Un fotógrafo venezolano y un socio colombiano de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, tenía una tarea no escrita en en los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG): llevar mujeres a sus cabecillas y sicarios que escogían a través de catálogos o de fotografías.
Cada uno con una organización criminal, a cambio de un pago llevaban mujeres a los narcotraficantes ya fuera a los lugares más reconditos en los que estuvieran lejos de la autoridad e incluso hasta sus celdas en prisiones de máxima seguridad.
Este es el caso del fotógrafo venezolano Miguel José Leone Martínez, cuyo nombre se hizo público el año pasado, al conocerse que manejaba una red de prostitución que daba servicios al cártel Jalisco.
Uno de los clientes a los que llevaba modelos al reclusorio era Abigael González Valencia ‘El Cuini’, cabecilla de la organización criminal Los Cuinis, el brazo financiero del CJNG.
De acuerdo con las conversaciones difundidas en junio de 2019 por el diario mexicano Milenio y retomadas por Univisión, el fotógrafo intentaba convencer a una modelo para acompañar a un prisionero de alto perfil a cambio de un pago de entre USD 3,000 y 3,500 por día y cuanto más tiempo se quedará cobraría más. Le aseguró que la celda de su amigo era un “paraíso” y que además le estaba permitido vestir con ropa de diseñador y usar caros relojes.
“Parece un búnker de un barco de lujo. Súper bien. Tiene cuartos ahí, tiene lacayos, tiene mesoneros todo el día; tienes el chef todo el día, lo que tú pidas te lo llevan (…) Lo vas a conocer y te vas a enamorar de él”, le dijo Leone Martínez a la mujer a la que identifica como ‘Nairín’ y ‘More’.
También le señaló que anteriormente una mujer de origen colombiano se había mudado a Ciudad de México para convertirse en una de sus parejas a cambio de un departamento de lujo y dinero.
“Yo fui con dos colombianas que son hiper súper famosas a verlo. Famosas, famosas, famosas. De tres millones de seguidores en Instagram y equis. O sea, no digo nombres. Lo fuimos a conocer porque ellas lo querían conocer. Marica, y la vaina es impecable, impecable”, agregó.
Sus relaciones con el cártel mexicano quedaron al descubierto en abril de 2018 cuando la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro lo señaló por “hacerse pasar por un fotógrafo de moda” para encabezar una red internacional de prostitución en nombre de Los Cuinis.
“Leone usa su profesión para reclutar modelos y participantes de concursos de belleza de Sudamérica y Europa, para servir como prostitutas para los principales miembros de Los Cuinis en México y otros lugares”, señaló la OFAC en un comunicado.
“El Departamento del Tesoro está apuntando a individuos que trabajan en nombre de violentos narcotraficantes mexicanos y apoyan sus opulentos estilos de vida traficando drogas mortales a Estados Unidos", dijo Sigal Mandelker, subsecretario de terrorismo e inteligencia financiera de la OFAC.
Según la dependencia, el fotógrafo trabaja en coordinación con Jesús Pérez Alvear, un promotor musical de narcocorridos acusado de ser prestanombres del cártel Jalisco, “El Mencho” y de Los Cuinis para quienes también lavaría dinero a través de la industria musical.
El catálogo del cártel de Sinaloa
Durante un cateo realizado en Durango por marinos en propiedades del cártel de Sinaloa se descubrió un catálogo de mujeres que pertenecía a un socio de “El Chapo” en el que aparecían actrices y modelos colombianas y mexicanas, durante el juicio al narcotraficante en Estados Unidos, una mujer llamada Andrea Vélez fue presentada como la coordinadora de la red se sexoservidoras que además de llevar mujeres a la organización criminal, también lo hacía con políticos.
Algunas de las fotos que se incluían en la carpeta estaban las de las actrices y modelos Maritza Rodríguez, Ximena Erazo, Katie Barberi, Ángela Casas, María Cecilia Sánchez, Isa Córdoba, Adriana Laiseca, Diana González, Alexandra Serrano, Mafre Yepes, Yazmín Zivic, Adriana Botina, Maritza Cano y Katerine Escobar.
Acevedo y Botina negaron conocer al narco y sostuvieron que nunca habían estado en México.
La primera vez que se habló del catálogo fue en 2016, cuando la revista colombiana Semana publicó que el encargado de reclutar a las famosas era Darío Úsuga “El Otoniel”, amigo de “El Chapo”, quien las contactaba por medio de Élite Asociados. Cada mujer recibía un pago de 40 mil pesos mexicanos por cita.
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