El análisis de cuatro cráneos antiguos encontrados en el estado de Quintana Roo, sugiere que los primeros humanos en establecerse en América del Norte fueron biológicamente más diversos de lo que los científicos habían creído anteriormente.
Los cráneos eran de cuatro individuos que vivieron entre 9,000 y 13,000 años, en las épocas del Pleistoceno tardío y del Holoceno temprano y que fueron encontrados en cenotes (cuerpos de agua).
Alejandro Terrazas Mata, doctor en Ciencias Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó el trabajo publicado en la prestigiosa revista PLOS ONE junto con Mark Hubbe, profesor de antropología en la Universidad Estatal de Ohio.
“Tenemos 11 publicaciones, el trabajo lleva más de 20 años cuando empezamos los trabajos con el esqueleto de Naharon. Los cuatro cráneos que publicamos ahora son los más completos de una muestra de ocho individuos que hemos investigado”, dijo en entrevista exclusiva para Infobae México.
El artículo señala que el cráneo más antiguo mostró fuertes similitudes con las poblaciones árticas de América del Norte, mientras que el segundo más antiguo era consistente con las poblaciones europeas modernas. El tercer cráneo reveló afinidades con los grupos asiáticos y nativos americanos, mientras que el cuarto las tiene con las poblaciones árticas, además de tener algunas características modernas de América del Sur.
"En este caso nos enfocamos en la morfología del cráneo y es importante aclarar que no son precisamente cráneos de esquimales o europeos, es necesario explicar que no es así. La paleoantropología y la antropología física son disciplinas comparativas, para decir que si un cráneo es grande o pequeño se determina que hay que compararlo para describir adecuadamente la variabilidad. En este caso los comparamos con poblaciones antiguas y modernas de todo el mundo y lo que queremos decir es que no es que sean europeos sino que son tan diversos entre sí”, determinó el investigador titular de la UNAM.
Es importante señalar que hace 10,000 años no existían las regiones como las conocemos ahora, incluso las poblaciones han cambiado drásticamente durante este periodo, por lo que la fisionomía de los habitantes era diferente a lo que es actualmente.
“Algunos de los cráneos encontrados se asemejan a los esquimales y otros se asemejan a los europeos, eso es una forma de decir que hay una variabilidad mayor que la que esperábamos encontrar porque generalmente uno piensa que los cráneos de una región van a ser similares y encontramos que no”, explicó Alejandro Terrazas.
“Cuando vemos a los mayas modernos, son parecidos entre sí, pero lo que vimos es que estos cráneos no se parecen entre sí, ni a sus contemporáneos de Sudamérica; estos cuatro cráneos analizados tienen entre 8,000 a 13,000 años en Quintana Roo son muy diferentes a los pobladores actuales, esto no nos puede decir si son los antepasados de los mayas o no”, añadió.
Y es que el investigador determinó que en 9,000 años han sucedido diversos cambios que han determinado múltiples factores.
“Han llegado y se han marchado poblaciones, se debieron haber mezclado, pero lo interesante es que no hay parecido, lo que quiere decir que pasaron muchas cosas evolutivamente hablando, entre que llegaron a la Península hasta los tiempos de los mayas, cambios de clima, de alimentación”, determinó Terrazas Mata.
La alimentación también cambia la forma del cráneo
Investigaciones llevadas a cabo en los cráneos de Quintana Roo prehistórico mostraron que los pobladores vivían de la caza y la recolección, tenían una dieta de alimentos duros con fibra y materia vegetal también dura, lo cual se mostró en el desgaste dental.
Lo que contrasta con las poblaciones más actuales de los mayas que ya vivían de maíz, frijol, calabaza, pescado, es decir, una dieta más blanda ya de plantas domésticas, lo que hace que los cráneos cambien por adaptación a la dieta, explicó el investigador.
La mayoría de pobladores de Sudamérica tuvieron que pasar por México
“El punto del artículo es que cuando vemos a Sudamérica, desde la Patagonia hasta Colombia donde existen ecosistemas diferentes, y modos de vida diferentes, los cráneos de hace 9,000 años son diferentes. Esa población de Sudamérica llegó de México tienen que haber atravesado de Asia y Norteamérica por el estrecho de Bering, luego bajan a lo que hoy es Canadá, EEUU y México para continuar hacia el sur. La hipótesis inicial es que se iban a parecer a los de Sudamérica y resultó que no, que eran muy diferentes, eso es lo que ahora necesitamos explicar”, concluyó.
En la investigación participaron también, Brianne Herrera, Martha E. Benavente Sanvicente, Arturo González, Carmen Rojas Sandoval, Jerónimo Avilés Olguín, Eugenio Acevez Núñez y Noreen Von Cramon-Taubadel.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: