Desde el pasado 26 de diciembre, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha atendido a 32 ejemplares de tortugas marinas de la especie prieta (Chelonia mydas), y dos de Golfina (Lepidochelys olivacea), los cuales se han visto afectados por la marea roja.
Esta cifra se suma a las 292 tortugas que fueron halladas muertas en los últimos días en playas de Oaxaca, debido a la ingesta de algunos peces pequeños (salpas) que junto con las algas, conforman la denominada marea roja atribuida en parte al cambio climático.
¿Qué es la Marea Roja?
El fitoplancton es el principal productor de materia orgánica y y representa a los organismos microscópicos vegetales que habitan en el medio ambiente marino, también conocidos como microalgas marinas; los cuales son capaces de sintetizar la materia nutritiva (azúcares, grasas y proteínas) a partir de los nutrientes que obtienen del agua y del bióxido de carbono.
La abundancia espacial del fitoplancton está condicionada por la intensidad luminosa y la transparencia del agua, las concentraciones de bióxido de carbono y nutrientes minerales como el nitrógeno y el fósforo; todos elementos indispensables para poder llevar a cabo la fotosíntesis.
Su existencia está íntimamente ligada a las aguas superficiales, sobretodo las zonas cercanas a las costas. La presencia de fitoplancton sigue un ciclo dinámico que puede llevar a incrementos repentinos en su biomasa (cantidad de productos obtenidos por fotosíntesis) en donde, dependiendo de las condiciones ambientales, se pueden generar “Floraciones de Algas Nocivas” (FAN) derivadas de las especies algales tóxicas.
El término más común empleado para denominar estas floraciones algales es el de “marea roja”. El término por sí mismo podría ser ambiguo porque describe cualquier evento en el que el agua adquiere estas tonalidades debido a la alta biomasa de algas marinas, sin embargo no todas ellas son dañinas.
A este respecto se debe añadir que muchos eventos tóxicos ocurren sin que se registre un cambio en la tonalidad del agua, precisamente por la baja densidad en su biomasa pero con la cantidad de toxinas suficientes para producir eventos nocivos.
Los florecimientos algales de este tipo son eventos que se presentan a nivel global. Los registros científicos comprueban que se ha estado expandiendo durante las últimas décadas, sin que hasta la fecha se tenga certeza del motivo de su esparcimiento.
¿Qué pasa cuando hay marea roja?
Hay diversas floraciones de algas nocivas; todas impactan. Sin embargo, el efecto más importante es el que se presenta cuando el fitoplancton tóxico es filtrado del agua como alimento por moluscos bivalvos como las almejas, mejillones y ostiones. Su capacidad de filtración de grandes volúmenes de agua puede ocasionar que de una forma muy rápida se acumulen las toxinas de las algas a niveles que pueden producir síntomas de envenenamiento en los seres humanos tras ingerirlos.
Cuando una persona se intoxica, llega a presentar los siguientes síntomas: cuadros neurotóxicos, diarreicos, paralíticos y hasta amnésicos. El grado de intoxicación depende de la especie predominante que lo ocasione. A la fecha, en las costas mexicanas las autoridades han identificado alrededor de 157 especies diferentes de algas, de las cuales únicamente 45 son potencialmente tóxicas.
Cuando una persona presente un cuadro de intoxicación, se recomienda acudir de inmediato al Centro de Salud, o al médico más cercano, e informar que comió moluscos potencialmente contaminados.
El caso de las especies intoxicadas
De la necropsia realizada a los ejemplares muertos, se encontró que el intestino y el estómago estaban saturados de salpas y con las paredes de dichos órganos sumamente dañados.
En el caso de las tortugas, el consumo de estas sustancias toxicas les produce parálisis del sistema motriz y con ello incapacidad para moverse y salir a respirar, causándoles la muerte por ahogamiento e intoxicación.
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