La Fiscalía General de la República (FGR) vinculó a proceso y prisión preventiva a dos hombres relacionados con la masacre de los LeBarón y los Langford, dos familias estadounidenses que fueron emboscadas a finales de noviembre dejando un saldo de de 12 asesinados, incluidos nueve menores y tres mujeres, en el norte de México.
“A través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), la FGR obtuvo vinculación a proceso y prisión preventiva oficiosa en contra de dos hombres por diferentes delitos”, señalaron en un comunicado.
Se trata de Fidencio “G”, quien fue vinculado por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada, en su hipótesis contra la salud, y posesión de cartuchos para armas de fuego del uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. El Juez de Distrito fijó tres meses de prisión preventiva para la investigación complementaria.
Además, Sergio “V” fue vinculado a proceso por la probable comisión de los delitos de delincuencia organizada en su hipótesis contra la salud y contra la salud, en la modalidad de posesión de metanfetamina y marihuana con fines de comercio, así como posesión de cartuchos y de cargadores para armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. En este caso el representante social determinó dos meses de prisión preventiva para investigación complementaria.
Esto ocurrió un mes después de que un juez federal vinculara a proceso a dos personas presuntamente integrantes de la organización criminal conocida como “La Línea” y ligadas con la masacre de las familias estadounidenses.
En aquel momento las autoridades precisaron que ambos presuntos delincuentes serían procesados por delincuencia organizada, delitos contra la salud y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército. Sin embargo, ninguno de los cargos tiene que ver directamente con la masacre ocurrida en la frontera entre Chihuahua y Sonora, en el norte de México.
Ahora, los dos hombres deberán permanecer en prisión preventiva mientras se resuelve el caso, por la gravedad de las acusaciones: uno es Héctor Mario "N" y el otro su hermano, Luis Manuel "N".
Ambos permanecían en arraigo desde principios de diciembre, cuando fueron capturados en la comunidad de Janos, en Chihuahua. El plazo de las investigaciones culminará a mediados de marzo, cuando el juez decidirá si las pruebas presentadas por las autoridades permiten concluir que cometieron los delitos de los que se les acusa.
Mario Hernández ha sido señalado como el presunto líder de La Línea, aunque la familia ha negado este hecho en múltiples ocasiones. De acuerdo con la versión oficial, él habría sido el responsable de la masacre ocurrida el 4 de noviembre. Apodado como “El Mayo”, el aprehendido es acusado de ser el jefe de plaza de la organización criminal que que opera en el estado fronterizo de Chihuahua, desde principios del año 2000, con la intención de arrebatarle la plaza al cártel de Sinaloa.
Ante las acusaciones contra esta familia, la comunidad se ha manifestado e incluso bloqueado las carreteras en Chihuahua para exigir su liberación. “Si los LeBarón quieren justicia, nosotros también”, advirtieron. Además, pidieron a las autoridades que se muestren videos del día del ataque contra la familia LeBarón, pues presuntamente ese 4 de noviembre estaban de compras en Casas Grandes. Al momento de su detención, los hermanos estaban cuidando de su padre.
Y es que la masacre contra las familias estadounidenses conmovió al país a finales de 2019. El pasado 4 de noviembre, tres camionetas en las que viajaban Rhonita María Miller, acompañada por sus cuatro hijos, Dawna LeBarón y sus siete pequeños, y Christina Langford con su bebé, fueron atacadas por presuntos criminales.
Las agresiones a los vehículos fueron por separado. Las primeras víctimas, Rhonita y sus hijos, fueron baleados y calcinados por los sicarios.
Entre las últimas actualizaciones sobre el caso, Julián LeBarón señaló que al menos 40 sicarios participaron en el ataque contra miembros de su familia y, hasta el momento, son 7 las personas que están presas, pero el Ministerio Público ya cuenta con más ordenes de arresto contra algunos de los atacantes quienes, supuestamente, son todos de Chihuahua.
A finales de enero, la familia LeBarón protagonizó una caminata para exigir justicia y paz en el país. Estuvieron acompañados por diversas organizaciones civiles y no gubernamentales y por el poeta y activista Javier Sicilia. La movilización comenzó el 23 de enero en Cuernavaca, la capital del estado de Morelos, en el centro del país y ubicado a menos de 60 kilómetros de la Ciudad de México.
El domingo 26, la movilización llegó a Palacio Nacional, donde vive y despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el mandatario eligió no recibir a los manifestantes, ya que, argumentó, iba a provocar un “show” para la oposición.
“Pueden entrar a Palacio Nacional. Van a ser recibidos, pero no los voy a recibir yo”, indicó el mandatario, que recibió fuertes críticas por evitar encontrarse con familiares víctimas de la violencia en México a pesar de que el 2019 fue oficialmente el año más violento en la historia del país, con 34.582 homicidios dolosos registrados en 12 meses.
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