La madrugada del domingo del 19 de febrero de 2006, las familias que trabajaban en la mina Pasta de Conchos, ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas de la región carbonífera del estado de Coahuila, vivieron la peor tragedia de su vida: 65 de los 73 trabajadores quedaron atrapados a causa de una explosión de gas metano que generó un derrumbe.
Fue el inicio de una pesadilla que aún no termina. Los primeros en llegar a intentar auxiliar a los mineros atrapados fueron los propios compañeros y familiares pero no pudieron hacer mucho debido al riesgo de que se registraran más explosiones.
Después, llegaron representantes de Grupo México, el cual tiene la concesión de la mina. Ocho de los trabajadores lograron salir por su propio pie, mientras que 65 quedaron atrapados.
A medida que avanzaban las horas se acrecentaba la angustia. Eran minutos cruciales para poder rescatar a los mineros con vida. Pero los trabajos no podían avanzar. El sindicato minero estableció que los trabajadores quedaron a 490 metros de profundidad, pero Grupo México aseguró que los trabajadores se ubicaban a 150 metros.
Al lugar llegaron expertos internacionales para intentar el rescate, pero Grupo México aseguraba que no era posible debido a la alta concentración de gas metano. A medida que pasaron los días, el rescate con vida se volvió imposible, entonces las familias exigieron el rescate de los cuerpos.
Fue hasta el 23 de junio de 2006, cuatro meses después de la tragedia que se localizó el cuerpo de Felipe de Jesús Torres Reyna y el primero de enero de 2007 se rescató el cadáver de José Manuel Peña Saucedo. Pero los restos de 63 mineros quedaron sepultados.
Debido a que las labores de rescate estuvieron a cargo de Grupo México, el 4 abril de 2007 la empresa decidió suspender los trabajos bajo el argumento de que se ponía en riesgo la integridad de los rescatistas ya que existían altos grados de contaminación bacteriológica. Todo ello lo determinó la misma empresa a través de un dictamen.
La tragedia ocurrida ese 19 de febrero dejó al descubierto que la mina tenía reportes de fallas de seguridad desde el año 2000, pero nunca se subsanaron. Además, la mina también operaba en medio de un escenario laboral irregular, ya que de los 65 mineros atrapados únicamente 25 eran sindicalizados y el resto trabajaban en la modalidad de subempleados con la empresa General D´Hulla, S.A. de C.V., por lo que se reveló que los grupos mineros ejercen una permanente defraudación ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que a su vez tolera las violaciones al no realizar auditorías.
El accidente también puso en evidencia la manera en la que el gobierno otorga las concesiones de las minas, sobre todo en los gobiernos de los presidentes panistas VIcente Fox y Felipe Calderón.
Se reveló que las concesiones se dieron sin control ya que la Secretaría de Economía no verificaba la existencia de las empresas. Una investigación periodística del diario La Jornada puso en evidencia que al menos 50 por ciento de los empresarios carecían de actas constitutivas que acreditaban que los socios inversionistas eran mexicanos, mientras que sólo una décima parte estaba regularizado ante el fisco.
El gobierno actual que encabeza Andrés Manuel López Obrador ha prometido a los familiares de las víctimas de lo sucedido en Pasta de Conchos, que se rescatarán los restos de los trabajadores que quedaron sepultados.
Grupo México anunció la devolución de “El Olivo”
Catorce años después de la tragedia, Grupo México anunció este 18 de febrero que entregará al gobierno federal la concesión llamada “El Olivo”, en la cual se localiza la mina de Pasta de Conchos para que puedan rescatar los restos de los 63 de los mineros.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa que preside Germán Larrea precisó que el terreno se devuelve en respuesta a la solicitud del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para disponer de la mina y que su gobierno reanude los esfuerzos para la recuperación de los restos.
“Grupo México expresa su deseo de que los esfuerzos que emprenda el Gobierno tengan éxito y se traduzcan en paz para las familias”, dijo la empresa.
La empresa aseguró que el accidente es “la experiencia más dolorosa que ha vivido Grupo México a lo largo de 83 años de operaciones en el país”.
“Desde el primer momento, la empresa activó todos los recursos humanos y técnicos a su alcance para intentar rescatar a sus compañeros. Los esfuerzos se prolongaron por 14 meses y participaron en ellos 270 rescatistas expertos, junto con autoridades, mineros, técnicos y con la propia comunidad de Pasta de Conchos”, destacó el grupo encabezado por Germán Larrea.
Los trabajos de rescate comenzarán en octubre: Secretaría del Trabajo
Este miércoles durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, la titular de la Secretaría del Trabajo, Luis María Alcalde, anunció que el rescate de cuerpos en la mina de Pasta de Conchos, ubicada en Coahuila, están programados para comenzar en octubre de este año.
Alcalde Luján señaló que en el próximo mes de marzo concluye el dictamen de los estudios del Servicio Geológico Mexicano para conocer las condiciones del subsuelo y después iniciar con la ingeniería del nuevo “inclinado” por donde se accederá al rescate de los restos.
La secretaria del Trabajo detalló que de acuerdo a las conclusiones preliminares, en la mina hay poca agua que puede ser sustraída en un día, además de que el gas presente es normal para este tipo de minas de carbón, por lo que se avanza en el rescate, una promesa de campaña del presidente López Obrador.
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