La falta de pago a proveedores, compras de activos a sobreprecios y un dramático aumento en los pasivos, marcan el legado de Emilio Lozoya Austin frente a la compañía petrolera más importante de México.
Lozoya Austin —un avezado economista de 45 años, con estudios en Harvard— llegó a la dirección de Pemex en 2012 sin conocer la industria energética, lo que puso a la compañía en una situación de vulnerabilidad e incapacidad para enfrentar la crisis financiera que ya arrastraba. Ésto, más tarde provocaría la caída de los precios del petróleo del 2015.
Para 2016 los resultados no fueron distintos. En ese año, Lozoya dejó a Pemex con la mayor pérdida financiera en su historia, la menor producción de crudo en 25 años, una caída de 48 por ciento en los ingresos por exportación petrolera de un año a otro y pasivos equivalente a 1.5 veces los activos de la empresa.
El último reporte financiero de Pemex mientras Lozoya estaba al frente, enlista que la empresa acumuló una pérdida de 352,000 millones de pesos al cierre del tercer trimestre del 2015, con un patrimonio negativo de 1.1 billones de pesos.
En ese momento, la compañía congeló un total de 11,097 plazas y para el 2016 presupuestó un recorte de 10,630 puestos de trabajo más. El pasivo laboral de Pemex alcanzó los 1.3 billones de pesos cuando Lozoya dejó la dirección de la petrolera.
A dos años de que Lozoya asumió la dirección de Petróleos Mexicano, el precio internacional del crudo comenzó a despeñarse, arrastrando a la mezcla mexicana de exportación de un nivel de USD 90 a 26 por barril en su nivel más bajo, para luego estabilizarse en alrededor de USD 40 por tonel.
Ante ello, Hacienda decretó primero un recorte de 62 millones de pesos y luego 100,000 millones de pesos Pemex, con lo que la estatal dejó de pagar proveedores y contratistas hasta acumular deudas de 147,000 millones de pesos que han saldado en distintas fases a partir de la actual dirección.
En la compra de dos plantas fertilizantes a Agronitrogenados, una subsidiaria de Altos Hornos de México y Fertinal, localizadas en Michoacán y Baja California, Emilio Lozoya gastó USD 1,395 millones; sin embargo, ninguna ha generado ingresos para Pemex.
De acuerdo con la cuenta de la Auditoría Superior de la Federación del 2014, diversas filiales del brazo comercial de Pemex, fueron constituida en paraísos fiscales y realizaron negocios como importación de gasolinas y exportación de crudo sin rendición de cuentas.
Además, en 2014 la naviera Oceanografía fue cesada tras la acusación de haber cometido un fraude de USD 400 millones a Banamez, por factoraje a pagar mediante cuentas por cobrar a Pemex. Por esto, Lozoya compareció ante el Congreso.
El ex director de Pemex también fue investigado por la Secretaría de la Función Pública por su posible participación en un manejo presuntamente fraudulento de concesiones carreteras de OHL en el Estado de México.
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