Dulce Susana Jacobo Cruz es el nombre de la estudiante de 26 años de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), quien apareció el pasado viernes después de que sus familiares la reportaron como desaparecida.
La mujer originaria del estado de Morelos estuvo detenida durante cinco días junto con migrantes provenientes de Honduras, ya que el Instituto Nacional de Migración (INM) pensó que era una migrante de esa nacionalidad.
Al momento de su detención, Jacobo Cruz acompañaba a la caravana migrante desde su ingreso a territorio mexicano en el puerto fronterizo El Ceibo. La joven se encontraba haciendo un trabajo antropológico sobre el fenómeno migratorio.
Páginas de Facebook compartieron una publicación con la información académica de la joven y lo que se encontraba haciendo con la caravana. Según los escritos compartidos por medio de redes sociales, a la estudiante se de le retiraron sus identificaciones y medios de comunicación.
“Ella es Dulce Susana Jacobo Cruz. Ingresó en el 2016 a la ENAH en la licenciatura de etnología. Hace unos días, acompañando a la caravana migrante que se desplaza desde Honduras, Dulce fue retenida por agentes de alguna corporación policíaca o migratoria (tenemos información muy fragmentada) junto con un grupo de migrantes y llevada a un centro de detención. En este espacio perdió sus identificaciones y le fue retirado su teléfono celular”, informó la publicación emitida por la página Asamblea General ENAH.
“Mantuvo contacto con algun@s compañer@s y con su madre, los cuales les compartió su última ubicación (Villahermosa). Desde entonces se desconoce su paradero. Su madre se ha comunicado conmigo para convocar la solidaridad en favor de Dulce Susana. Ella saldrá mañana a Tabasco a solicitar que la Fiscalía de la entidad emita una alerta AMBER y demos con ella. Es posible que haya sido confundida con una migrante y que no se le haya permitido demostrar su nacionalidad. Necesitamos apoyo financiero (especificaremos el número de cuenta en breve) y el apoyo de amigos y amigas solidarias que la orienten en Tabasco. Este es un primer comunicado. #Dulcedevueltaacasa”, decía el comunicado.
Después de su liberación el pasado 24 de enero, Jacobo Cruz, acusó al INM de violaciones a sus derechos humanos. También señaló los maltratos que viven los migrantes, ya que las familias son separadas.
Dentro de su experiencia, la joven narró que estuvo incomunicada, además no fue ayudada para corroborar su nacionalidad. Fue solamente cuando la presión en redes sociales fue demasiada que se le puso atención a su caso.
Agregó que al interior de las instalaciones del INM atestiguó actos de intimidación y tortura hacia las personas que estaban detenidas y que incluso hay quienes llevan semanas ahí.
“Había comentarios racistas por parte de integrantes de migración, algunos les dijeron a mis compañeros que ni siquiera Estados Unidos los quería, que por qué se estaban quejando, que lo único que podían hacer era deportarlos. Cuando los llevaron ahí no les dijeron que estarían detenidos”, dijo al diario El Financiero.
“Estas personas están aisladas, son privadas de los artículos necesarios para su aseo personal, y cuando en los grupos vienen familias, estas se separan al entrar en los albergues, ya que se dividen entre hombres y mujeres”, agregó.
Jacobo Cruz narró también que el 20 de enero se registró un motín e intento de fuga en la estación migratoria de Ciudad Industrial de Villahermosa. Este se originó cuando los migrantes reaccionaron a un rumor de que se estaban llevando a dos menores, según la publicación.
Entrada de migrantes a México
Miles de migrantes cruzaron irregularmente el pasado jueves el río Suchiate, frontera entre México y Guatemala. Este fue el segundo intento de migrantes centroamericanos que partieron la semana pasada desde sus países.
El pasado lunes hubo un intento fallido después de que la Guardia Nacional impidió que centenares de personas entraran irregularmente a México, después de que el gobierno rechazara si petición formal de ingreso. Según el INM al rededor de 500 individuos entraron a territorio mexicano pero la gran mayoría fue detenida.
El pasado fin de semana, centenares de personas se agolparon en la frontera entre México y Guatemala. Principalmente en dos puntos, en el cruce tradicional de Tecún Umán (Guatemala) con Ciudad Hidalgo (México), separados por la frontera natural del río Suchiate, y por el puerto fronterizo El Ceibo, que une ambas naciones por el suroriental estado de Tabasco.
El sábado 18 de enero, el INM anunció que permitía el ingreso por grupos de 20, a quienes revisarían su condición migratoria.
Unas mil personas entraron y fueron llevadas a estaciones migratorias y si bien se está evaluando su condición de asilo o la oferta de trabajo, las autoridades migratorias informaron que la mayoría serían deportados.
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