“Cortina de humo” y “demagogia”: las críticas de la oposición a la rifa de AMLO del avión presidencial

La venta del avión presidencial, una de las principales promesas de campaña del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido uno de los temas más polémicos en las últimas semanas, sobre todo después de que la aeronave fuera repatriada de Estados Unidos por la falta de potenciales compradores, y tras el anuncio del mandatario de rifarlo.

La última de las reacciones en contra de la idea de que se lleve a cabo una rifa provino de la oposición, en este caso del liderazgo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso. “No se puede vender lo que no es tuyo, ni rifar, ni donar, ni destruir, ni nada”, señaló el vocero del Grupo Parlamentario de la organización en la Cámara de Diputados, Hector Yunes Landa.

Yunes calificó la movida de López Obrador como una “cortina de humo” para ocultar “tantos errores que está cometiendo en muchos otros rubros", como el crecimiento económico, que fue prácticamente nulo durante 2019, el primer año completo con el mandatario tabasqueño al mando del país.

Sin embargo, estas no son las únicas críticas que ha propiciado entre la oposición. La coordinadora de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Verónica Juárez, aseguró que López Obrador debe reconocer que “utilizarlo sale mucho más barato que no utilizarlo”.

Y es que el avión estaba valuado en unos USD 218 millones cuando fue adquirido por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) y su sucesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue quien lo usó continuamente durante todo su sexenio. Sin embargo, el precio ha caído hasta los USD 130 millones.

La aeronave, bautizada José María Morelos en nombre de uno de los héroes de la Independencia mexicana, está en la espera de regresar al país desde un hangar de la Boeing en California, donde fue llevado para ofrecerlo a posibles compradores con asistencia de la ONU.

Después de un año y no tener opciones de compradores, Banobras (Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos), dependencia que compró el avión, determinó traer de regreso la aeronave y ponerla a disposición de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Para López Obrador, la imposibilidad de vender el avión presidencial le presenta dos problemas: que no ha podido cumplir con una de sus promesas más sonadas cuando era candidato, y la imposibilidad de usarlo debido a los estándares que el presidente mexicano estableció.

Para la actual administración, la aeronave es un lujo innecesario. El mismo mandatario de 66 años viaja en vuelos comerciales y, usualmente, en aerolíneas de bajo costo. Todo esto forma parte de su retórica de un gobierno “austero” que no derrocha los recursos del erario.

Debido a la falta de alternativas, López Obrador propuso las suyas: entre ellas, una rifa, pero también puso sobre la mesa la posibilidad de venderlo por partes o su alquiler por horas. “No son ocurrencias”, declaró ante las críticas por la falta de una opción seria y razonada, de acuerdo con la oposición.

“No es un gobierno de ocurrencia, es reparar un daño, si hasta debían de estar agradecidos porque causaron un grave daño y nosotros estamos buscando una solución, una salida. Quién los mandó a comprar ese avión, en que cabeza cabe comprar un avión lujosísimo, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, argumentó, señalando a sus dos antecesores en el cargo.

Sin embargo, el Partido Acción Nacional (PAN) también ha levantado la voz contra la intención de rifar la aeronave. “El presidente hizo pura demagogia con la oferta de obras sociales y solución a los problemas migratorios con las ganancias” de la venta del avión, de acuerdo con el vocero de la organización, Fernando Herrera.

“Él mismo (López Obrador) dio una imagen de sí mismo como un vender de puerta en puerta para ofrecer el avión”, mientras el país enfrenta, “graves problemas”. “El presidente debería gobernar en lugar de hacer campaña”, añadió. Tanto el PAN como el PRD han pedido recientemente que el tabasqueño use el avión.

La propuesta de la rifa, que llegó a las portadas internacionales de varios países alrededor del mundo, sería un sorteo con seis millones de boletos, cada uno con valor de 500 pesos, casi USD 27, administrado por la Lotería Nacional. La propuesta es que el ganador tenga el servicio de operación por uno o dos años, así como el “estacionamiento”.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, incluso anunció que, en caso de que el ganador provenga de la capital del país, se le condonará el pago de impuestos, que de acuerdo con la ley sería de unos 150 millones de pesos.

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