En la mira de EEUU: el FBI estaba detrás del “Chapo” Guzmán desde 1993

Desde ese entonces, el FBI lo describió como “más inteligente y más organizado” que otros narcotraficantes que operaban en esa época

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Joaquín Guzmán Loera (Fotoarte: Steve
Joaquín Guzmán Loera (Fotoarte: Steve Allen/Infobae)

El gobierno de Estados Unidos seguía los pasos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, muchos años antes de que llegara a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo.

De acuerdo con un expediente obtenido por Milenio, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) comenzó a seguirle la pista, entre otras cosas, a raíz del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido el 24 de de mayo de 1993, en el Aeropuerto Internacional de Jalisco.

El medio destaca que la agencia estadounidense siguió muy de cerca las actividades del capo tras ser capturado por primera vez en Guatemala. El expediente lo hizo a través de recortes de periódicos, desde el verano de 1993 y hasta el invierno de 1994.

La oficina del buró en San Diego reportaba desde hace 27 años, el relato pormenorizado de los pasos de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, quien en ese momento era prófugo de la justicia mexicana tras ser implicado en el asesinato del Cardenal Posadas Ocampo.

De acuerdo con la versión
De acuerdo con la versión oficial, el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo resultó muerto en una balacera entre Joaquín "El Chapo" Guzmán y los hermanos Arellano Félix (Foto: Archivo)

“Un importante narcotraficante buscado en relación con el asesinato de un cardenal católico romano está bajo custodia después de ser capturado por las autoridades guatemaltecas, dijo el fiscal general de México (Jorge Carpizo) ayer”, se reporta en el documento 92C-SD-50684D32-22 del expediente.

En el expediente “El Chapo” es descrito como “más inteligente y más organizado” que otros narcotraficantes que operaban en esa época.

“Es probablemente el narcotraficante número uno en México”, dijo un oficial de control de drogas. Incluso se le vinculaba con capos de la cocaína en Colombia y de la heroína en Tailandia.

El diario destaca que en en el documento 92C-SD-50684SubD32-25, el FBI da cuenta de un narcotúnel de casi medio kilómetro de largo que en México empezaba en los alrededores del aeropuerto internacional de Tijuana y en Estados Unidos terminaba en la comunidad de Otay Mesa. Se le atribuyó a “El Chapo” Guzmán y a Héctor “El Güero” Palma.

Las “fugas”

(Foto: Especial)
(Foto: Especial)

Luego de ser detenido en Guatemala en junio de 1993 y de su “fuga” del penal de Puente Grande, Jalisco, en un carrito de lavandería, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera se convirtió en uno de los hombres más perseguidos del mundo. Estuvo 13 años prófugo hasta que fue reaprehendido el 22 de febrero de 2014 en un condominio de Mazatlán Sinaloa, por elementos de la Marina mexicana, luego de eludirlos por varios días por un sistema de túneles.

De inmediato fue recluido en otra cárcel de máxima seguridad, la del Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México, en donde según las autoridades, estaba aislado y era vigilado día y noche a través de cámaras de seguridad.

Sin embargo y pese a los antecedentes de la fuga de Puente Grande, “El Chapo” tuvo nuevas concesiones en el penal del Altiplano por las que habría pagado sumas millonarias y era capaz de enviar indicaciones a personas de su confianza a través de su abogado de aquel momento.

Tras permanecer preso durante más de un año, el sábado 11 de julio de 2015, el narcotraficante considerado, en ese momento, como el más poderoso de México y el mundo, escapó de la cárcel a través de un túnel de un kilómetro y medio de largo, desde el baño de su celda, hasta un terreno aledaño al penal. El túnel estaba iluminado y contaba con unas vías por las que habría escapado rápidamente a través de una motocicleta conducida por un ayudante.

“El Chapo” fue recapturado en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, el 8 de enero de 2016 y rápidamente fue transferido a otro penal en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, país al que fue extraditado.

Luego de un juicio que duró más de seis meses, fue condenado a cadena perpetua por el juez Brian Cogan, el mismo que se encargaría del juicio de Genaro García Luna, acusado de cuatro delitos: tres por conspiración para traficar drogas a Estados Unidos y uno por mentir bajo juramento sobre su relación con el narco.

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