El domingo 3 de febrero de 2019, durante la madrugada, se reportó el deceso del usuario de un scooter eléctrico, el cual pertenecía a la empresa Lime. Ello se debió a que un taxi atropelló a la persona que usaba el monopatín. En ese momento, el conductor fue detenido, al tiempo que los vecinos señalaron lo peligrosos que se habían vuelto este tipo de vehículos en la colonia Juárez.
Ello provocó que se pidiera la renuncia del secretario de movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, pues también los habitantes de la colonia Juárez reportaron que ya habían exigido la suspensión del funcionamiento de dichos scooters, petición a la que las autoridades no concedieron.
Tras la muerte del joven de 28 años, trozos de parabrisas quedaron sobre la calle, así como partes del auto que lo arrolló; el suceso ocurrió porque el taxista circulaba a exceso de velocidad. Este hecho se volvió el primer caso de accidente fatal reportado después de la entrada en operación en 2018 de las diferentes opciones de transporte colectivo sin anclaje, entre los que se catalogan bicicletas y scooters.
Derivado de ello, se pidió respeto a los usuarios de los mencionados sistemas de transporte, al tiempo que la empresa propietaria del scooter, Lime, se posicionó y lamentó el fallecimiento, además de invitar a los automovilistas a respetar a los usuarios de estos medios de movilidad.
Sin embargo, a pesar de que parte de las reglas de uso de dicha app consistían principalmente en el uso de casco, así como en la restricción de uso del monopatín por una sola persona, los paseos continuaron dándose bajo riesgo, haciendo caso omiso de las observaciones de seguridad. El contexto en el que ocurrió el accidente fue en el de las negociaciones en la Ciudad de México para crear mecanismos de regulación de los sistema de anclaje y tras la reunión de Lajous con vecinos de las alcaldías en las que operan: Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.
Tras el caso de la persona fallecida, vinieron los conflictos legales y la persistencia de la inconformidad vecinal. Lo que parecía una solución de transporte se convirtió en la prueba olímpica del estado de las calles, de la resistencia de los scooters ante los baches y la de los usuarios ante las caídas, su misma impertinencia y la de los automovilistas que no respetaban el espacio confinado a estos medios de transporte.
Sin embargo, no es un caso exclusivo de México, pues también a inicios de 2019 en Woodstock, Georgia, un hombre murió tras impactarse con un árbol al salir disparado de su scooter y no portar casco. The San Diego Union Tribune en Español entrevistó a la doctora Leslie Kobayashi, cirujana de traumatología del Centro Médico de UC San Diego, quien se encargó del caso del hombre fallecido en Georgia; Kobayashi expuso en aquella ocasión que, tras la moda de los scooters, estaban presenciando una gran serie de fracturas faciales, fracturas de extremidades, así como hemorragias, tanto por conmoción cerebral como intracraneal.
Otro tema a tratar de nuevo, es la falta de uso de cascos por parte de los usuarios, impertinencia que hace aún más peligroso el uso de los scooters y constante que han detectado en diferentes hospitales, cuyos reportes arrojan accidentes que ocurren en el tráfico cuando suben o bajan de las banquetas -exponiendo también a los peatones-, y también cuando los usuarios de los patines del diablo se van por los carriles que son exclusivos de vehículos automotores.
Los patrones de las lesiones en el país vecino, incluso han provocado que se piense en una publicación especial a través de una revista médica. También Lime Electric Scooter Rentals en Estados Unidos dijo estar trabajando en mejorar su seguridad, razón por la que distribuyó 250 mil cascos gratuitos, además de mejorar las llantas, la suspensión, los frenos adicionales y el equilibrio.
Lime no corrió con la misma suerte en México, pues perdió el derecho sobre los 1750 monopatines eléctricos que le habían asignado. La razón se debió a que la empresa no quiso pagar la contraprestación que la misma ofreció a la Ciudad de México en su proceso de subasta.
En su lugar quedó la empresa Bird, que en subasta extraordinaria tomó los patines del diablo de Lime, por los que ofreción 5,400 pesos por unidad como contraprestación, sumando un total de 9 millones 450 mil pesos por el permiso anual de operación. Sin embargo, sigue quedando en duda si se han mejorado los procesos de seguridad, además del mal sabor que el movimiento de “micro movilidad” ha dejado en algunos episodios de la vida del país e incluso, de los del país vecino.
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