Isabel Cabanillas y Yunuén López eran dos activistas feministas que fueron encontradas sin vida en Ciudad Juárez y Morelia. Su muerte movilizó a cientos de mujeres mexicanas que marcharon la tarde del 25 de enero en la Ciudad de México en una protesta llamada “Por Nuestras Hermanas Activistas Feministas Asesinadas”.
Las protestas feministas han tenido una presencia más fuerte en los últimos años, cada vez que una de ellas tiene lugar se abre un fuerte debate acerca de “las formas” en las que deben llevarse a cabo este tipo de movimientos.
En esta ocasión, la manifestación contó con la presencia de Araceli Osorio, la madre de Lesvy Berlín, quien fue encontrada muerta dentro de las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México el 3 de mayo de 2017 y se volvió un ícono de la lucha feminista en México. Durante la protesta, la madre caminó como parte de aquel movimiento que en muchas ocasiones exigió justicia para su hija, además de realizar un posicionamiento en contra de la violencia de género y una exigencia de justicia para todas las víctimas de este problema.
El ya conocido “México feminicida”, las consignas en sobre la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y las denuncias por violencia de género no faltaron en la movilización convocada por el colectivo “Ni una más México”. Sin embargo, otra cosa que no faltó fueron las pintas y los destrozos durante la marcha, una práctica frecuente en las movilizaciones capitalinas de cualquier tipo.
Ante esto, Osorio dijo a El Universal que el objetivo de la marcha no era romper cosas, si no hacer un posicionamiento contra la violencia de género. Ella misma aseguró que no es la forma de pedir justicia, por lo que pidió respeto para los espacios donde los colectivos de género realizan sus posicionamientos.
Otra de las prácticas conocidas en las protestas sociales son las personas encapuchadas. Esta marcha no fue la excepción, algunas de las participantes llevaban la cara cubierta y rompieron varias cosas a un lado de la “Antimonumenta”, ubicada enfrente del Palacio de Bellas Artes.
En repetidas ocasiones, las participantes de protestas feministas han declarado que estar hartas y enojadas porque no hay una respuesta óptima de las autoridades ante los asesinatos, agresiones, violaciones y abusos que viven las mujeres en México todos los días.
Durante la movilización que tuvo lugar en el marco del Día Internacional de la Mujer, una de ellas dijo al periódico La Jornada:
Nos matan, nos violan, nos roban, nos explotan, nos acosan y las instituciones que deberían defendernos y protegernos en realidad son fieles al patriarcado y sólo simulan, revictimizan y mantienen silencios cómplices e impunidades asesinas
Por otra parte, para mantener la seguridad durante la marcha, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) realizó un operativo con 1,660 agentes mujeres, además de que contó con 158 patrullas y un helicóptero. En la protesta tuvo lugar un enfrentamiento entre las uniformadas y las feministas, que dio como resultado tres policías lesionadas.
De acuerdo con el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) una de ellas presentó golpes múltiples, otra quemaduras de primer grado en la pierna y la última fue atendida por luxación de hombro y contusión de mandíbula. También se atendió a una menor de edad, una joven de 24 años intoxicada por el gas pimienta y otra por irritación ocular.
Feminicidios en México
De 2018 al cierre de 2019, las cifras de feminicidios en México se dispararon un 10.3% al registrarse 1,006 asesinatos a mujeres en ese año. Según reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) en los últimos años este tipo de asesinatos se han disparado en más del 100%, sobre todo en estados como Veracruz, Nuevo León, Puebla y el Estado de México.
Entre los datos más conocidos sobre el tema, está el que reveló la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre que en México matan alrededor de 10 mujeres por día. La violencia de género ataca a las mexicanas de forma cotidiana, de tal manera que están cansadas de la situación y constantemente salen a exigir que esto pare porque, a pesar de que las estadísticas y los números se repiten una y otra vez, a ellas no se les olvida que en México sí se mata a las mujeres, por lo que constantemente demuestran que sus acciones son consecuencia del hartazgo y la inseguridad en un país donde no se les deja vivir tranquilas.
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