Ellos son los cinco menores que torturaron y desangraron a “Cristo” en Chihuahua

Su cuerpo quedó tan irreconocible cuando lo encontró la policía dos días después que no le permitieron a la madre que lo viera

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Christopher fue cruelmente asesinado por tres de sus primos y dos amigos, todos menores de edad (Foto: Captura de pantalla)
Christopher fue cruelmente asesinado por tres de sus primos y dos amigos, todos menores de edad (Foto: Captura de pantalla)

En mayo de 2015, un brutal asesinato de un niño de seis años estremeció a México y dio la vuelta al mundo por la saña y las edades de quienes lo cometieron.

Eran los sádicos de la cuadra. A cinco menores, de 11 a 15 años, les gustaba quemar casas, matar perros y ofrecerlos a Satanás. Los nacidos en una colonia marginada del estado de Chihuahua fantaseaban con la idea de pertenecer al crimen organizado.

Su rito de iniciación ocurrió el 14 de mayo de 2015. Eligieron a Christopher, de apenas seis años, primo de tres de ellos y vecino de los otros dos.

Entrenaron con perros y gallinas, a los que degollaban o quemaban vivos. Muchas veces prendieron fuego a casas o amenazaron de muerte a otros vecinos. Esa era la cruel rutina de un juego de los menores que una tarde cualquiera acabó en sádica tragedia. La tarde que decidieron que mejor que seguir usando animales era usar a un niño.

"Cristo" fue desangrado y utilizado en un ritual satánico (Foto: Captura de pantalla)
"Cristo" fue desangrado y utilizado en un ritual satánico (Foto: Captura de pantalla)

Christopher Raymundo Márquez nació el 2 de enero de 2009 en Laderas de San Guillermo, del municipio de Aquiles Serdán, Chihuahua, una colonia pobre y violenta. En ese municipio el 25% de las casas están abandonadas y saqueadas, muchos de los padres consumen alcohol y drogas y hay prostitución.

Ese era el escenario en el que vivía esta pandilla de niños y adolescentes que decidierondivertirse” con un niño de un metro de altura y 39 kilos de peso que tenía un soplo en el corazón.

Christopher estaba sentado en la puerta de su casa. Se levantó cuando se acercó Valeria, una de sus primas que le prometió comprarle alguna fritura, y lo invito a “jugar”. Le dio la mano y se marchó con ellos. Valeria, Jorge, Irvin, Jesús y Alma, formaban un grupo que tenía aterrorizados a muchos de sus vecinos. Los dos mayores, de 15 años, son mellizos.

Una señora murió de cáncer y al poco tiempo ellos entraron en la vivienda a robar”, recuerdan los habitantes del marginado lugar. “Yo llevaba poco tiempo viviendo aquí, pasaron ellos frente a la casa y el mayor de 15 años, que llevaba un gran cuchillo, amenazó a mi hija de 15 con cortarle la cabeza”, explicó una mujer.

Los autores del bestial crimen también incendiaban y robaban casas (Foto: Captura de pantalla)
Los autores del bestial crimen también incendiaban y robaban casas (Foto: Captura de pantalla)

Hubo denuncias a la policía que quedaron en nada. “Una vez denuncié que habían entrado a robar en una vivienda y el joven de 15 trato de herirme con un machete”, reveló otro de los vecinos del lugar.

Aquella tarde, los menores, según la versión del fiscal del estado, decidieron que querían jugar a los secuestros y les pareció que su primo Christopher de seis años resultaba perfecto para hacer de víctima.

Aprovecharon que la madre de “Cristo”, Tania Mora, de 25 años, se metió en la vivienda para vigilar el fuego que tenía en la estufa. “Se me quemaban los frijoles que tenía en la lumbre. Le dejé sólo unos minutos y desapareció”, contó Tania en medio de lágrimas.

El niño vivía solo con su madre y sus dos hermanos, uno de cuatro años con una discapacidad psíquica, y que él ayudaba también a cuidarlo, y otro de dos. Era huérfano de un padrastro que lo adoptó como un hijo y que falleció dos años antes de un ataque al corazón.

Christopher y sus asesinos vivían en una colonia marginal del municipio de Aquiles Serdán en Chihuahua (Foto: Captura de pantalla)
Christopher y sus asesinos vivían en una colonia marginal del municipio de Aquiles Serdán en Chihuahua (Foto: Captura de pantalla)

Y fue en ese lapso en el que Tania se fue a vigilar el fuego que Christopher siguió a sus primos y amigos cuando le dijeron que se fuera al río a jugar con ellos, a recoger leña. Entonces, según el relato de los propios menores recogido por la Fiscalía, a uno de los dos adolescentes de 15 años se le ocurrió un nuevo juego: los secuestros.

'Cristo’ fue atado de pies y manos y, ya inmovilizado, comenzó el secuestro. Sin embargo, pronto la pandilla decidió aumentar la intensidad de su macabro juego e iniciaron una tortura. “Uno de los mayores le colocó un palo a la altura de la tráquea con el que le asfixiaron. El niño perdió el conocimiento, aunque aún estaba vivo. Es entonces cuando comenzaron a lanzarle piedras que le acusaron graves lesiones para finalmente apuñalarlo”, según explicó la fiscalía.

En realidad, Christopher fue asesinado salvajemente, de una forma excesivamente extraña por violenta y cruel, apuntan todos los psiquiatras y expertos en comportamiento criminal e infantil: le apuñalaron 27 veces por la espalda, le sacaron los ojos, le rebanaron el cachete y le partieron el labio. Además, lo desangraron.

Luego, cavaron un hoyo en la tierra donde le enterraron, colocaron unas ramas encima y pusieron un perro muerto para despistar la posible búsqueda, en la que los mismos primos participaron junto a su tía. Su cuerpo quedó tan irreconocible cuando lo encontró la policía dos días después que no le permitieron a la madre que lo viera. El cuerpo de Christopher no tenía una sóla gota de sangre y fue usado para realizar un ritual satánico.

El cuerpo de "Cristo" quedó tan irreconocible cuando lo encontró la policía dos días después que no le permitieron a la madre que lo viera (Foto: Archivo)
El cuerpo de "Cristo" quedó tan irreconocible cuando lo encontró la policía dos días después que no le permitieron a la madre que lo viera (Foto: Archivo)

El coordinador de la Unidad de Estudios Históricos y Sociales de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el sacerdote Dizán Vázquez, declaró entonces a medios locales que “existen todos los síntomas de que se trata de un acto satánico. Las formas allí están, los indicios, los símbolos también, los hechos, el sadismo, el sacrificio de animales, un asesinato humano. También se observa al culto a la mal llamada Santa Muerte, que no deja de ser una entidad demoniaca”.

Ex compañeras de escuela de Valeria, prima de Christopher, afirman que esta chica “se autoflagelaba y se hacía heridas en el baño. Ella nos dijo en una ocasión que iba a matar a un anciano y que todo estaba planificado desde un mes atrás. Al final eligieron a Christopher por su nombre, ‘Cristo’”.

Tras un doloroso adiós en el que el pequeño fue enterrado en un ataúd sin que nadie pudiera verlo por el estado en el que quedó su cuerpo, sus familiares exigieron justicia. “Queremos que vayan todos a la cárcel. O los meten en la cárcel o vamos a tomarnos la justicia por nuestra mano”.

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