Los rostros de las dos primeras personas identificados por el secuestro de Fátima, la niña de 7 años que apareció muerta en una bolsa el fin de semana, reflejan características muy distintas que van desde el ser manipulables hasta crueles.
Así lo reveló un análisis de los rasgos faciales de Gladis Giovana "N" y Mario Alberto "N" realizado por Grace Valenzuela, especialista en la interpretación de rostros.
“La mujer nos muestra que es una persona que actúa de manera calculada aunque existe cierto grado de subordinación por parte de ella con tendencia de adaptación social al entorno y cierto grado de conciencia”, dijo a Infobae México.
“En él se observa una persona de actitud necia, violenta y un tanto instintiva, las formas del rostro en la parte inferior reflejan una personalidad un tanto sexual y seductora con tintes de conductas explosivas e impredecibles”, agregó.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX) presentó este miércoles la fotografía de los dos presuntos sospechosos de la sustracción, privación ilegal de la libertad y feminicidio de Fátima
Durante una conferencia de prensa, el vocero de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, presentó las fotografías de Gladis Giovana “N” y Mario Alberto “N”, sobre quienes apenas se girará una orden de aprehensión por el delito de sustracción y privación de la libertad con la finalidad de generar un daño y en caso de resultar culpables alcanzarían una pena de entre 80 y 120 años de prisión.
El vocero precisó que aún no se ha emitido la orden de captura porque existe un procedimiento en las investigaciones.
Para Grace Valenzuela, el tipo de frente del hombre de la fotografía “podría mostrar poco o nulo arrepentimiento, marca que es alguien que se rige por los estados de ánimo y que su comportamiento instintivo está por arriba del intelectual”.
Pero también se aprecia que “tiene cierta habilidad social para convencer”.
El caso de la pequeña Fátima, indignó a México, ya que fue sustraída de su colegio por una mujer el 11 de febrero y cuatros días después se encontró su cuerpo desnudo envuelto en bolsas de plástico y con huellas de tortura física y sexual.
También en conferencia de prensa, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que la mujer que sustrajo a la menor era conocida por la familia.
Insistió en que se investigará todo lo ocurrido en torno al caso de Fátima, por lo que ya se trabaja en una línea de tiempo desde lo que ocurrió en el año 2015 con la actuación del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) cuando asistieron trabajadores sociales para revisar la situación en la que vivían la menor y sus hermanos hasta que fue encontrado el cuerpecito; por lo que en caso de que algún funcionario público haya sido omiso en sus funciones, será castigado.
El domicilio donde estuvo la pequeña después de desaparecer se encuentra en la calle San Felipe de Jesús, de la colonia San Felipe, en la alcaldía Xochimilco.
En el lugar, las autoridades encontraron los zapatos de Fátima, un suéter y documentos de identidad de los papás de la menor.
El domicilio donde supuestamente la tuvieron retenida, se encuentra a 25 minutos a pie de la casa donde la niña vivía, en la colonia San Sebastián Tulyehualco, en la alcaldía de Tláhuac, fronteriza con Xochimilco.
La niña de siete años desapareció el pasado 11 de febrero, después de que su madre no pudiera llegar a tiempo a recogerla a la escuela donde la menor cursaba la primaria. Sin embargo, se dio a conocer después, fue una mujer la que se llevó a Fátima.
Los familiares, sin embargo, tuvieron que esperar 72 horas para que las autoridades capitalinas activaran la alerta por desaparición y comenzaran a investigar el paradero de la menor, algo que familiares y vecinos calificaron como “mortal” para Fátima, debido a que las primeras horas suelen ser las más importantes.
Fue el sábado 15 de febrero cuando el cuerpo de una menor en una bolsa, con signos de abuso y agresión, fue encontrado por vecinos en la zona. Sin embargo, fue hasta el domingo por la tarde cuando se confirmó, después de un análisis de ADN del cadáver y de la madre de Fátima, que se trataba efectivamente de la niña.
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