En 2016 era considerado el principal operador financiero de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera del cártel de Sinaloa, sin embargo, ahora, Juan Manuel Álvarez Inzunza “El Rey Midas”, tiene enfocados todos sus esfuerzos a evitar su extradición a Estados Unidos.
Álvarez Inzunza fue dado por muerto en julio de 2011 después de un atentado en Culiacán, Sinaloa, pero luego de su detención en el estado de Oaxaca, el 26 de marzo de 2016, el gobierno mexicano tuvo que reconocer que no había fallecido y que durante ese tiempo había estado lavando dinero para el Chapo y para la organización criminal.
Según las investigaciones, Álvarez Inzunza colocaba dinero obtenido por la venta de drogas a través de un esquema de empresas, centros cambiarios y prestanombres establecidos en Sinaloa y Jalisco. Se estima que este esquema le permitió haber lavado un aproximado de USD 300 a 400 millones la año , es decir, más de USD 4,000 millones en una década.
Presuntamente inició sus actividades delictivas en centros cambiarios del país y posteriormente adquirió diversas empresas para el movimiento de dinero a través del sistema financiero y se presume que tenía relaciones en Colombia, Estados Unidos y Panamá, por lo que pesa sobre su cabeza un pedido de extradición a EEUU donde tiene cargos pendientes.
La red de lavado tenía centros de operaciones en las ciudades de Tijuana, Culiacán y Guadalajara, desde donde movía dinero al exterior.
También se identificaba con los nombres de Juan Manuel Álvarez Inzunza o Érick Tadeo Inzunza Zazueta o Juan Manuel Salas Rojo o Juan Manuel Tamayo Ibarra. Su detención se realizó gracias a que sabía que las autoridades tenían ubicados sus movimientos entre Sinaloa y Jalisco, por lo que decidió ir a vacacionar a Oaxaca, donde relajó la seguridad y la limitó a su círculo más cercano, lo que facilitó su captura que se realizó sin la necesidad de hacer algún disparo, según informó la Policía Federal.
Después de su detención, el “Rey Midas” fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, de donde se fugó El Chapo Guzmán a través de un túnel que conectaba con su celda.
En agosto de 2016, el Departamento estadounidense del Tesoro anunció sanciones económicas contra dos mexicanos aliados del cartel de Sinaloa, señalados de asistir a ese grupo en el lavado de dinero y tráfico de drogas, uno de ellos el “Rey Midas”.
La OFAC también designó a dos empresas situadas en Culiacán, Sinaloa: Nueva Atunera Triton, S.A. de C.V. y Operadora Eficaz Pegaso, las cuales son propiedad de, controladas por, o actuaban a nombre de Juan Manuel Álvarez Inzunza.
“Como resultado de la acción de la OFAC, todos los bienes de estos individuos y entidades que estén bajo la jurisdicción de los Estados Unidos o bajo el control de ciudadanos estadounidenses quedan congelados, y se les prohíbe a ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con ellos”, señaló entonces el Departamento del Tesoro.
En junio de 2019 se ampliaron las posibilidades de su extradición luego que el Juez Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, desechó la demanda de garantías del sinaloense, por presentarla 7 días después de que venciera el término para combatir la orden de extradición.
El país vecino del norte pidió su extradición para que sea juzgado en la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, por seis cargos de asociación delictuosa, relacionados con delitos contra la salud y lavado de dinero.
Después de conseguir la reposición de su procedimiento, el 12 de marzo de 2018 el Juzgado Décimo Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México emitió una opinión jurídica en la que estimó procedente su extradición.
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