Luego de más de 72 horas de paro de labores, el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Naucalpan y la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fueron liberados este sábado 8 de febrero para que se reinicien las clases el próximo lunes 10 de este mes.
Desde el pasado 4 y 5 de febrero, respectivamente, las instalaciones de ambas escuelas permanecían cerradas para los estudiantes y autoridades como protesta por la violencia de género que se ejerce dentro de los planteles de la universidad. Estos dos lugares se añadieron a otros 13 que también se encontraban en paro de labores.
La entrega de los edificios fue acordada por una asamblea estudiantil el día que comenzaron las protestas. El paro que se realizaba era programado, contrario a otros sitios como la Facultad de Filosofía y Letras o la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 9, en donde se estableció que éste sería indefinido.
Luego de que fueran liberadas las instalaciones, la UNAM emitió un boletín en el que dice que la directora de la ENTS, Leticia Cano Soriano, “reconoce las legítimas expresiones contra la violencia de género y reitera su compromiso de seguir trabajando en la prevención, atención y acompañamiento”. Sin embargo, no especificaron cuáles serán las estrategias específicas que realizarán para llevar a cabo estas acciones de manera efectiva.
En tanto que el CCH Naucalpan comunicó que la dirección del plantel dio respuesta al pliego petitorio de los jóvenes que mantuvieron tomadas las instalaciones. Y aclararon que las instalaciones pudieron ser liberadas debido a que un grupo de estudiantes entró y abrió el plantel, ya que los activistas que mantenían el paro de labores se negaron a entregar la escuela a pesar de haber concluido las 72 horas acordadas.
Además se informó que dentro del plantel se encontraron vidrios, espejos y puertas rotas, además de pintas. “Cabe señalar que de los espacios vandalizados fueron sustraídos materiales y equipos como laptops, bocinas, guitarras eléctricas, libros, colchonetas de gimnasia, entre otros”, informaron.
Algunas de las peticiones aceptadas fueron: incrementar los botones de seguridad y revisar su correcto funcionamiento, que participe la Comisión Interna de la Comisión de Género para que el CEI apoye de manea preventiva, que no habrá represalias a ningún estudiante del Plantel Naucalpan que haya participado en el movimiento, se trabajará con las autoridades correspondientes para crear protocolos, rutas y senderos seguros con perspectiva de género, entre otros.
Mientras que aún permanecen con paro de labores nueve planteles de la UNAM, la ENP 9, 5 y 3, además del CCH Sur. También la Facultad de Filosofía y Letras, la de Artes y Diseño, Ciencias Políticas y Sociales, igualmente la de Psicología. La Prepa 8 estaba a punto de ser liberada, pero un grupo de estudiantes paristas decidieron no entregar las instalaciones a las autoridades, por lo que permanece cerrada.
Las demandas de estudiantes de la UNAM
Según datos de la Oficina de la Abogacía General de la Institución, de agosto del 2016 a junio del 2019 se presentaron 921 quejas y denuncias por violencia a mujeres dentro de la UNAM, de las cuáles, en 97% de los casos las víctimas eran mujeres.
La respuesta de la escuela fue implementar un protocolo más “severo” que dio como resultado a 90 alumnos suspendidos y 18 expulsados, mientras que 48 académicos fueron amonestados, 65 suspendidos y a 46 se les rescindió el contrato. En cuanto a los trabajadores involucrados o responsables con actos de violencia contra las mujeres, 23 fueron amonestados, 48 suspendidos y a 28 les cancelaron el contrato. En total, 366 agresores fueron reprendidos.
Sin embargo, para las jóvenes que sufren violencia de género en la institución, estos resultados no son suficientes ya que la identificación de algunos agresores no garantiza la seguridad de las mujeres dentro de la universidad ni la disminución de casos de acoso.
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