Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, antiguo brazo derecho y compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, regresará este viernes a la corte, luego de ser pieza clave en el juicio contra el fundador del Cártel de Sinaloa, y colaborar con las autoridades de Estados Unidos para asegurarle al capo mexicano una sentencia a cadena perpetua.
En esta ocasión, el oriundo de Eldorado, Sinaloa, se sentará en el banquillo para algo inusual: esperar que el gobierno estadounidense interceda por la reducción de su sentencia.
La audiencia consistirá en analizar una “moción del gobierno para reducir la condena”, la cual está sellada bajo secreto y de la que no se conoce ni cuándo fue presentada ni en qué consiste.
Dámaso López será juzgado por el juez Thomas Selby III, de la Corte del Distrito Este de Virginia, quien está enterado del acuerdo negociado por el ex compadre del Chapo y la fiscalía de EEUU.
En enero de 2019, “El Licenciado” accedió a atestiguar en la corte de Brooklyn sobre el papel central de Guzmán Loera en el Cártel de Sinaloa, y su consolidación en el imperio criminal.
Hijo de un influyente funcionario local, Dámaso López entró a trabajar en la fiscalía de Sinaloa y poco a poco ascendió hasta convertirse en uno de los funcionarios que dirigían la prisión de Puente Grande, en Jalisco.
Fue allí donde conoció a “El Chapo”, detenido en Guatemala en 1993 y recluido en ese centro. Dámaso López facilitó la primera de las huidas del capo de una cárcel federal de México. En 2015 escaparía de la segunda. “El Licenciado” renunció a su trabajo y comenzó a laborar para “El Chapo”.
Pese a ello, Dámaso siempre mantuvo un perfil bajo. Su nombre comenzó a sonar con fuerza hace un par de años con la penúltima detención de Guzmán, quien había señalado a Dámaso como su sucesor. Fue, decía, cuando la Marina lo atrapó en Mazatlán, en febrero de 2014.
Fuera o no el siguiente, la captura de “El Licenciado” despejó el camino para que Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” asumieran el control pleno del también llamado Cártel del Pacífico.
El año pasado, Dámaso López explicó que Emma Coronel, esposa de “El Chapo” Guzmán, le ayudó a coordinar el operativo que permitió ejecutar la evasión en julio de 2015. Celebraron varias reuniones. La primera en marzo de 2014 y le siguió otra en abril en la que entraron en más detalle.
Meses más tarde, en verano de 2014, él y Emma discutieron la nueva fuga en presencia de los hijos de Guzmán. Tenían que comprar un terreno al sur del penal, un almacén, una camioneta tipo pick up blindada, localizar a las personas que iban a construir el túnel y conseguir un reloj con GPS para introducir en la celda para sí tener la localización exacta. El capo mexicano consiguió fugarse el 11 de julio de 2015.
Con esta declaración, Dámaso López se convirtió en el penúltimo cooperante estrella que se subió al estrado. “Mi compadre era mi patrón”, acusó.
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