Tras ser encontrada culpable de secuestro en septiembre de 2018, Brenda N fue internada en el Centro Penitenciario Varonil del Distrito Judicial de Calera, en Zacatecas, en el que fue violada por el jefe de custodios, quien hasta el momento se encuentra prófugo.
A pesar del delito que cometió, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Zacatecas (CNDHZ) argumentó que ello no era justificación para que abusaran de su integridad física y mental a lo largo de los dos meses que duró su proceso, cuando solo tenían que cambiarla de penal. Aunque también la Comisión de Derechos Humanos estatal sabía del caso desde sus inicios y emitió la recomendación hasta diciembre de 2019.
Sin embargo, el viernes pasado, el secretario de seguridad de Zacatecas, Ismael Camberos, sostuvo que la mujer que ingresó a la cárcel varonil por error no sufrió una violación como tal, si no una “violación equiparada”, pues la penetración fue con los dedos.
En contraste, el funcionario subrayó que a raíz del caso, el director general de prevención y reinserción social del estado de Zacatecas, Adán Jiménez Solano fue cesado, pues la cárcel distrital de Calera se encuentra a 25 kilómetros del Centro de Readaptación Social Femenil de Cieneguillas.
Calera, prisión en la que estuvo la mujer, se caracteriza por ser un centro penitenciario “mixto”, aunque Brenda N era la única remitida de manera temporal, supuestamente en lo que se le realizaba la audiencia de control, así como su correspondiente vinculación a proceso por secuestro.
Conforme a las investigaciones realizadas por la CNDHZ, se documentó que Brenda N fue detenida e internada en la prisión mixta, aunque en la sección destinada a los varones, por un período de 27 días en septiembre de 2018. Fue la misma víctima quien relató a la Comisión las agresiones que sufrió, que comenzaron el primer día en que ingresó al centro penitenciario.
La mujer detalló que al ser recibida por el entonces jefe de custodios, este comenzó a acosarla y a hostigarla con preguntas muy personales e insinuaciones de tipo sexual, de las que amenazó no dejarla recibir llamadas ni visitas si se negaba a responderlas. Además, el ahora prófugo la obligaba a permanecer desnuda en su celda siempre que este tenía guardia, durante un lapso de 6 horas diarias en el que la víctima tenía que pasarlo también de pie.
Tan solo hace unos días se dio a conocer que Zacatecas cuenta con la más baja calificación en el sistema penitenciario del país, ello a razón de que apenas alcanza un 7, evaluación que el mismo secretario de seguridad de Zacatecas, Ismael Camberos, aceptó que puede bajar gracias al incidente de Brenda N.
En contraste, el presidente del Tribunal Superior de Zacatecas, Arturo Nahle, declaró que no era responsabilidad de la jueza que le dictó la prisión preventiva a la mujer, sino de los encargados de los titulares de los centros penitenciarios.
En tanto, el secretario de Gobierno de Zacatecas, Jehú Eduí Salas Dávila, dio a conocer en su momento que su administración ya daba seguimiento al caso, además de dar seguimiento a las investigaciones por violación equiparada agravada que tuvieron lugar en el penal varonil de Calera. Tras los hechos y abusos ocurridos, Brenda N fue exonerada de secuestro, y solo fue acusada de encubrimiento.
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