Debido a que la región de la Tierra Caliente, en el estado de Guerrero, se encuentra sumida en una cruenta disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Familia Michoacana, el gobierno federal decidió implementar un fuerte operativo militar para restablecer el orden.
De acuerdo con fuentes castrenses consultadas por la Agencia Apro de Proceso, las tropas llegarán mañana a Ciudad Altamirano, cabecera del municipio de Pungarabato, donde se encuentra el cuartel del 34 batallón de Infantería.
El lugar es considerado como bastión de José Pineda, acusado de imponer un impuesto a productos de la canasta básica, así como a refrescos y el transporte público, y a establecimientos comerciales.
De acuerdo con el semanario Proceso, el grupo de José Pineda y su lugarteniente “El Zarco”, considerados como un remanente de Los Caballeros Templarios y afincados en Pungarabato, Zirándaro y Coyuca de Catalán, pactaron una alianza con La Familia Michoacana de Arcelia para apoyar a “El Abuelo” de Tepalcatepec (Michoacán) y enfrentar el embate del CJNG que pretende tomar el corredor de la Tierra Caliente de Guerrero.
Según las fuentes consultadas por Apro, la operación militar tiene como objetivo desplegarse en zonas estratégicas de los nueve municipios que conforman la región de Tierra Caliente en Guerrero, pero no se tomó en cuenta a las autoridades locales por los constantes señalamientos de colusión con la delincuencia.
En la región de Tierra Caliente, considerada como de alta peligrosidad, la población vive asolada no sólo por la violencia generada por el narcotráfico, sino también por las extorsiones y la presencia de retenes instalados en vías federales desde Teloloapan, pasando por Arcelia, Ajuchitlán, Tlapehuala, Coyuca de Catalán, Tlalchapa, Pungarabato y Zirándaro.
Guerrero bajo fuego
De acuerdo con el gobierno federal, es uno de los 10 estados más violentos del país. Tan sólo de enero a noviembre del 2019, en esta entidad fueron asesinadas 1.711 personas.
Desde el inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, Guerrero se ha convertido en un cementerio, toda vez que es considerado un punto estratégico para la producción y el trasiego de droga sintética la cual es enviada a Estados Unidos y Europa desde el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, estado vecino.
Versiones periodísticas señalan que, desde hace por lo menos nueve años y en plena campaña de expansión, el Cártel Jalisco Nueva Generación pactó alianzas con La Familia Michoacana, el Cártel de Sinaloa y el grupo Los Granados, para lograr avanzar en Guerrero.
Pero luego de romper sus alianzas, el CJNG busca controlar el estado, lo que lo ha llevado a enfrentarse con otros cárteles y grupos criminales que operan en la entidad.
La Costa Grande es la zona de traslado de estupefacientes más importante de la entidad. Comprende 26 municipios, entre ellos Chilpancingo, Tixtla, Chilapa, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Petatlán, José Azueta (Zihuatanejo), Coyuca de Benítez, Tecpan de Galeana, Eduardo Neri, Heliodoro Castillo, Ahuacuotzingo y Olinalá. Es por eso que la zona es objeto de cruentas disputas entre los cárteles.
El caso de Acapulco tal vez sea el más conocido. Los violentos enfrentamientos, ejecuciones, ataques y balaceras en plena costera y en los alrededores del puerto a manos del crimen organizado han dejado miles de personas muertas, muchas más desaparecidas o heridas.
El derramamiento de sangre ocasionó que, por años, Gobiernos de Estados Unidos y otros países alertaran a sus ciudadanos para evitar visitar el puerto, que derivó en una crisis económica para sus habitantes, lo que acentuó la pobreza.
A pesar de que en Acapulco hay una fuerte presencia de militares y policías estatales, no se ha logrado contener las desapariciones y ejecuciones que se vuelven cada vez más brutales.
En noviembre de 2019, el diario Reforma reveló que según un reporte interno de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) municipal, el famoso puerto es disputado por células de sicarios que son escisiones del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), brazo armado de lo que alguna vez fue la organización de los Beltrán Leyva dirigida por Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”.
El informe detalla que el CIDA es actualmente el cártel más fuerte en el puerto turístico, pues controla la distribución de droga y el cobro de cuotas a negocios de todos los giros comerciales.
Opera en la Costera Miguel Alemán, el centro de la ciudad, y más de 80 colonias del área poniente, además del penal de Las Cruces.
“Los Virus”, el segundo grupo más importante, controla parte de la Zona Diamante y Puerto Marqués y una parte de la Costera Miguel Alemán, según el reporte.
Las otras 14 células criminales, denominadas en el informe como “pandillas atomizadas”, actúan por propia cuenta en colonias suburbanas y comunidades rurales.
Estas organizaciones también realizan el cobro de cuotas semanales al transporte público y cuando algún grupo delictivo sufre la detención de uno de sus integrantes por parte de las autoridades, obligan a los conductores a realizar bloqueos.
Empresarios y transportistas aseguran que la batalla a muerte entre estos grupos criminales ha acentuado el cobro de piso, los secuestros y homicidios.
Debido a la situación de violencia imparable y la falta de seguridad, en varias colonias los habitantes se han auto-impuesto una especie de “toque de queda” en horas de la noche para no ser víctimas de la delincuencia.
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