En abril de 2015, Lucero Guadalupe Sánchez López, era diputada de Sinaloa cuando se destapó el escándalo: había sido captada por las cámaras de seguridad del penal de El Altiplano, visitando a Joaquín “El Chapo” Guzmán con una identificación apócrifa. A partir de ese momento se le conoció como “la chapodiputada”.
El encuentro le costó su curul. Dos meses después, el 13 de junio de 2015, el Congreso aprobó su desafuero.
Originaria de Cosalá, Sinaloa, la profesionista de 24 años de edad estudió Ciencias Penales, sin experiencia política (militó en el PRI al cual renunció para sumarse al Partido Acción Nacional) y con un trabajo previo en el ramo de compras en una empresa de bienes raíces, se convirtió en legisladora el 7 de junio de 2013, luego de una campaña intensa, con grandes concentraciones de gente y reparto de regalos, lo que le ganó la simpatía de los electores.
Había pasado sólo un mes de que había ocupado su curul en el Congreso del estado, cuando su ex cónyuge, Rubén Chávez Cháidez, fue acribillado por tres hombres al salir de su casa.
Meses después, el 11 de enero de 2014, su hermana María Carolina, dos años menor que Lucero, fue encontrada muerta, acuchillada en el patio de su casa. El asesino fue su ex esposo.
Fue arrestada en 2017 cuando intentaba cruzar la frontera con los Estados Unidos, en donde las autoridades la acusaron de conspiración para traficar, distribuir y vender cocaína en Estados Unidos.
La historia de amor con “El Chapo”
Fue durante el juicio en contra de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera “El Chapo”, que se realizó en la Corte de Nueva York (entre 2018 y 2019), que Lucero Guadalupe Sánchez López relató su historia con el narcotraficante mexicano.
Dijo que lo conoció en 2011 cuando ella tenía 21 años de edad y se enamoró de él, pero que al mismo tiempo, le tenía mucho miedo.
Ante el juez Brian Cogan, quien fuera la legisladora más joven del estado de Sinaloa aseguró que ella pensaba que su vínculo con el capo era “una relación de pareja”.
“Yo me confundía con mis propios sentimientos, a veces lo quería y otras no, por sus diferentes actitudes trataba siempre de tenerlo contento”, relató.
Durante el juicio y en presencia del capo así como de su esposa Emma Coronel, Lucero Sánchez dijo que desde octubre de 2011 trabajó para el acusado, primero recolectando mariguana en la sierra de Durango y de Sinaloa, y luego estableciendo empresas fachada a nombre del capo.
Aseguró que Guzmán Loera se comunicaba con ella a través de teléfonos que le enviaba y le mandaba mensajes de texto y lo veía en varias ocasiones, dos o tres veces al mes.
La exdiputada sinaloense contó que ya siendo su pareja sentimental, “El Chapo” la envió a la sierra de Durango y Sinaloa a comprar mariguana. Explicó que ella le compraba la droga a los agricultores locales, que la empaquetaba en bultos de 10 kilos, y mandaba cargamentos de hasta 400 kilos en aviones.
“Me mandó a que agarrara fiada la mariguana y yo no estuve de acuerdo, porque yo sabía que a esa gente no les iba a llegar el dinero”, indicó Sánchez López.
Aseguró que por instrucciones del “Chapo” tenía la encomienda de comprar mariguana buena, bonita y barata, pero que ella comenzó a enviar mariguana con semilla (la cual es de mala calidad) para que Guzmán Loera se enfadara con ella y la mandara llamar, pero no lo logró.
Incluso, relató algunas de las desventajas de trabajar en zonas de montaña, donde tenía que subir cada mañana y tarde a un cerro para obtener señal telefónica y poder recibir los mensajes con órdenes del narcotraficante.
Reveló que colaboró con el capo para que, a través de una persona a quien identificó como Pancho, se estableciera una empresa en la Ciudad de México para distribuir y exportar jugos, con el objetivo de lavar dinero del narcotráfico. También dijo que se enteró de dos negocios fachada que su ex pareja quería poner en Los Ángeles, California, y otro en Ecuador.
A pregunta expresa del fiscal, quien le preguntó sobre cuándo comenzaron sus problemas con Guzmán Loera, señaló que fue a finales de 2012, por lo que se distanciaron durante algún tiempo y fue entonces que se incorporó a la la política.
“En 2014 fui candidata a la diputación local del Distrito 16 de mi tierra, Cosalá, y gané con muchísimos votos”, dijo.
Luego, admitió que no concluyó su periodo de tres años como legisladora, porque meses antes la destituyeron debido a su relación con el narcotraficante.
De acuerdo con Sánchez López, vivió con “El Chapo” a quien atendía en sus cosas personales: comprarle ropa, cremas, ropa interior y tenis.
Luego contó que el 16 de febrero de 2014 fueron a una casa ubicada en la colonia Guadalupe en Culiacán, Sinaloa. Aseguró que estaban comiendo, cuando uno de los guardias del capo a aquien llamaban “Cóndor”, entró a decirles: “Nos tenemos que mover”, por lo que se trasladaron a otra casa en la misma colonia Guadalupe.
Ahí, “El Chapo” le dio un recorrido y le mostró la pantalla de televisión que estaba dentro de la alberca. “Lo recuerdo muy bien”, dijo, “porque le pregunté para qué era la pantalla en la alberca. Me dijo Joaquín: ‘para ver la televisión cuando tú y yo nos estemos bañando’”.
Luego, se fueron a la habitación que se encontraba en la planta baja de la residencia y estuvieron despiertos muy noche platicando, pero fueron interrumpidos por un sujeto apodado “Cóndor”.
“Como a las tres o cuatro de la mañana empecé a escuchar muchos golpes en la puerta, el ruido de helicópteros que sobrevolaban y gritos. De pronto gritó desde afuera ‘Condor’: ‘Tío, tío, ábranos, nos cayeron’”, relató.
Aseguró que ella entró en shock y que estaba espantada, pero Guzmán le dijo que se fueran al baño, donde ya se encontraban Cóndor y una mujer de la limpieza apodada “la chaparra”.
Fue entonces que explicó, El Chapo ordenó a “Cóndor” que levantara la bañera, debajo de la cual estaba un túnel. Después de que bajaron unas escaleras de madera, Cóndor cerró la tapa con la bañera.
En completa oscuridad, El Chapo quien se encontraba desnudo, corrió a lo largo del túnel, seguido por Lucero, Cóndor y “la chaparra”.
“Yo estaba muy asustada” dijo, ya que aseguró, tenía que tantear con las manos para avanzar a través de las tuberías durante una hora, hasta que llegaron al final del túnel que llegaba al río Maya, “junto a la Conagua en Culiacán”.
Durante su testimonio, la Fiscalía leyó algunos de los mensajes de texto entre Lucero y Joaquín Guzmán. Sin embargo, la revelación principal es que, al parecer, la “Chapodiputada” y Guzmán Loera tienen un hijo juntos llamado Rubén.
De acuerdo con la Oficina Federal de Prisión (FBP, por sus siglas en inglés), Lucero Guadalupe Sánchez López, Jesús “El Rey” Zambada, Lucero Guadalupe Sánchez, “La Chapo-diputada", y el colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa; habrían sido puestos en libertad, tras declarar en contra de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien purga una condena a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad.
Sin embargo, un funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos le aseguró a Jesús Esquivel, reportero de Proceso, que no fueron puestos en libertad.
“Para quedar libres, la orden tendría que venir de un juez federal y de nadie más”, explicó. Incluso, aseguró que “los tres o están bajo la custodia de los US Marshalls (alguaciles federales) o en el programa de testigos protegidos”.
La noche de este sábado se dio a conocer que “El Rey”, la “Chapodiputada” y Cifuentes Villa habían sido puestos en libertad, de acuerdo con información del Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
La confusión se originó al retomar mensajes de la cuenta personal de Twitter del reportero del diario estadounidense The New York Times, Alan Feur, quien aseguró que los tres criminales ya no se encontraban bajo la custodia y responsabilidad del BOP.
El reportero, uno de los periodistas que cubrieron el juicio en contra de “El Chapo” escribió que el BOP liberó de su custodia a Cifuentes Villa el pasado 5 de diciembre y que Zambada García y la “Chapodiputada” en fechas desconocidas, acotando que todo en torno a estos criminales se maneja en secreto.
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