La exposición de su obra en el Palacio de Bellas Artes el pasado noviembre desató una polémica en México sin precedentes.
El retrato de Emiliano Zapata cabalgando desnudo y con tacones, a lomo de un fornido corcel blanco, hizo atragantar a homófobos, campesinos y familiares del héroe de la Revolución, que aborrecieron públicamente la pintura de Fabián Cháirez y exigieron que quedara relegada a las antípodas del arte.
Sin embargo, dos meses después del acalorado debate que provocó la obra, el artista mexicano de 32 años confirmó que la pieza ya tiene un comprador: “La Revolución” pasará a formar parte de la colección del empresario catalán Tatxo Benet, que en los últimos años ha adquirido más de 70 obras censuradas, perseguidas o criticadas en sus países de origen.
“Desde que se suscitó todo esto en Bellas Artes había recibido varias propuestas de muchas partes, y de colecciones de varios países”, contó Cháirez en entrevista con Infobae México. “Pero para mí es importante que esté en un museo que dedica su colección a este tipo de obras que han sido censuradas, y han pasado por situaciones muy similares a la mía”, añadió.
Instituciones culturales y amantes del arte de Italia, EEUU y España se interesaron por la pieza del artista de Chiapas. Pero finalmente, fue Tatxo Benet quien se hizo con el cuadro por un precio que ni el empresario español ni el artista mexicano quisieron revelar.
“México es un país con mucha delincuencia y quiero ahorrarme esos datos", dijo Cháirez, que también rechazó desvelar los nombres de los museos o personas que presentaron una oferta. “No es algo seguro hablar de eso en México, en Ciudad de México sobre todo”, insistió.
Aunque el pintor no detalló el precio del cuadro, sí confirmó que recibió ofertas que eran mejores que la que hizo el coleccionista español.
A pesar de esto, decidió rebajar sus pretensiones económicas y vendérselo a Benet a un precio “atractivo”, para que “La Revolución” pudiera formar parte de la reconocida muestra del empresario catalán, que defiende la libertad de expresión y desaprueba cualquier tipo de censura.
“Creo que es un gran aprendizaje. Que mi obra sea considerada a nivel internacional me hace sentir, no quiero decir contento, pero creo que soy un artista que siempre ha estado abogando por la libertad y por la diferenciación y la inclusión", comentó.
"Entonces, que esta obra se vea internacionalmente como una pieza que hable de estos valores, y se incluya en una colección que se dirige hacia la libertad, me resulta bastante grato. Porque al final, la obra cumple su cometido”, expresó Cháirez.
En su decisión de venderle la pieza al español, influyó además el hecho de que su obra compartirá espacio con trabajos como el del artista chino Wei Wei, o el del fotógrafo estadounidense Robert Mapplethorpe, quienes también forman parte de la muestra.
Según reveló Cháirez, recibió “muy pocas ofertas”de instituciones o museos mexicanos, y prácticamente todas eran extranjeras. En declaraciones a la agencia EFE, el empresario catalán, que es socio fundador del conglomerado de medios Mediapro, explicó que lo que más le llamó la atención del cuadro fue la forma en que “rompe el mito de la masculinidad mexicana”, un tema que es recurrente en las obras del chiapaneco.
Sobre la demanda que el nieto de Emiliano Zapata, Jorge Zapata González, prometió interponer en su contra -argumentando que se había denigrado la memoria de su abuelo-, Cháirez dijo que no ha recibido ninguna notificación legal.
“Para nada. Ellos siempre estuvieron repitiendo eso una y otra vez, pero realmente no existen argumentos sólidos para poder hacer una demanda”. Son asuntos que pues no pueden agilizarse porque sobre todo los familiares tienen una postura homófoba, y eso no creo que ayude a agilizar sus procesos”, comentó.
Aunque aún desconoce en qué lugares se podrá ver la pieza una vez que llegue a España, sí avanzó que el cuadro viajará a Cataluña a mediados de este año, después de terminar su exhibición en México y Texas.
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