Actualmente, el 41 % de los habitantes de la Ciudad de México se concentra en las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Álvaro Obregón, por lo que diputados del Congreso analizan la posibilidad de dividir cada una en tres demarcaciones, a fin de satisfacer de mejor manera las principales demandas sociales de la población.
En el artículo 52 de la Constitución Política de la CDMX, se consideran elementos para la denominación y límites territoriales. De igual modo, en la Ley Orgánica de Alcaldías, artículo 8, se señala el objetivo de dividir los límites territoriales.
La última ocasión en que se modificaron las delegaciones políticas fue en el año 1970, cuando se agregaron cuatro a las 12 que existían en ese momento.
Tras este contexto legal, durante septiembre y octubre del año pasado, el Poder Legislativo local, a través de la Comisión de Límites Territoriales y Alcaldías, realizó una serie de mesas de trabajo. De ellas se desprendió la iniciativa para realizar el estudio a cargo del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de México (PUEC).
Tal como lo propone el programa de la UNAM, se lograría que ninguna Alcaldía tuviera más de 724 mil habitantes, esto como resultado de subdividir Iztapalapa y Gustavo A. Madero (cada una) en tres demarcaciones, y Álvaro Obregón en dos, como propone el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM (PUEC).
Asimismo, en la configuración geográfica se plantea conservar las colonias actuales y administrar el territorio de forma que se procura que las áreas a conformar sean equilibradas en cuanto a infraestructura, equipamiento urbano y accesibilidad vial.
El margen de población definido para cada una de las zonas a delimitar será de 390,191 habitantes como mínimo y 724,641 como máximo.
El límite máximo de población para las zonas a delimitar sería el que resulte de dividir la población total de la ciudad entre las 16 separaciones, por ello se tendría un total de 21 alcaldías. Para llegar a esta conclusión, el Programa Universitario analizó distintas variables, como la centralidad económica o el equipamiento en salud de cada uno de los territorios susceptibles de dividir.
Por ejemplo, en Álvaro Obregón hay sólo seis unidades médicas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y sólo tres son de primer contacto para atender a 70 mil derechohabientes, y su localización no empata territorialmente con las mayores concentraciones de derechohabientes.
En los próximos días, el Congreso enviará el documento a la Jefatura de Gobierno y a los alcaldes para que emitan una opinión al respecto; de igual manera, estará a disposición de la ciudadanía, a través de una consulta pública.
En entrevista con La Razón, la diputada morenista Yuriri Ayala, presidenta de la Comisión de Límites Territoriales y Alcaldías, explica que para esta reestructura hay que tomar en cuenta la opinión de las poblaciones que residen en esas zonas, ya que, por ejemplo, una de las dificultades a las que se enfrentarán es a desacuerdos con Iztapalapa, ya que el nombre de su territorio les da identidad.
“Todavía es un proceso largo para el análisis de alcaldías; éste es un paso importante, porque es una investigación con expertos de diferentes instituciones que nos permite tener argumentos más claros de que, en caso de que se decida que es viable, ya está el estudio técnico”, afirmó.
Además, en cuanto al tema presupuestal para la reorganización de los territorios, la diputada asegura que aunque el estudio señala que no tendrán grandes alteraciones, sí implican gastos adicionales por los que serían los nuevos concejales.
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