Rafael Caro Quintero, “El Narco de narcos”, cuya vuelta a la clandestinidad ha puesto en pie de guerra a los gobiernos de México y Estados Unidos, podría estar cerca de caer, tras la captura de su sobrino, Ismael Quintero Arellanes.
Alias “El Mayel”, detenido el pasado 29 de enero, fue identificado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) como el segundo al mando de la facción del Cártel de Sinaloa, que supuestamente dirige su tío Rafael Caro Quintero.
Su papel y presunta actividad en la organización criminal pusieron a Quintero Arellanes en el radar de la Unión Americana, donde es requerido por la Corte del Distrito de Nueva York, para ser procesado por los delitos de asociación delictuosa, contra la salud y portación de armas de fuego.
Los expertos coinciden que el arresto de Quintero Arellanes vino a corroborar la determinación de Estados Unidos por atrapar a “El Narco de narcos”, a quien consideran su principal objetivo, incluso por encima de capos como Ismael “El Mayo” Zambada y Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Sin embargo, las autoridades podrían toparse con una realidad: en el Departamento de Justicia de Estados Unidos no se encuentran documentos judiciales que acusen y liguen de alguna manera a “El Mayel” con su tío Caro Quintero.
Este último actualmente sigue siendo objetivo principal de la DEA. Por su captura ofrece USD 20 millones. “Caro Quintero es el nuevo líder del Cártel de Sinaloa y es buscado por su probable participación en el asesinato del agente especial de la DEA Enrique Camarena Salazar en 1985 y ha sido incluido en la lista de los Diez Fugitivos Más Buscados del FBI”, explica un comunicado reciente de la DEA.
El crimen del agente de la DEA “Kiki” Camarena, en 1985, llevó al capo mexicano a la cárcel. La justicia mexicana le condenó a 40 años, pero en 2013 , cuando aún le faltaban 12 años por cumplir, logró que un tribunal de Jalisco le dejase en libertad por un defecto de forma. Cuando la sospechosa sentencia fue invalida, Caro Quintero ya estaba en clandestinidad.
Desde entonces, su salida no escapó a los ojos de la DEA, quien puso en en marcha una gigantesca operación dentro y fuera de la ley para atrapar a los culpables.
Según gente de la sierra de Badiraguato, Sinaloa, Caro Quintero se mantiene oculto en alguna choza perdida entre vericuetos del Triángulo Dorado, viviendo a salto de mata y con mil rutas de escape, pues su principal temor es que lo agarre el gobierno y lo extraditen a Estados Unidos.
Hace poco, se informó que un Tribunal federal admitió a trámite el recurso de reclamación que interpuso Caro Quintero en contra de la negativa de otorgarle un amparo para evitar su extradición al país vecino.
En más de dos ocasiones, “El Narco de Narcos” ha reclamado la ilegalidad de su extradición a Estados Unidos para ser juzgado por ocho cargos penales, entre ellos el asesinato del agente de la DEA. Sin embargo, desde 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha presentado proyectos, negándole medidas precautorias.
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