Este martes 21 de enero, el ex secretario de seguridad pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, se presentó ante el juez Brian Cogan -el mismo que sentenció a Joaquín “El Chapo” Guzmán a cadena perpetua- en la Corte de Nueva York, quien le otorgó una nueva audiencia para el 2 de abril, con la finalidad de que el equipo legal del ex funcionario mexicano tenga más tiempo de preparar su defensa.
Uno de los abogados de García Luna, Juan Pablo Morillo, reveló en entrevista para Radio Fórmula, que el ex funcionario mexicano está dispuesto a entregar la información que tiene guardada en su celular, su computadora y otros dispositivos, con la finalidad de llegar a un acuerdo que pudiera salvarlo de la cadena perpetua.
De acuerdo con la periodista mexicana Anabel Hernández, el ex encargado de la seguridad del país podría obtener algunos beneficios, sólo si se atreve a señalar a algunos personajes de la política mexicana relacionados con el crimen organizado, lo que podría hacer caer a varios “peces gordos” como el ex mandatario Carlos Salinas, con quien, dijo, se reunió varias veces.
Genaro García Luna, quien en su primera audiencia se declaró “no culpable” enfrenta tres cargos de conspiración para traficar cocaína en Estados Unidos y otro por un falso testimonio, además de que es señalado de haber recibido millones de dólares de parte del Cártel de Sinaloa, para proteger a esa organización criminal, cuando era secretario de Seguridad Pública.
¿Quién podría caer?
Carlos Salinas de Gortari
El ex presidente mexicano no estaba en el radar de las redes de complicidades de quien fuera encargado de la seguridad pública del país, hasta que Anabel Hernández lo reveló.
Salinas de Gortari fue presidente de México de 1988 a 1994, pero su poder político sigue vigente. Durante su sexenio se generaron una serie de situaciones en lo político, en lo social y en lo económico, que México arrastra hoy en día.
En ese periodo se llevó a cabo la negociación y la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá; el asesinato del candidato priista a la presidencia Luis Donaldo Colosio, al tiempo que había una gran agitación social. Sin embargo, el mandatario concluyó su sexenio proyectando la idea de que México estaba por entrar al primer mundo.
Genaro García Luna ingresó al Centro Nacional de Inteligencia (Cisen) en 1989. Ahí fue donde el llamado “súper policía” se formó en el espionaje y se especializó en hacer el trabajo sucio.
Gracias a ello, fue escalando en el sistema de seguridad pública, hasta llegar a tener un poder inusitado durante el gobierno del ex presidente Felipe Calderón, que lo llevó a ser la mano derecha del mandatario.
Los caminos de Carlos Salinas y Genaro García Luna se cruzaron cuando éste último, aún siendo secretario de Seguridad Pública en el sexenio Calderonista, diseñó los modelos de construcción de reclusorios concesionados a grandes empresarios.
De acuerdo con el periodista Salvador García Soto, a cambio de un contrato millonario del gobierno federal, los empresarios pagaban una cuantiosa comisión que era cobrada por Salinas e incluso, por el siguiente mandatario, Enrique Peña Nieto.
Según García Soto, una fuente le reveló la existencia de al menos siete reclusorios asignados para su construcción y operación a grandes empresarios mexicanos, algunos de ellos propietarios de compañías de renombre (como medios de comunicación).
Cada contrato para un reclusorio era de unos 7,000,000 de pesos aproximadamente, y el negocio favorecía a todas las partes: el empresario ganaba gracias al respaldo del gobierno y al presupuesto federal que le permitía obtener fácilmente créditos de grandes bancos para financiar la obra. Salinas y Peña Nieto, por su parte, recibían cuantiosas comisiones por su colaboración.
La fuente de García Soto aseguró que durante el proceso de “negociaciones” se reunió varias veces con Salinas, y cuando todo estaba listo solía decirle en clave: “está listo el tema, no te olvides de mandar el vehículo”. Con esto último se refería al dinero que al final era repartido entre los dos grandes beneficiarios de este esquema de corrupción al más alto nivel.
Vicente Fox Quesada
Genaro García Luna fue el titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) durante el sexenio de Vicente Fox, el primer presidente panista de México. Durante su gobierno, Joaquín “El Chapo” Guzmán se escapó por primera vez del penal de máxima seguridad de Puente Grande, ubicado en el estado de Jalisco (19 de enero de 2001).
Desde ese entonces, se hicieron señalamientos en contra del gobierno del ex mandatario que aludían a complicidades para permitir la fuga. Fox Quesada negó todas las acusaciones. Sin embargo, durante el llamado “juicio del siglo” en contra de “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, involucró a Vicente Fox con el crimen organizado.
El 9 diciembre de 2005 ocurrió el caso que más expuso a García Luna: el de la “captura” de Israel Vallarta y su novia, la francesa Florence Cassez, señalados como presuntos líderes de la banda de secuestradores “Los Zodiaco”.
Ese día, García Luna junto con elementos de la AFI, ingresaron al rancho “Las Chinitas” ubicado en la carretera México-Cuernavaca. Acompañados por cámaras y reporteros de Televisa y TV Azteca, se hizo una transmisión “en directo” del rescate de una mujer y su hijo, presuntamente secuestrados por Vallarta y Cassez. Ante las cámaras, los inculpados negaron los hechos.
Tiempo después, se comprobó que todo se trató de un montaje por parte de García Luna. Cassez quedó libre por “violaciones al debido proceso”, pero Vallarta aún sigue en prisión.
García Luna nunca fue sancionado por estos hechos.
Rafael Macedo de la Concha y Daniel Cabeza de Vaca
Las denuncias y señalamientos en contra de García Luna por sus nexos con el crimen organizado fueron conocidas por los titulares de la Procuraduría General de la República (PGR) de Fox, Rafael Macedo de la Concha y Daniel Cabeza de Vaca, pero no hicieron nada.
Felipe Calderón Hinojosa
Desde la Secretaría de Seguridad Pública, García Luna fue el funcionario más cercano al ex presidente Felipe Calderón así como el arquitecto de la llamada “guerra contra el narcotráfico”. En el 2013, la revista Forbes publicó una lista con los nombres de los 10 mexicanos más corruptos, en la que aparecía García Luna. La periodista Dolia Estévez quien escribió el artículo, lo calificó como “el hombre más temido” del gabinete de Calderón.
A lo largo de todo su sexenio, se destaparon numerosas acusaciones que evidenciaban la relación y protección que García Luna le daba al Cártel de Sinaloa. Sin embargo, Calderón lo mantuvo en su cargo.
En diciembre de 2019, en entrevista con Carmen Aristegui, el ex comisario General de la Policía Federal Preventiva (PFP), Javier Herrera Valles, reveló que desde el 2008, el expresidente Felipe Calderón sabía de los vínculos con el narco que tenía su secretario de Seguridad Pública, toda vez que él mismo le envió varias cartas, lo que le valió ser detenido, amenazado y golpeado tras denunciar las irregularidades, supuestamente por órdenes del propio Genaro García.
En el año 2012, el narcotraficante Edgar Valdés Villarreal, alias “La Barbie”, envió una carta al periódico Reforma, en la que acusó a Felipe Calderón y a su ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de tener vínculos y recibir dinero del narcotráfico.
“La Barbie” denunció a Calderón Hinojosa por perseguirlo políticamente, debido a que, aseguró, se negó a ser parte del trato que el ex mandatario quería hacer con los grupos de delincuencia organizada.
Incluso, el narcotraficante aseguró que Calderón encabezó juntas con líderes de la delincuencia organizada, como Heriberto Lazcano, Miguel Ángel Treviño, Arturo Beltrán Leyva y “El Chapo” Guzmán.
Eduardo Medina Mora
Encabezaba la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) durante el sexenio de Felipe Calderón. A lo largo de su larga carrera política y pública, el hombre de 62 años estuvo involucrado en varios casos ligados a la corrupción e impunidad, entre los que más destacan es el llamado Caso Atenco, el “Michoacanazo”, la violación a los derechos humanos de tres mujeres indígenas acusadas de secuestro de policías e incluso la tragedia del incendio en la guardería ABC.
Desde su puesto como procurador, Medina Mora conoció las acusaciones que se vertieron sobre García Luna, sin embargo, nunca se actuó en contra del llamado “súper policía”.
En entrevista con Azucena Uresti para Milenio Televisión, Herrera Valles señaló que Eduardo Medina Mora (quien renunció a su cargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ser investigado por el delito de lavado de dinero por supuestas transferencias millonarias en Reino Unido y Estados Unidos), nunca inició investigaciones contra el ex titular de la SSP, sólo un “acta circunstanciada” que no tuvo relevancia.
Guillermo Galván Galván
Fue el secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio de Felipe Calderón. De acuerdo con versiones periodísticas, el General Galván Galván llegó a su cargo impulsado por García Luna. Es por eso que aunque, operativamente, la guerra contra el narco la llevaban a cabo elementos del Ejército y de la Marina, García Luna era quien planificaba las estrategias.
Según el semanario Proceso, todo el gabinete de Calderón estaba al tanto de las relaciones de García Luna con el narcotráfico, incluido el secretario de la Defensa Nacional. Las andanzas del hombre más cercano a Calderón Hinojosas también fueron conocidas por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar, quien inclusive le alertó de la situación al ex mandatario, lo que tuvo que “pagar un costo político”.
Mariano Francisco Saynez Mendoza
La Secretaría de Marina en el gobierno de Felipe Calderón, encabezada por Mariano Francisco Saynez Mendoza, fue otro de los brazos operativos del combate al narcotráfico, por lo que trabajó de la mano de García Luna.
Sin embargo, en varias ocasiones, el gobierno de Estados Unidos ha expresado su confianza al cuerpo de marinos mexicanos, a diferencia de lo que ocurre con el Ejército, quienes ha sido señalado de tener vínculos con el crimen organizado.
Hasta este momento, el nombre del Almirante no ha sido relacionado con el ex secretario de Seguridad Pública.
Luis Cárdenas Palomino
El poder y la impunidad que gozó Genaro García Luna al ser el hombre más cercano al ex presidente Felipe Calderón, lo llevó no sólo a brindarle protección al Cártel de Sinaloa y a Joaquín “El Chapo” Guzmán a cambio de millones de dólares, sino a encabezar junto a su círculo más cercano en la policía, un “cártel” que lo mismo traficaba drogas, que cometía delitos de alto impacto.
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo” (hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, considerado como el actual líder del Cártel de Sinaloa), le reveló la forma en la que operaba la Policía Federal, que dependía de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular era García Luna.
Según lo relatado por “El Vicentillo” y que quedó plasmado en el libro “El Traidor”, Genaro García Luna convirtió a muchos de los policías federales en gatilleros al servicio de “El Mayo” y “El Chapo”. Pero también comenzaron a comprarle droga, por lo que los uniformados se convirtieron en traficantes.
Las acusaciones señalaban al equipo más cercano del llamado “Súper Policía”: Luis Cárdenas Palomino, quien fue titular de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) y mano derecha de García Luna, así como a Ramón Pequeño García, ex jefe de Inteligencia de la misma corporación, entre otros funcionarios.
En noviembre de 2018, casi a la par del juicio en contra de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera “El Chapo” en una corte de Nueva York, se llevó a cabo otro proceso judicial, pero en la Corte de Distrito Norte de Chicago, Illinois.
Ahí se procesaba al ex comandante de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, arrestado por las autoridades de Estados Unidos en abril de 2017 acusado de colaborar con el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva; cuando se presentó un testigo clave: Sergio Villarreal Barragán alias “El Grande”, lugarteniente del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
De acuerdo con Anabel Hernández, quien tuvo acceso a las declaraciones de “El Grande”, el narcotraficante reveló que Genaro García Luna y su “compadre” Luis Cárdenas Palomino, colaboraban para el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante el sexenio de Felipe Calderón.
Describió los encuentros entre Luis Cárdenas Palomino con Arturo Beltrán Leyva, Cárdenas Palomino era Coordinador de la División de Seguridad Regional de la SSP y García Luna era el Secretario.
Cárdenas Palomino pertenecía al círculo más cercano de García Luna desde 2001 cuando éste último fue nombrado por el presidente Vicente Fox como titular de la Agencia Federal de Investigaciones. Una vez que terminó el sexenio de Felipe Calderón, Cárdenas Palomino se fue a trabajar con el empresario Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas.
Ramón Pequeño García
En el juicio en contra de Iván Reyes Arzate, Sergio Villarreal Barragán aseguró que también conocía a Ramón Pequeño García, quien también formaba parte del equipo más cercano de García Luna desde la Agencia Federal de Investigaciones en el sexenio de Vicente Fox.
Ramón Pequeño fue titular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) de 2008 a 2009. Luego, de 2009 a 2013 encabezó la División Antidrogas de la PF cuya misión era combatir a los cárteles, entre ellos al de Sinaloa, así como a la producción, tenencia y tráfico de estupefacientes. Después, de 2013 a 2015, fue titular de la División de Inteligencia de la PF.
Una de sus funciones al frente de esta división era la de estar al mando del monitoreo de las cámaras de seguridad de los centros penitenciarios, justo cuando ocurrió la segunda fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del Cefereso 1, en Almoloya, Estado de México en 2015, por lo que fue destituido por el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El ex comisario de la Policía Federal, Javier Herrera Valles, quien fue acusado de delincuencia organizada y encarcelado tres años tras enviarle al ex presidente Felipe Calderón dos cartas denunciando los vínculos de García Luna con el narcotráfico, reveló a Aristegui Noticias, que Pequeño García es asesor de Alfonso Durazo, actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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