La iglesia católica ha investigado a 271 sacerdotes por casos de abusos a menores en la última década, y sumados a los que han sido procesados por otras faltas, suman en total 426 clérigos, informó este martes la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
De los 426 sacerdotes que han sido o son investigados, de acuerdo con el presidente del CEM, Rogelio Cabrera López, 173 están en proceso -el 40.6 por ciento- y otros 253 ya fueron completados. En la conferencia de prensa de las autoridades eclesiásticas estuvo presente también Alfonso Miranda, el secretario general.
Hasta ahora, confirmaron, 217 integrantes de la iglesia católica investigados han sido expulsados de la orden (el 51% del total), y 155 de los casos han sido notificados a las Fiscalías correspondientes en México. Sin embargo, la CEM no tiene un registro de número de víctimas.
Por último, las autoridades de la Conferencia del Episcopado se posicionaron a favor de que el delito de abuso sexual no prescriba, como ocurre actualmente. El impulso en el Congreso mexicano tampoco ha tenido éxito en el último periodo de sesiones, tanto de la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
Y es que, si aquellas víctimas que decidan denunciar lo hacen después de entre tres y diez años, de acuerdo con el delito, es posible que ya haya prescrito. Sin embargo, la CEM negó que haya tenido pláticas o conversaciones para resolver el tema con las autoridades.
Las autoridades de la iglesia católica mexicana también señalaron que han creado comisiones al interior de las diferentes diócesis en el país, pero de acuerdo con sus propios datos, ha sido lento, ya que apenas se han constituido 14 de ellas de más de 90 posibles.
La CEM también dijo que el Consejo Nacional de Protección al menor se encontraba trabajando junto a los miembros de la Conferencia de Superiores mayores religiosos en México, apenas dos diócesis tienen una comisión que prevenga y defienda a los menores de los abusos sexuales.
Eso ocurre en el contexto de la apertura, aunque menor, de los casos que se han presentado en diferentes congregaciones a lo largo de las últimas décadas y que están haciéndose públicos. Los Legionarios de Cristo, por ejemplo, reconocieron, por primera vez en su historia, que 175 menores han sido víctimas de abuso sexual, incluidos al menos 60 cometidos por el padre Marcial Maciel, el fundador de la congregación, desde su fundación en 1941 y hasta el pasado 16 de diciembre.
En un informe, que será presentado el próximo 20 de enero de 2020 en la reunión de su Capítulo General, máxima autoridad de los Legionarios de Cristo, se señaló a 33 sacerdotes como responsables de los casos de pederastia contra niños, en su mayoría de entre 11 y 16 años.
Resalta que el número de víctimas “incluye los al menos 60 menores de edad de los que abusó Marcial Maciel (1920-2008), fundador de la congregación y quien fue señalado en 2010 por el Vaticano por sus comportamientos “gravísimos y objetivamente inmorales”. Previamente, en el 2006, la Santa Sede ordenó el retiro de Maciel del ministerio sacerdotal.
La investigación titulada: “Radiografía de ocho décadas para erradicar el abuso”, reconoce que 14 de los 33 sacerdotes que son señalados como abusadores, cometieron estos abusos mientras ocupan puestos de autoridad en los Legionarios de Cristo, lo que ha dificultado mucho y en ocasiones bloqueado las posibilidades de denunciar.
El abuso sexual de menores en la Congregación estuvo mezclado con el abuso de poder y de conciencia por parte de algunos que aprovecharon sus puestos para abusar
Un mes antes, en noviembre, medio siglo después de la primera denuncia, Los Legionarios de Cristo reconoció que uno de sus integrantes, el sacerdote, Fernando Martínez Suárez, abusó de niños en centros educativos de la organización ubicados en México.
“Junto con el padre Martínez pedimos humildemente perdón por sus actos contra menores de edad”, señaló la organización en un comunicado.
El año pasado también un líder religioso de alto perfil fue detenido en Estados Unidos. Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, está acusado y procesado por abuso sexual a menores entre otra veintena de delitos.
Al equipo de investigadores, agentes especializados en casos de alto perfil, les encargaron buscar evidencia de pornografía infantil y otros delitos entre las más de 100.000 fotos y 1.000 videos que están en el iPhone decomisado al dirigente de la iglesia evangélica.
Los policías dijeron en la Corte que al revisar el celular de Joaquín García, vieron videos de orgías en las que participaban menores de edad, conversaciones sobre “fiestas sexuales” y grabaciones editadas de niñas desnudas y mensajes de texto describiendo cómo reclutaban a las niñas más bonitas de los templos.
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