El estado de Sonora realizó un operativo en la frontera norte del estado, luego de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), alertara por la presencia de cinco personas migrantes iraníes que intentaban cruzar al país del norte.
“Lo que señalan es que existía la posibilidad de que estuvieran ahí y que estuviéramos pendiente de su llegada. Que ellos tenían intenciones de cruzar, entonces estamos ahí, me pareció una manera muy lógica de alertar”, informó el secretario de Seguridad Pública, David Anaya Cooley.
Por lo que se activó el operativo Escudo Frontera el pasado jueves 9 de enero, en el que elementos locales, estatales, federales y del CBP se coordinaron para resguardar los límites entre los países. “Estamos en constante comunicación ya con las autoridades locales, nosotros en la Mesa de la Construcción por la Paz y las autoridades de Estados Unidos”, agregó el funcionario.
En un principio, el operativo debía durar 48 horas, pero fue extendido a 72.
En Mexicali, Baja California, también se realizó la estrategia. Aunque las autoridades de esta entidad dijeron que lo hacían de manera preventiva. Después de tres días no se dio información sobre si los iraníes llegaron a la frontera.
El conflicto entre Irán y Estados Unidos
El viernes 3 de enero el general iraní Qassem Soleimani fue asesinado en medio de un operativo estadounidense, lo que profundizó las tensiones entre ambas naciones, lo que desencadenó una serie de lanzamientos de misiles y ataques que mantuvieron en vilo al mundo entero, por la posibilidad de comenzar una Tercera Guerra Mundial.
Pero la relación de los países no siempre fue hostil. Hubo una época en la que sus gobernantes trabajaban hombro a hombro.
En 1953 Estados Unidos ayudó a derrocar al primer ministro de irán, Mohammed Mossadegh, para restaurar el poder del Sha Mohammed Reza Pahlavi. Cuatro años después, ambas naciones firmaron un acuerdo sobre la cooperación nuclear civil, que se mantuvo durante años.
Más tarde, en 1967, durante el gobierno de Lyndon B. Johnson, el gobierno estadounidense le proporcionó a Irán un reactor nuclear con combustible de uranio. Un año más tarde el país de medio oriente suscribió el Tratado de No Proliferación Nuclear para que tuviera un programa nuclear civil, con el compromiso de no adquirir armas atómicas.
Pero en 1979 la Revolución Islámica quitó del poder al sha respaldado por Estados Unidos y el poder fue tomado por el ayatollah Ruhollah Khomeini, por lo que el país norteamericano cortó sus lazos con Irán. Desde entonces la relación entre ambos países ha ido en picada.
El 3 de enero. El general Soleimani y Abu Mehdi al Mouhandis, número dos de Hashd al Shaabi (paramilitares iraquíes pro-Irán ahora integrados al estado iraquí) mueren en un ataque aéreo ordenado por Trump, cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.
“¿El general Qassem Soleimani debería haber sido asesinado hace años!”, dijo Trump. Su secretario de Estado, Mike Pompeo, afirma que Soleimani estaba preparando una “acción importante” que amenazaba “cientos de vidas estadounidenses”.
En Teherán, el líder supremo Alí Khamenei y el presidente Hasan Rohani llaman a vengar la muerte de Soleimani. Una multitud de iraníes invade las calles del centro de la capital cantando “¡Muerte a Estados Unidos!”.
Al día siguiente, el presidente de Estados Unidos anunció que había seleccionado 52 sitios en Irán donde los atacaría “muy rápidamente y con mucha fuerza” si la República Islámica atacaba a personal o sitios estadounidenses.
El 8 de enero Irán lanzó su respuesta contra Estados Unidos disparando misiles contra dos bases militares utilizadas por soldados estadounidenses en Irak, pero ningún norteamericano fue herido. “Irán parece estar reculando, lo que es bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, declaró Trump en la Casa Blanca al día siguiente del ataque.
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