Autoridades de la Ciudad de México detuvieron el martes a nueve policías de la capital por estar presuntamente vinculados a tres secuestros diferentes ocurridos en diciembre.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, señaló que los arrestados eran ocho hombres y una mujer, a quienes la fiscalía acusa del delito de privación ilegal de la libertad.
Según dijo, su compromiso “es erradicar la corrupción, depurar de fondo a nuestras policías y detener a todos aquellos que cometan un acto delictivo, sean externos o miembros de esta corporación”.
El jefe policial indicó en conferencia de prensa que dos de los policías arrestados metieron en su vehículo a un comerciante que no pudo acreditar la procedencia de sus artículos y le pidieron dinero a cambio de ser liberado.
Otros cuatro agentes participaron en el secuestro de dos hombres junto a individuos enmascarados. En este segundo caso, los rehenes fueron liberados tras dos horas de retención y después de que los secuestradores ya habían solicitado un rescate.
En el tercer suceso, también ocurrido en diciembre, el funcionario explicó que una persona que se encontraba con amigos en la calle fuera de su casa fue privada de la libertad por varios sujetos, entre ellos una mujer, que luego pidieron dinero a su familia para liberarle. Por este caso fueron detenidos los otros tres agentes.
García Harfuch garantizó que su departamento no ocultará ni tolerará “hechos deshonestos u omisiones o abusos por parte de los malos elementos de la corporación”.
Somos ejemplo obligado de legalidad
Las denuncias contra policías por este tipo de delitos han sido una constante en distintas partes de México sobre todo a manos de policías locales.
García Harfuch es un investigador con amplia trayectoria policial en gobiernos federales anteriores y con formación de la agencia antidrogas de Estados Unidos. Asumió como jefe de la policía capitalina en octubre después de que los homicidios llegaran a sus cifras mensuales más altas en marzo y mayo y la percepción de inseguridad en la capital creciera tras algunos asesinatos de alto impacto o que tuvieron lugar en zonas comerciales o céntricas.
El 2019 cerró su existencia como el año más violento de la historia, a pesar de que las cifras disminuyeron en 23.7%. El secuestro es considerado como un delito de alto impacto.
De acuerdo con el reporte de Alto al Secuestro, dirigida por Isabel Miranda de Wallace, en el año se contabilizaron 1,801 carpetas de investigación por secuestro, un año antes hubieron 1,353, es decir, incrementaron en un 33.1%.
La titular de la organización informó que era una situación preocupante debido a que no se conservara la tendencia a la baja del delito. Del mismo modo, reveló que los estados con un mayor índice de violencia de este tipo fueron Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Puebla y Morelos.
De acuerdo con la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina informó que el año pasado se detuvieron alrededor de 20 presuntos secuestradores exprés, de los que 17 fueron liberados porque las víctimas no ratificaron las denuncias.
*Con información de AP
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