En tan sólo una década, los aviones de la empresa Airbus desplazaron a los Boeing como los favoritos de las aerolíneas mexicanas.
Los accidentes en la aeronave insignia de la compañía estadounidense han provocado que su demanda baje: en octubre del 2018 en Yakarta, Indonesia, un dispositivo de ese modelo se desplomó luego de despegar del Aeropuerto Internacional Soekarno-Hatta; 189 personas murieron. Cinco meses después, en marzo del siguiente año, un Boeing 737 Max salió del aeropuerto internacional Bole de Addis Adeba de Etiopía con 157 personas a bordo; seis minutos más tarde se desplomó y todos los pasajeros fallecieron.
En ambos casos se diagnosticó que los accidentes fueron provocados por fallas en el avión, por lo que se anunció que ese modelo se dejaría de fabricar a partir de enero del 202. Esta decisión afectó a Spirit AeroSystems, empresa que fabricaba las piezas del modelo descontinuado: despidieron a 2,800 empleados que se dedicaban a su producción.
Además, Dennis Muilenburg fue removido del cargo de CEO de la compañía para dar lugar a David Calhoun. “El consejo de directores decidió que era necesario un cambio en el liderazgo para restablecer la confianza en la compañía a medida que trabaja para reparar las relaciones con los reguladores, los clientes y todas las demás partes interesadas”, declaró la empresa en un comunicado.
Sin embargo, las acciones emprendidas por la empresa llegaron demasiado tarde para el mercado mexicano. Volaris, Viva Aerobus e Interjet, aerolíneas de bajo costo que operan en en territorio nacional y extranjero, decidieron agrandar su flota de aviones de la mano de la francesa Airbus. Las primeras dos compañías de transporte aéreo incrementaron su número de pasajeros 20% durante el 2019, ya que renovaron sus equipos y aumentaron el número de asientos en la misma proporción, informó El Financiero.
Y los planes de continuar creciendo con Airbus continúan. Arturo Barreira, presidente de la empresa para América Latina y el Caribe, informó que junto a las aerolíneas ya mencionadas, además de Aerounión que opera aviones de carga, tienen una “orden” de 180 aeronaves.
Esta demanda se traduce en un incremento de aviones operando en México muy significativo: hace 10 años sólo 1 de cada 10 aviones habían sido fabricados por Airbus, mientras que 48% del total de vehículos eran Boeing 737. En la actualidad, la francesa concentra 71% de los pedidos futuros en América Latina.
"Tenemos el 70 por ciento de las órdenes puestas para ese tipo de modelo (A320), nosotros tenemos más de 120 aviones de este modelo volando en la región de América Latina actualmente (…) estamos convencidos que tenemos una familia de productos, sobre todo el A320 y el 220, que son tal vez los productos que más se adecúan al mercado latinoamericano”, dijo Barreira al medio mexicano.
Su presencia en el país podría consolidarse si Aeroméxico decidiera actualizar su flota y adquirir modelos del fabricante de Toulouse, aunque también tienen la opción de hacerlo con equipos de la brasileña Ebraer 190. “Aún no hay decisión, seguimos analizando las opciones para la renovación Connect”, dijo Christian Pastrana, director de comunicación corporativa de Aeroméxico a El financiero.
Esta aerolínea suspendió el vuelo de los Boeing 737 MAX durante siete meses desde marzo del 2019. Sin embargo, declaró que reanudará vuelos a mediados de enero del 2020: “Nuestra capacidad durante el tercer trimestre disminuyó en 3.3%, principalmente por la falta de operación de nuestros 737-MAX. Estamos revisando nuestra perspectiva de crecimiento en la capacidad total para disminuir de 3% a 4% para el año”.
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