Qué puede llevar a un menor a disparar en una escuela

A raíz del tiroteo en el Colegio Cervantes de Torreón, una psicóloga aseguró que las posibilidad de matar a los 11 años es algo excepcional

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En el Colegio Cervantes hubo
En el Colegio Cervantes hubo un tiroteo causado por un niño de 11 años (Foto: Reuters/Jesus Ruiz)

Este viernes, en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, Ángel "N, un estudiante de sexto grado de primaria, llevó dos armas a su escuela para dispararle a su maestra. La tragedia dejó un saldo de dos muertos y seis heridos.

El joven estudiante llevaba puesta una playera con la leyenda “Natual Selection”. Por esta razón, Miguel Ángel Riquelme, gobernador de la entidad, comentó en conferencia de prensa que el niño se habría inspirado en un videojuego con el mismo nombre.

“Los hechos lamentables, en primer término, arrojan un perfil psicológico específico del menor. Dentro de las indagatorias tendrá que ser resuelto, pero al parecer, el niño fue influenciado por un videojuego que se llama Natural Selection”, dijo Riquelme en una improvisada conferencia de prensa.

Miguel Ángel Riquelme dio detalles de ataque en colegio de Torreón (Video: Milenio TV)

Aunque no se ha determinado si el motivo del tirador fue por una enfermedad mental o una adicción al juego lo que lo llevó a matar, Celia Antonini, psicóloga especializada en temas de depresión, hizo una serie de comentarios a Infobae México sobre lo que pudiera existir en la mente del niño.

¿Cuáles son los motivos por los que un niño de 11 años puede matar?

Las posibilidades de matar a los 11 años de edad hay que entenderlas como algo excepcional. Los motivos pueden ser varios, por ejemplo que tenga un daño cerebral que le afecte los mecanismos que le regulan la conducta, o una impulsividad extrema provocada por el mismo daño, pero también puede darse el caso de un trastorno emocional provocado por un pasado de abandono, de malos tratos, de pobreza o de carencias emocionales.

La psicóloga Celia Antonini habló
La psicóloga Celia Antonini habló sobre las posibles razones para que un niño mate a alguien (Foto: Archivo)

También los niños que sufren de un estrés post traumático provocado por una situación emocional para la que no se encontraban preparados (muerte repentina de padre o madre, terremoto, accidente de carro, etc) pueden sufrir alteraciones en sus conductas. En estos casos, que insisto, son excepcionales, siempre se encuentra que detrás de semejante acto, hay un factor biológico o un desequilibrio psicológico muy importante.

— ¿Pudo haber influido el videojuego Natural Selection, señalado por las autoridades como la posible inspiración?

Los videojuegos no son malos si los sabemos administrar, pueden ser para los niños un pasatiempo y entretenimiento, pero el abuso de videojuegos provoca trastornos mentales. La Organización Internacional de la Salud (OMS) lo incluye dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades con el nombre de gaming disorder que se encuentra dentro de la categoría de trastornos mentales, del comportamiento o del desarrollo neurológico.

El gobernador comentó que el
El gobernador comentó que el videojuego Natural Selection pudo ser un factor en la decisión de Angel "N" para disparar en su escuela (Foto: Captura de pantalla)

Cuando el entretenimiento se vuelve adicción y no se puede dejar de jugar, empieza un deterioro significativo. Algunos de los escenarios donde se juega (monstruos, extraterrestres, etc.) facilitan la inmersión total en el mundo fantástico, desdibujando los límites entre la realidad y la fantasía y no solo confundiéndolos, sino que en ocasiones excepcionales, (y este puede ser el caso) haciendo realidad la fantasía.

— ¿Cómo podemos darnos cuenta que nuestros hijos están entrando en una zona de peligro con los videojuegos?

Un niño menor de 12 años no debería pasar más de dos horas diarias jugando videojuegos. Más tiempo lo pone en riesgo de entrar en un proceso adictivo. Una señal que debemos tener presente es si nuestros hijos le da prioridad al juego sobre cualquier otro entretenimiento. Prefiere quedarse jugando que encontrarse con un amigo y también puede presentar una dificultad para poder interrumpir el juego. Si se lo llama a comer o si se tiene que vestir para salir, dilata cualquier actividad que no le permita seguir jugando. También pueden presentarse cambios de conducta (agresividad, malas contestaciones) y una baja de rendimiento escolar.

— ¿Qué hacemos si detectamos este tipo de comportamiento en nuestros hijos?

Lo más recomendable es comenzar por limitar el tiempo de exposición a los juegos y, si el menor no puede adaptarse a los cambios, entonces consultar con un profesional.

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