Los millennials podrían perjudicar su futuro si no toman consciencia sobre su ahorro para el retiro. Sin embargo, de todos modos las expectativas distan mucho de lo que sus ahorros actuales proyectan para ese entonces.
A partir del 1 de julio de 1997, los esquemas para obtener una pensión empezaron a padecer cambios. Quienes estaban inscritos antes de esa fecha podían gozar de la ley de seguridad social de 1973, que estipulaba gran parte del financiamiento de las pensiones por parte del Estado. Pero a partir de la fecha señalada, se modificó hacia cuentas individuales. A estos últimos se les conoce como la “Generación Afore” y se trata de la población económicamente activa que es prácticamente responsable de fondear su propio esquema de retiro.
Dentro de la Generación AFORE, 20.5 millones son Millennials, lo que representa 36 por ciento del total de cuentas en el sistema.
El actual sistema pide 1,250 semanas -casi 25 años- de cotización para acceder a una pensión al cumplir los 65 años de edad. La generación anterior a la Ley de 1997 cotizaba únicamente 500 semanas y hasta sus 60 años de edad, sin embargo ese esquema era insostenible para el Estado.
La generación millennial enfrenta además condiciones laborales “flotantes”, porque saltan de trabajos formales a informales constantemente, no siempre por voluntad. Esto implica que un trabajador no genere antigüedad o no permita una constancia en sus aportaciones voluntarias a falta de la certeza de un salario digno y fijo.
El 74% de los millennials consideran que una pensión adecuada debe ser superior a los 7,500 pesos, cifra que la mayor parte de los ahorradores del sistema de pensiones no parece estar en camino de alcanzar.
Actualmente, los millennial representan más de la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA) y concentran a la mayor parte de los contribuyentes; sin embargo, también representan más del 60% de la cifra de desempleo, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
¿Los millennials “se ponen las camisetas" de donde trabajan?
Uno de los aspectos que más se les ha criticado a la generación millennial es que son personas “individualistas”, las cuales no tienden a "ponerse la camiseta " de las empresas en donde trabajan, pero al mismo tiempo exigen buenos salarios, horarios flexibles y que no logran durar más de dos años en un empleo.
De acuerdo con la Encuesta Millennials 2018, elaborada por la consultoría Deloitte, hay elementos que ayudan a que los jóvenes permanezcan en sus empleos y uno de los más importantes es percibir un buen salario, después sigue la posibilidad de crecer y aprender, mientras que en tercer lugar se encuentra la flexibilidad de horarios.
El documento también muestra que los jóvenes consideran que las empresas pueden generar un impacto positivo en la sociedad si aumentan la calidad de vida de sus empleados, aportan valores, mejoran y protegen el medio ambiente y generan nuevos empleos.
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