El gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que, por decreto presidencial, a partir de este jueves 20 de febrero de 2020, quedará prohibida la importación de cigarros electrónicos al país, argumentando que uno de los componentes del artefacto son más dañinos que el humo de un cigarro tradicional.
“México, preocupado por la salud de los mexicanos, implementa acciones tendientes a eliminar el riesgo a la salud provocado por los denominados cigarrillos electrónicos”, informó este miércoles la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, perteneciente a la Secretaría de Salud (SSA).
Indicaron que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto presidencial mediante el cual quedará prohibida la importación de los dispositivos conocidos como cigarros electróncios, “atendiendo a los compromisos internacionales y al derecho fundamental a la protección de la salud de toda persona”, particularmente en jóvenes, antes de que sea irreversible, precisaron.
A pesar de que el comercio de cigarros electrónicos se encuentra prohibido en México desde mayo de 2008, cuando se expidió la Ley General para el Control del Tabaco. “Sin embargo, se requería de una armonización en el marco normativo a fin de evitar que se llevaran a cabo prácticas de comercio ilegales de dichos productos”, señalaron.
Esto se concretó esta semana con la publicación del decreto presidencial que, en ejercicio de las facultades que le concede el artículo 131 constitucional al presidente López Obrador, finalmente homologa la Ley General de los Impuestos de Importación y de Exportación con la mencionada Ley General para el Control del Tabaco.
El decreto referido señala las medidas adoptadas por la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, y la Secretaría de Economía, para proporcionar certeza jurídica al marco normativo que establece la prohibición de la importación de estos dispositivos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) los cigarrillos electrónicos o dispositivos vaporizadores pueden contener niveles de sustancias tóxicas y compuestos carcinógenos, en ocasiones superiores a los de los cigarrillos tradicionales.
Asimismo, la OMS ha destacado que los dispositivos referidos constituyen un riesgo para las personas del entorno expuestas al aerosol exhalado por los usuarios de estos dispositivos, ya que las soluciones y mezclas utilizadas suelen estar disueltas en propilenglicol o glicerina, elementos dañinos para el corazón y los pulmones.
El organismo internacional concluye que estos dispositivos electrónicos son indudablemente dañinos y representan una amenaza actual y real para la población en general.
En México, casi un millón (938,000) de adolescentes probaron alguna vez el cigarro electrónico, de los cuales 160,000 lo utilizan de manera habitual, hecho que alertó al Gobierno de México, ya que representa la puerta de entrada de adicción a la nicotina.
Ya en septiembre de 2019, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios comenzó a realizar los operativos a nivel nacional para decomisar los diversos tipos de cigarros electrónicos de vaping o vapeo debido a las múltiples alertas a nivel mundial y nacional sobre los riesgos a la salud de este tipo de dispositivos.
Su popularidad ha crecido en los últimos años ante la alternativa a los cigarros convencionales, sin embargo las autoridades de salud a nivel mundial han alertado los diversos daños que ocasionan a los pulmones de los usuarios.
La Cofepris ya aseguró 430 productos como cigarros electrónicos, líquidos para vaporizar y diversas piezas como boquillas, baterías, filtros, atomizadores y resistencias durante un operativo en la capital del estado de Colima, por ejemplo, en el cierre del año pasado.
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