El actor mexicano Marco de la O, que encarnó a Joaquín “El Chapo” Guzmán en la serie de Univisión y Netflix que lleva el nombre del narcotraficante, aseguró que las narcoseries son valiosas porque, además de entretener al público, pueden ser un vehículo informativo que ayude a educar a la gente.
“Son valiosas porque al final de cuentas hoy la gente no lee, a la gente le da mucha pereza leer periódicos, libros, y este tipo de series aparte de divertir pueden informar", aseguró en una entrevista con Infobae México.
No somos un documental y no tenemos la verdad absoluta, que quede claro que es una serie para divertir, pero también si podemos enseñar algo y que dejemos pensando a la gente es un punto a favor
La serie “El Chapo” se estrenará por el canal A&E el próximo 3 de febrero.
El actor de 41 años argumentó que “El Chapo”, la serie que protagonizó durante tres temporadas, es un “thriller político”. “Me he encontrado con gente que quiere prohibir las series de narcos, yo les digo entonces vamos a romper el Guernica, porque es sobre la Guerra Civil española”, dijo con sarcasmo.
“Vamos a romper todos los cuadros que hablen de algo que sucedió. No, al contrario, hay que reflejarlo y que la gente lo vea, que no se vuelvan a cometer los mismos errores que hemos cometido”, añadió.
De la O además mostró su preocupación por la educación en México. “No hay que preocuparnos por las series, no hay que prohibirlas, hagamos educación, invirtamos en educación. Me entero que le quitaron presupuesto a cultura y educación, imagínate, un país sin educación está destinado a cometer los mismos errores”, reiteró.
Y es que, ante la proliferación de narcoseries, como “La Reina del Sur”, “El Señor de los Cielos”, “Narcos”, entre otras, algunos críticos han señalado estas producciones como una forma de ensalzar a los capos del crimen organizado responsables de la violencia e inseguridad en el país.
El agotamiento de las narcoseries
Sin embargo, a pesar de que cada vez más abundan este tipo de series, para De la O lo que importa es “la calidad, no la cantidad” y no cree que haya un agotamiento del género. El actor puso de ejemplo las películas sobre la Segunda Guerra Mundial como ejemplo.
“Hay películas que son muy buenas o muy malas, que te pueden gustar más o menos, pero cuando eres una persona que tienes educación puedes elegir. Pero en un país donde no hay educación, no eliges, te la ponen y te lo comes”, aseveró.
“Entonces hay que preocuparnos por eso, sí me preocupa el que sea una apología, porque tengo hijos y no me gustaría que dijeran que quiero ser como él, preocupémonos por enseñarles y ellos sabrán si la ven o no, pero con educación es muy diferente que si la ves sin educación”, argumentó.
La vida con y después del Chapo Guzmán
De la O ha quedado ligado a Guzmán Loera, quien después de consolidarse como líder del Cártel de Sinaloa y ser uno de los más buscados del mundo, fue detenido y extraditado a Estados Unidos, donde cumple una condena de cadena perpetua.
El actor aseguró a Infobae México que, a pesar de que se siente orgulloso de haber hecho “un personaje memorable”, hablando del ámbito actoral y no de la realidad, no volvería a interpretar al capo de Sinaloa, trabajo que se convirtió en el parteaguas de su carrera.
No volvería a hacerlo, pero no digo nunca porque más pronto cae un hablador que un cojo, pero tengo otros proyectos para que la gente me conozca como Marco de la O, porque ahora sé que salgo a la calle y me dicen Chapito
Después de 34 capítulos, divididas en tres temporadas, De la O se siente orgulloso también de haber participado en una serie que calificó como “inteligente, bien escrita, bien actuada y bien dirigida”, a pesar de que causó mucho revuelo por el personaje que pone en el foco.
El objetivo se cumplió, que era divertir, y un poquito informar, y demostrar que está bien hecho un trabajo de latinos
Sin embargo, a pesar de la exposición que el actor mexicano ha tenido con el personaje, nunca fue contactado por el mundo del narcotráfico. “Todo mundo entiende que esto es un divertimento, que es televisión y que simplemente soy un intérprete. La gente sabe perfectamente que soy un actor, no se han puesto en contacto conmigo”, dijo.
El personaje y el actor
Para separar la actuación de la realidad, De la O se apoyó sobre todo en su familia y en su amplia experiencia actoral. “Para ser actor no sólo se cultiva el cuerpo, sino también la mente, y esto te lo da el estudio, con preparación”, sentenció.
“La familia también me ayudó mucho, porque cuando regresaba del set a mi casa me daba dos trancazos (golpes) en la cabeza: aquí no eres el Chapo, ponte a lavar los platos. Cuando le cambiaba el pañal a mi hija, decía ‘esto es mi realidad’, la familia te pone los pies y la cabeza en la tierra”, relató.
Por último, el actor se mostró complacido por los elogios que ha recibido desde que se puso en los zapatos del ex capo del Cártel del Pacífico. “Cuando me hacen un elogio del personaje, me lo hacen a mí, porque yo lo creé, es como si me dijeran ‘bien hecho, Marco’”, concluyó.
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