En mayo de 2013, el nieto de Malcolm X fue asesinado en la Ciudad de México. Murió por una serie de golpes que recibió en los alrededores de la emblemática Plaza de Garibaldi, en el centro de la capital.
Era la víspera del 10 del mayo, Día de las Madres en el país. Cientos de personas caminaban por la plaza, famosa por sus mariachis y ser refugio de cantantes, poetas y hasta escenario de películas. Malcolm Latif Shabazz, de 29 años de edad, había viajado a México para encontrarse con el líder del movimiento de ayuda a los grupos desfavorecidos Rumec, con sede en California.
Esa fatídica noche, el joven había decidido pasar la noche en compañía de Miguel Suárez Meza, un viejo amigo mexicano que había sido deportado la semana anterior de Estados Unidos. Según testigos que declararon ante la extinta Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), ambos caminaban entre las personas en busca de un conjunto musical cuando se encontraron con dos mujeres jóvenes que decían ser turistas como ellos.
Los cuatro se fueron a The Palace Club, un bar improvisado dentro de un apartamento en el segundo piso de un edificio, a unos cien metros de Garibaldi. Suárez, que fue citado a declarar, le dijo en ese entonces a The Associated Press que la pelea comenzó al interior de este club, cuando el dueño del local les pretendió cobrar una cuenta de 15,000 pesos (USD 1,200). “Básicamente nos timaron”, señaló.
Malcolm y Miguel discutieron con los meseros, aseguraban que era imposible que en un par de horas hubieran consumido tanto. Los meseros respondieron que en el recibo estaba incluida la música que escucharon, el derecho a sentarse, la propina y el costo de las dos cubetas de cervezas que habían consumido. Como se negaron a pagar, se desató la trifulca. Entonces un empleado del bar les apunto con una pistola y a Malcolm lo encerraron en una habitación junto a cinco personas que lo golpearon brutalmente.
A Miguel le robaron su celular y su cartera, pero en un descuido logró escapar del club. A la media hora volvió, encontró a su amigo tirado en la acera a unos metros de la puerta del Palace. A los pocos minutos llegó una ambulancia a recoger a Malcolm. Sin embargo, el joven murió en el hospital público de Balbuena la misma noche a causa de las heridas. El informe médico detalló que fue golpeado en la cabeza, el estómago y el pecho “con un objeto romo”, posiblemente un tubo o un bate de béisbol.
Tras su muerte, policías de investigación obtuvieron una supuesta versión de residentes que escucharon a unos meseros decir que agredieron a un estadounidense. Sin un señalamiento directo, fueron detenidos los empleados David Hernández Cruz y Manuel Alejandro Pérez de Jesús. Un juez los sentenció a 27 años de cárcel por los delitos de homicidio calificado y robo agravado.
Un año y medio después también fue detenido Juan Dircio Guzmán, capitán de meseros en el club, quien también fue sentenciado a la misma pena.
Casi siete años después, la justicia ha decidido dejar en libertad a estos detenidos debido a que la PGJCDMX no aportó pruebas suficientes en el caso. Y es que al revisar el caso de apelación, el tribunal colegiado determinó que la procuraduría no aportó evidencia que señalara directamente a David Hernández Cruz en el asesinato.
“Tampoco aportan elementos para acreditar la responsabilidad del quejoso en su declaración ministerial, sólo corrobora que el quejoso se desempeñaba como mesero en ese lugar, pero no contiene alguna aceptación de que hubiese desapoderado de sus bienes o hubiese golpeado al hoy occiso, incluso ni siquiera se identifica con la dinámica expuesta por el denunciante que sustenta la versión ministerial por el que fue sentenciado”, señaló el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal.
Inconsistencias en la investigación
Ángel David Arellano Mariscal, abogado de uno de los acusados, dijo en entrevista para Televisa que "se puede establecer que los hechos no ocurrieron como lo dice la Procuraduría y que hubo un grave error judicial”. Y es que según señala el licenciado, el expediente del caso establece que Malcolm Latif Shabazz no murió por una golpiza sino a causa de unas lesiones que sufrió al caer de una altura considerable.
Según esta versión, hubo testimonios que no fueron tomados en cuenta por el Ministerio Público que arrojan que la víctima escapó por la azotea del bar para no pagar la cuenta, y al saltar hacia la calle se lesionó. Eso sería consistente con la ubicación de las heridas, localizadas únicamente en el lado derecho y una herida en la cabeza.
De acuerdo con Televisa, el doctor en Ciencias Forenses, Salvador Miguel Martínez, analizó los dictámenes periciales realizados por la entonces Procuraduría capitalina y señaló que las lesiones no eran consistentes con la teoría de la golpiza, pues debería de haber tenido heridas en ambos lados del cuerpo. A ello se suma una fotografía del 10 de mayo de 2013, donde se observa que el bar en el que supuestamente fueron atacados se encuentra intacto.
Un peritaje químico habría revelado la ausencia de sangre en el local, y otro examen químico-toxicológico habría dado indicios sobre la presencia de una droga psicotrópica conocida como benzodiacepina en la sangre Malcolm. Por estas inconsistencias, el letrado promovió un aparo federal en favor de Juan Dircio Guzmán.
Al respecto, el tribunal determinó que se vulneraron los derechos fundamentales de seguridad jurídica, legalidad y presunción de inocencia. Por ello, dejó en libertad a los tres acusados.
De acuerdo con Arellano Mariscal, la entonces Procuraduría de Justicia capitalina fabricó culpables. Ante este hecho, la defensa busca que la ahora Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ofrezca una disculpa pública y repare el daño ocasionado.
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