Víctor Manuel Félix Beltrán, “El Vic”, identificado como principal operador financiero del Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, escapó del Reclusorio Sur de la Ciudad de México este 29 de enero por la madrugada. Él y otros dos reos de nombres Luis Meza y Yael Osuna no pasaron lista esta mañana, lo que alertó a las autoridades. Luego de revisar las instalaciones se percataron de que los tres criminales habían logrado salir.
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobierno de la Ciudad de México y Hazael Ruíz, subsecretario del Sistema Penitenciario de la capital del país, declararon en conferencia de prensa que los reos se encontraban en la Zona 1 de ingreso del penal de mediana seguridad.
Los separaban del exterior cinco exclusas con candados de seguridad que este miércoles fueron abiertas para que pudieran escapar. Por lo que los funcionarios declararon que hubo una “evidente colusión” de personal del reclusorio y funcionarios públicos. Hasta el momento consideran que podrían estar involucradas entre seis y 20 personas.
La Fiscalía realiza investigaciones para determinar quiénes fueron los responsables de la fuga y dar con el paradero de los tres sujetos. Los resultados determinarán modificaciones a la estructura del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, así como las sanciones a los involucrados, dijo Rosa Icela Rodríguez.
Durante su estadía en el pedal, los reclusos no tenían acceso al patio. Sólo podían habitar en la zona en la que estaban asignados.
Hasta el día de hoy no había ningún dato sobre el día en que serían extraditados a Estados Unidos.
A pesar de que los reos son juzgados por tribunales federales y son considerados de gran peligrosidad, no habían sido trasladados a penales con mayor medidas de seguridad. Hazael Ruíz declaró de que, a pesar de realizar las debidas solicitudes para que fueran trasladados a otros reclusorios, jueces ordenaron su pertenencia.
En cárceles de la Ciudad de México hay 1,400 personas privadas de su libertad con procesos federales, de las cuáles aproximadamente 70 tienen orden de extradición.
Beltrán y Meza, originarios de Sinaloa, fueron acusados de delitos contra la salud, mientras que Navarro de Nayarit fue encerrado por asociación delictuosa.
Después de darse a conocer su desaparición, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México realizó una investigación dentro del reclusorio, pero no reportó hallazgos. También alertó al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciónes y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5) para intentar ubicar a los prófugos a través de las cámaras.
Se inició un operativo en la zona pero de manera discreta. Medios de comunicación en el sitio reportaron que sólo hay presencia de policía en la entrada del penal.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum publicó en su cuenta de Twitter un comunicado sobre la fuga de los tres reos del Reclusorio Sur.
Quién es Víctor Manuel Félix Beltrán
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos catalogó a Félix Beltrán en 2012 como uno de los principales narcotraficantes del Cártel de Sinaloa. Es hijo de Víctor Manuel Félix Félix, conocido como “El Señor” o “El 69”, consuegro de Guzmán Loera y también miembro importante de la organización delictiva hasta su captura en 2011.
Hace tres años fue juzgado en San Diego, California, Estados Unidos. Le dictaron una sentencia de 14 años.
El ahora prófugo de la justicia fue detenido en Santa Fe, Ciudad de México, el 26 de octubre del 2017. Fue sorprendido en un inmueble por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). A las 6:00 horas del mismo día, fue trasladado bajo un fuerte operativo de seguridad a la Subprocuraduría de Investigación de Delincuencia Organizada (Seido).
Después de su detención, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) informó que era el encargado del blanqueamiento de dinero por el tráfico de drogas. Además, mantenía “vínculos con otras organizaciones delictivas encargadas de la producción y trasiego de estupefacientes en las entidades de Guerrero y Jalisco”.
El cargo lo heredó después de la captura de su padre, quien además enviaba cocaína a territorio estadounidense. “El Vic”, siguió sus pasos, pero agregó heroína. Después de la captura de “El Chapo” comenzó a lavar dinero para los hijos del capo: Jesús Alfredo e Iván Archivaldo.
Pronto se hizo cercano a las nuevas cabecillas del Cártel de Sinaloa. Estuvo presente durante el secuestro que sufrieron los descendientes de Guzmán Loera en mayo del 2016. Fueron capturados en el restaurante La Leche en Puerto Vallarta, Jalisco por los hijos de Dámaso López Núñez “El Licenciado”, quienes peleaban por el poder de la organización criminal.
A través de una identidad falsa y de prestanombres comenzó a comprar varios inmuebles y propiedades en Culiacán, Guadalajara y la Ciudad de México, lugares en los que operaba. En 2015 fue señalado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los elementos más importantes de la organización delictiva.
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