Un juez federal vinculó a proceso a dos personas presuntamente integrantes de la organización criminal conocida como La Línea y ligadas con la masacre de los LeBarón y los Langford, dos familias estadounidenses que fueron emboscadas a finales de noviembre dejando un saldo de de 12 asesinados, incluidos nueve menores y tres mujeres.
Sin embargo, las autoridades precisaron que ambos presuntos delincuentes serán procesados por delincuencia organizada, delitos contra la salud y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército: ninguno de los cargos tiene que ver directamente con la masacre ocurrida en la frontera entre Chihuahua y Sonora, en el norte de México.
Ahora, los dos hombres deberán permanecer en prisión preventiva mientras se resuelve el caso, por la gravedad de las acusaciones: uno es Héctor Mario Hernández y el otro su hermano, Luis Manuel Hernández.
Ambos permanecían en arraigo desde principios de diciembre, cuando fueron capturados en la comunidad de Janos, en Chihuahua. El plazo de las investigaciones culminará a mediados de marzo, cuando el juez decidirá si las pruebas presentadas por las autoridades permiten concluir que cometieron los delitos de los que se les acusa.
Mario Hernández ha sido señalado como el presunto líder de “La Línea”, aunque la familia ha negado este hecho en múltiples ocasiones. De acuerdo con la versión oficial, él habría sido el responsable de la masacre ocurrida el 4 de noviembre. Apodado como “El Mayo”, el aprehendido es acusado de ser el jefe de plaza de la organización criminal que que opera en el estado fronterizo de Chihuahua, desde principios del año 2000, con la intención de arrebatarle la plaza al Cártel de Sinaloa.
Ante las acusaciones contra esta familia, la comunidad se ha manifestado e incluso bloqueado las carreteras en Chihuahua para exigir su liberación. “Si los LeBarón quieren justicia, nosotros también”, advirtieron. Además, pidieron a las autoridades que se muestren videos del día del ataque contra la familia LeBarón, pues presuntamente ese 4 de noviembre estaban de compras en Casas Grandes. Al momento de su detención, los hermanos estaban cuidando de su padre.
Y es que la masacre contra las familias estadounidenses conmovió al país a finales de 2019. El pasado 4 de noviembre, tres camionetas en las que viajaban Rhonita María Miller, acompañada por sus cuatro hijos; Dawna LeBarón y sus siete pequeños; y Christina Langford con su bebé, fueron atacadas por presuntos criminales.
Las agresiones a los vehículos fueron por separado. Las primeras víctimas, Rhonita y sus hijos, fueron baleados y calcinados por los sicarios.
Entre las últimas actualizaciones sobre el caso, Julián LeBarón señaló que al menos 40 sicarios participaron en el ataque contra miembros de su familia y hasta el momento, son 7 las personas que están presas, pero el Ministerio Público ya cuenta con más ordenes de arresto contra algunos de los atacantes, quienes supuestamente, son todos de Chihuahua.
La familia LeBarón será protagonista a finales de enero de una caminata para exigir justicia y paz en el país. Estarán acompañados de diversas organizaciones civiles y no gubernamentales y por el poeta y activista Javier Sicilia,
La movilización comenzará el 23 de enero en Cuernavaca, la capital del estado de Morelos, en el centro del país y ubicado a menos de 60 kilómetros de la Ciudad de México. El domingo 26, se espera que lleguen al Palacio Nacional, donde vive y despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sicilia, los LeBarón y compañía, esperan que el mandatario mexicano los reciba, aunque López Obrador ha señalado previamente que hacerlo sería seguir el juego de la oposición y de sus críticos, por lo que una eventual reunión entre los integrantes de la caminata y el tabasqueño está todavía por verse.
“Creemos que hay una política de justicia y de paz equivocada del presidente, que además dio la espalda a una política que se pactó el 14 de septiembre de 2018 de cara a las víctimas”, señaló en su momento Sicilia. En aquella reunión, realizada en Tlatelolco, López Obrador fue urgido a encabezar una agenda que incorporara la justicia al proceso de pacificación que tanto presumió en campaña.
Apenas este fin de semana, López Obrador viajó a Bavispe, la comunidad en Sonora donde viven los LeBarón, fronteriza con Chihuahua, donde prometió mantener a las familias afectadas al tanto de las investigaciones."Hemos acordado volvernos a encontrar en dos meses para informarles cómo va la investigación, y posteriormente yo voy a regresar a Bavispe”, dijo el presidente mexicano.
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