Este viernes regresan a clases los alumnos del Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, luego de seis días en los que las puertas del colegio estuvieron cerradas para que las autoridades hicieran las investigaciones necesarias, pero particularmente para dar tiempo, a todos, de sobreponerse a la tragedia que ocurrió el viernes 10 de enero de este año.
“Hoy es el día”. Eso fue lo que dijo José Ángel, de 11 años, a varios de sus compañeros antes de que comenzara a disparar contra de ellos con armas exclusivas del Ejército. El espeluznante resultado fue de seis estudiantes heridos, la maestra de inglés muerta, y finalmente, el tirador se disparó quitándose la vida ahí mismo.
Vestido de pantalón negro y tirantes, Ángel “N” mató a su maestra, María Asad Medina, de 50 años de edad, y dejó seis heridos, entre ellos un docente.
Hoy es el día
La escena ocurrida en el Colegio Cervantes en Torreón, Coahuila, resulta muy similar a la del 20 de abril de 1999 en la Preparatoria de Columbine, en Denver, Colorado, Estados Unidos; en la que Eric Harris y Dylan Bennet Klebold asesinaron a 12 estudiantes y un profesor. El menor torreonense portaba el mismo atuendo que Eric.
“Fue algo escalofriante”, fueron las palabras de José de la Torre, uno de los padres de familia que aterrado corrió al Colegio Cervantes a recoger a su hija, luego del tiroteo.
“Al llegar al lugar había mucha gente, todos corriendo y llorando, pues uno también nervioso y se me hizo larguísimo el viaje del trabajo al colegio y lo que quería era ver a mi hija”, dijo con angustia el padre.
El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, rápidamente ofreció una versión de lo sucedido y dijo que José Ángel habría sido influenciado por un videojuego.
Fue algo escalofriante
“Al parecer el niño fue influenciado por un videojuego que se llama ‘Natural Selection’, incluso la playera del niño en la parte de abajo trae el nombre del videojuego. Fue lo que influenció al niño lamentablemente para cometer los hechos”, expresó Riquelme unas horas después del suceso.
En la versión dicha por el mandatario estatal, se dio a conocer que alrededor de las 08:30 hora local, el menor pidió permiso a su maestra para ir al baño y fue después de 15 minutos cuando la titular del aula notó que el menor no estaba de vuelta en su lugar y acudió a buscarlo.
“La maestra va a buscarlo y ahí se encuentra con que el niño sale con dos armas disparando, hiriendo también a seis de sus compañeros, a la maestra, y de manera posterior se pega un tiro”, relató Riquelme.
El gobernador de Coahuila apuntó que agentes de investigación realizaron en breve un perfil psicológico del menor, empezando por el hallazgo de la insignia de ‘Natural Selection’.
Las armas pertenecían a la familia
Respecto del videojuego, Riquelme contó que un equipo de investigación echó un vistazo e inmediatamente lo calificó de “violento” y mencionó que este tipo de multimedia “es lo que hace que los menores puedan tener conocimiento del manejo de armas”.
La discusión sobre la relación de los videojuegos violentos o incluso del género musical metal con la violencia de los niños está presente cada vez que suceden este tipo de hechos, más comunes en Estados Unidos; incluso, en la masacre de Columbine se culpó a la banda Marilyn Manson de incitar a la violencia con su música.
Para Daniel Gómez-Tagle, experto en temas del uso de la fuerza y Derechos Humanos, en el caso del Colegio Cervantes el menor no estaba influenciado por el videojuego Natural Selection, sino por la matanza en sí, pues el videojuego no es popular ni de fácil alcance para los niños.
"Me parece que hacer una aseveración tan persistente de decir los videojuegos (son la causa de la violencia) es muy a la ligera (…). Me parece que hay que ser muy serios en el análisis y estar abiertos a todas las opciones y dejar de culpar a alguien, en este caso a los videojuegos”, consideró.
Luego de las críticas que recibió por sus declaraciones precipitadas, Riquelme modificó su hipótesis, además de que las primeras investigaciones arrojaron datos relevantes y muy reveladores: las armas que utilizó José Ángel en el ataque pertenecían a su abuelo parteno, quien ironicamente se llama igual que el adolescente.
Él quería hacerlo
“Las armas pertenecían a la familia, en particular al abuelo”, declaró el Fiscal Gerardo Márquez Guevara, quien además detalló que una de ellas es de uso exclusivo del Ejército mexicano y la otra no tenía el permiso de porte requerido, por los que eran ilegales
“Él quería hacerlo”
“¿Por qué se la diste papá (refiriéndose al arma), ves lo que pasa? Cuando lo vi no me sorprendí, sabía que fuiste tú quien se la dio”, se escucha a una mujer reclamarle a José Ángel "N", de 58 años,de acuerdo a los audios que tienen las autoridades
El abuelo paterno del joven atacante fue detenido tres días después de la tragedia. La fiscalía del estado lo acusa del delito de homicidio en comisión por omisión, que tiene una pena de entre 18 y 35 años de prisión, debido a que las armas usadas por el niño son de su propiedad y estaban en su casa.
Él quería hacerlo, no podía detenerlo, fue su voluntad
“Él quería hacerlo, no podía detenerlo, fue su voluntad, hija”, respondió el hombre de acuerdo con una de las transcripciones realizadas por la autoridad, y que serán presentadas como pruebas en su contra.
Los peritos de la fiscalía localizaron en el lugar nueve casquillos percutidos: ocho de calibre .40 y uno más del .25
Durante la audiencia desahogada el martes pasado, se expuso que José Ángel “N” tuvo comunicación con su hijo mediante mensajes de texto, y lo enteró del tiroteo del Colegio Cervantes diciéndole: “Ya valió madre, la mató con mi arma, y esa arma es mía”.
Además, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado, al abuelo también se le investiga por su presunta relación con una organización criminal que operó en esa región de 2007 a 2012.
Ya valió madre, la mató con mi arma, y esa arma es mía
El gobierno de México también congeló las cuentas bancarias del abuelo y del padre, informó este martes la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
El titular de la UIF, Santiago Nieto, explicó que detectaron un “flujo irregular” de recursos y “transferencias internacionales a Estados Unidos” del padre y del abuelo, quien fue detenido por ser propietario del arma del crimen.
“Evidentemente estamos en el proceso de congelamiento de cuentas en razón de que vimos flujos de recursos que no corresponden a la actividad de las personas”, indicó.
La UIF detectó un flujo de recursos por 120 millones en efectivo hacia empresas de Estados Unidos a México, además de que en los últimos dos años adquirió vehículos de lujo.
Entre los vehículos encontrados están tres BMW, tres Jeep Cherokee, así como otras tres camionetas lujosas que fueron compradas por la abuela paterna del menor.
El gobernador confirmó que el menor vivía con sus abuelos y se desprendió de su padre tras el fallecimiento de su madre hace un par de años.
“Estaremos viendo el entorno del menor, de entrada se dice que era un alumno que no presentaba problemas, que tenía incluso buen comportamiento", explicó Riquelme.
“El entorno familiar no era el adecuado para el niño”, añadió.
Ex integrantes del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas y expertos en derechos de la infancia y la adolescencia, coincidieron en que José Ángel fue víctima y victimario.
“Este niño es una víctima y su historia explicará mucho de lo que ocurrió. Un niño protegido es un niño que no tendría porqué hacer esto”, aseguró Sara Oviedo, quien fue Vicepresidenta del Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas de 2013 a 2017.
El papá del menor estuvo preso en Estados Unidos, así lo dio a conocer el secretario General de Gobierno de Durango, Adrián Alanís Quiñones. El funcionario señaló que estás son “situaciones sumamente complejas que sufrió el niño que disparó y se suicidó”.
Afirmó que los padres y los abuelos son originarios de Durango, familia en cuyo historial presenta una serie de sucesos que afectaron al alumno en la decisión de tomar las armas y llevarlas a la escuela con la intención de matar.
De acuerdo con una ficha de la Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés), el padre del niño se encontraba preso en Estados Unidos acusado de delitos contra la salud, específicamente por tráfico de metanfetaminas. Su nombre es José Ángel Ramos Jiménez y su número de registro de la DEA es el 31241-064.
Conocido como “El Pollo Ramos”, fue detenido en Estados Unidos cuando traficaba metanfetaminas y está calificado por las autoridades como delincuente con influencia en La Laguna y Sinaloa.
Ramos Jiménez fue detenido en 2016 y liberado el pasado 28 de octubre al cumplir sus 46 meses de cárcel. Ese día, el sujeto ingresó a territorio mexicano por el Río Texas.
Su madre, Yazmine Natali Betts, murió en junio del 2014 cuando su hijo tendría alrededor de seis años de edad. Luego de que el secretario de Gobierno de Durango, difundiera la versión de había sido degollada, el acta de defunción empezó a circular por redes sociales: una complicación médica generada por la diabetes, enfermedad crónico-degenerativa que padecía de tiempo atrás fue la causa de su muerte, derivada por una negligencia mientras estaba en el quirófano para realizarse una cirugía estética.
Sin embargo, según la información obtenida por el periodista Javier Garza, la abuela materna de José Ángel, Ana Yáñez Hernández, murió baleada en 2010 y su cuerpo fue abandonado cerca del acceso principal del Parque Nacional Raymundo, ubicado en el municipio de Lerdo, Durango, mientras de manera generalizada se libraba la “guerra contra el narcotráfico”.
De acuerdo con las autoridades, la abuela materna era pareja sentimental de Arturo Hernández González, “El Chaky”, lugarteniente del cártel de Juárez en la Región Laguna y exjefe de seguridad de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.
En el año 2003, “El Chaky” fue detenido por la Procuraduría General de la República cuando operaba como aliado de Ismael Zambada García, “El Mayo”, líder del cártel de Sinaloa. Diez años después el narcotraficante fue excarcelado.
Con la vinculación de la abuela materna a este narcotraficante, casi todo el primer círculo familiar de José Ángel se encuentra relacionado J el crimen y la violencia.
Rebeca “N”, abuela del estudiante que perpetró un tiroteo en el colegio Cervantes de Torreón, recibió dinero de parte de las autoridades municipales de Torreón, entre 2015 y 2018.
De acuerdo con El Siglo de Torreón, la mujer – que es investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera por movimientos irregulares en sus cuentas bancarias- recibió pagos del municipio por el concepto “ayudas y subsidios sociales”.
Rebeca “N” recibió montos de 19 mil 954 pesos y 104 mil 400 pesos, este último durante el segundo trimestre de 2018, apenas en la pasada administración municipal.
Además, le condonaron 701 mil 896 mil pesos en impuestos, dentro del “Programa de Amnistía Fiscal”, que buscaba generar un “ordenamiento tributario” entre miles de personas físicas y morales de todo el país.
Hasta el mismo miércoles por la noche la UIF mantenía el bloqueo de cuentas bancarias de Rebeca "N", así como de su pareja, José Ángel "N", de 58 años de edad, además de su hijo (padre del pequeño) José Ángel "N", de 37 años de edad, todos bajo acusación de manejos irregulares en sus finanzas.
El titular de la UIF, Santiago Nieto, informó que se detectó operaciones poco usuales, como transacciones millonarias entre empresas vinculadas a ellos o de su propiedad, e incluso a Estados Unidos, por lo que fueron congeladas sus cuentas.
Según explicó, debido a que sus finanzas no concuerdan con sus ingresos, incluso especificó que su pareja compró seis camionetas de lujo en tan solo dos años, se amplió la investigación, que en un inicio fue solicitada por la Fiscalía General del Estado de Coahuila.
A inicios de semana, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) informó que en México mueren al día en promedio 3,6 niños y adolescentes por causas vinculadas a la violencia.
En su informe anual 2019 “Infancia y Adolescencia en México, entre la invisibilidad y violencia”, la Red indicó que desde el año 2000 al cierre de 2019 la violencia ha alcanzado a cerca de 21.000 niños y jóvenes víctimas de homicidio doloso y más de 7.000 casos de niños desaparecidos.
Hace tres años, a inicios de 2017, un alumno de un colegio de secundaria de Monterrey, en el norte de México, atacó a mano armada el centro educativo al que asistía dejando cinco heridos.
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