Diego Santoy Riveroll acaparó los noticiarios en marzo de 2006 cuando decidió entrar a la casa de su ex pareja, Erika Peña Coss con la que intentaba reanudar la relación, sin embargo fue acusado de asesinar en venganza a sus hermanos de 3 y 7 años de edad.
Antes de huir, Diego habría intentado degollar a su ex pareja, quien resultó herida; luego secuestró a la empleada domestica, robó el coche y se fue del estado. Cuatro días después, fue detenido en Oaxaca y sometido a un juicio donde le dictaron 138 años de prisión, que después fue reducida a 71 años por su buen comportamiento.
Este hecho no solo estremeció a la sociedad de Monterrey, Nuevo León, sino a todo México, bautizando al entonces joven como el “asesino de Cumbres”. Sin embargo, en sus declaraciones, Diego implicó a su ex novia, diciendo que ella había participado en el crimen porque odiaba a sus hermanos, aunque nunca se le comprobó nada.
El pasado viernes 14 de febrero, mediante un recurso de amparo, la condena de Santoy Riveroll se anuló. Ahora, se reabrirá su proceso para que le dicten una nueva sentencia, lo que trajo el nombre de Erika nuevamente al ojo público.
Ante el terrible crimen, la familia Peña Coss quedó destrozada por lo que desalojó la casa de la colonia Cumbres para luego venderla y desaparecer de los reflectores por seis años.
Fue hasta septiembre de 2012 que se volvió a saber de Erika a raíz de una imagen que llamó la atención de su entonces cuenta de Facebook “Erika Peña Coss y León”. En ella se observa a la joven, sonriendo y abrazando a un hombre, identificado como Mike Otto, mientras luce un anillo de compromiso.
“Parecen la portada de alguna novela nueva”, “Así es como se comienza una nueva historia”, son algunos de los comentarios entre un sinnúmero de felicitaciones que escribieron sus allegados.
En otras imágenes de la cuenta hoy cerrada, se muestra la forma en que Erika retomó su vida: viajes a Europa, paseos por la playa, practicando canotaje, tocando la guitarra, todas sin especificar la ubicación, aunque en alguna se apreció la bandera de Canadá.
En abril de 2014 se filtraron en redes sociales fotografías de la boda de Erika con el empresario, en San Miguel de Allende, Guanajuato.
Dichas postales denotaban una ceremonia muy tradicional, como se acostumbra en el lugar, ya que la pareja y las damas de honor, vestidas de azul, caminaron por las calles. Incluso, en una imagen, posan mientras Mike porta un sombrero de mariachi.
Sin embargo, en ninguna de las fotografías que compartieron sus “contados” invitados se pudo encontrar a los padres de Erika Peña, pero sí a su hermana Azura Peña, otra de las testigos en el crimen de sus hermanos.
El suceso fue retomado por varios medios de comunicación, provocando que Erika eliminara su cuenta de Facebook. Algunos medios mencionan que se quedó a residir en San Miguel Allende, manteniendo un perfil bajo.
Por su parte, Teresa Coss y León, mamá de Erika, “desapareció” como figura televisiva y regresó a Monterrey donde vive una vida normal.
Mientras que Diego Santoy sigue preso en el penal de Cadereyta. Se casó en marzo de 2009 con una mujer llamada Lety, a quien conoció estando preso, después de que ella formó un club de fans en su honor que lo defendían a capa y espada. Ahora tienen un hijo en común.
El Caso Cumbres hasta la fecha sigue siendo estudiado por expertos que se han dedicado a analizar a detalle los rostros de los protagonistas de la historia además de su forma de expresarse en las entrevistas para saber quién dice la verdad, pero hasta el momento no hay ninguna conclusión certera.
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