincuencia organizada, la agenda presidencial.

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