La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) atraviesa una de sus épocas más conflictivas en temas de movilización estudiantil, pues, aunque no se encuentra en huelga, desde hace unos meses varios de los planteles de la universidad constantemente entran en paro y posteriormente lo levantan.
La gran mayoría de estas protestas que detienen las actividades académicas en la universidad han tenido como motivaciones primeras la cantidad inmensa de acusaciones que hay por acoso y abuso sexual perpetradas por profesores y alumnos de distintas facultades.
Desde hace tiempo, una de las actividades feministas más frecuentes fueron los tendederos, cordones colgados en las explanadas de las facultades de la universidad donde las víctimas de estos tipos de violencia podían escribir un testimonio anónimo que todos pudiesen leer.
Ante la falta de respuestas eficientes por parte de las autoridades, colectivos feministas tomaron distintos planteles de la universidad, pero los tres que más resistieron con la protesta fue la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 7 “Ezequiel A. Chávez”, que ya fue entregada a las autoridades y reanudará actividades este 31 de enero, la ENP 9 “Pedro de Alba” y la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL), estos llevan casi tres meses en paro.
Luego de una serie de eventos como la muerte de un estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco por negligencia del personal médico del recinto, además de la amenaza de bomba que fue entregada a un grupo feminista de la la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, alrededor de ocho planteles fueron tomados a lo largo del pasado 30 de enero. Estos son:
La ENP 1 “Gabino Barreda”, ENP 6 “Antonio Caso”, ENP 2 “Erasmo Castellanos Quinto”, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPYS), el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, ENP 3 “Justo Sierra” , la ENP 9 “Pedro de Alba” y la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL).
Cada una de ellas entró en protesta por los problemas de violencia de género, la respuesta de las autoridades y la falta de diálogo del rector de la universidad, Enrique Graue, con la comunidad.
En prepa 6 se acordó un paro de siete días, el cual ganó con un total de 1,931 votos a favor, sin embargo, quienes no estuvieron a favor solicitaron a sus compañeros que se respetara los días pactados para realizar el paro de actividades.
En prepa 2 incluso tuvieron lugar confrontaciones, luego de que encapuchados tomaran la escuela después de que la asamblea decidiera no ir a paro de actividades. En CCH Azcapotzalco decidió entrar un paro de 72 horas en demanda a las mejoras de salud y enfermedad.
Por último, en la preparatoria 3, ya se suman nueve días de que comenzó el paro de actividades. Este tipo de protestas generan debates dentro de la máxima casa de estudios, pues hay quienes aseguran que ese tipo de maneras de protestar no son las adecuadas.
El caso que más recientemente consternó a la universidad fue el desalojo de FES Aragón por una amenaza de bomba
“ATENCIÓN, la Facultad debe ser evacuada a la brevedad, no corro, no grito, no empujo. Por cuestiones de seguridad de todas las personas nos debemos retirar, se les mantendrá informados por este medio”, explicó la FES Aragón en su cuenta de Facebook.
La organización feminista “Colectiva Violetas” denunció que un estudiante de la facultad llamado René “N” había intentado regalarles una planta que contenía una bomba. Las autoridades tuvieron conocimiento del asunto por medio de redes sociales, donde el agresor compartió videos en los que hablaba sobre el atentado.
El hombre, que se había identificado como estudiante de la carrera de Sociología en la UNAM, fue detenido por las autoridades competentes y puesto a disposición del Ministerio Público.
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