“O me matan, o me suicido o muero aquí de viejo” : la llamada del “Monstruo de Toluca” con su madre

Óscar García Guzmán, de 28 años, elegía a un tipo de mujeres, las manipulaba para que lo vieran como una figura en quien confiar y luego se aprovechaba de ellas, asesinándolas

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Óscar García Guzmán cobró notoriedad a finales de 2019, luego de que la policía descubriera los cadáveres de tres mujeres en su casa.

Apodado como el “Monstruo de Toluca”, estuvo un mes prófugo de la justicia. En ese tiempo mandó mensajes en los que confesaba los asesinatos y compartía detalles de sus víctimas, sin mostrar un solo atisbo de arrepentimiento.

También se burlaba de la incapacidad de las autoridades para encontrarlo y amenazaba con continuar asesinando una mujer por mes hasta que no fuera informado del paradero de sus mascotas: tres perros y un gato que las autoridades se llevaron cuando catearon su casa.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México había ofrecido una recompensa de 300,000 pesos a quien ofreciera información que llevara a su captura. Gracias a su constante actividad en las redes sociales, en poco tiempo fue detenido, mientras comía una torta.

En una grabación telefónica difundida por el periodista Héctor de Mauleón, el feminicida también admitió haber asesinado a su padre, y confesó que no siente ningún tipo de remordimiento por lo que hizo:

Óscar García Guzmán (Foto: Twitter)
Óscar García Guzmán (Foto: Twitter)

—¿Cómo estás hijo?

—Pues... yo no importo. Oye, ¿mis mascotas?

—Ahí están. Nomás que mañana voy a ir primero contigo, porque creo que tienes audiencia, ¿no?

—No, yo ya... Mira, mis tres opciones son estas. Escúchalas, pero no sientas gacho. Hay de tres sopas: o me matan, o me suicido o muero aquí de viejo, y es lo único que hay para mí

—Ay, hijo

—Es lo que hay. Fue lo que le dije al detective cuando me entregué. Yo nomás quería que mis mascotas estuviesen bien. Si mis mascotas están chidas, de mí que sea lo que sea... Como ya no te he visto, no sé si te enseñaron la grabación. O sea, todo lo que dije, pues sí es neta, para qué te miento, para qué te echo choro. Sí, yo maté a papá... yo lo maté...

—...a la hermana de tu novio, o sea, sí me la estoy pasando gacho, pero es lo que es. Soy un asesino, tampoco es para que me la esté pasando chido. O sea, si te llegas a enterar que me pasó, tú tranquila, tú ni me entierres, ya que sea de mí lo que sea, ¿va?

—No, hijo...

—No, tú chida... Y aparte, yo no quería, ya ves que me contaste que los fueron a levantar para buscarme y todo, ya no quería que tuvieran broncas por mí, y menos tú, ¿no? Entonces, era eso. Nomás quería saber si ya están bien, si ya no los acosan.

—No, ya no, tengo el apoyo de la procu, tengo el apoyo de la fiscalía, ahorita ya nada más platiqué con la de los perros y ya nada más voy a ir a verlos...

—¿Quién es la de los perros?

—Pues ahorita voy ir a buscarla

—¿Mis perros quién los tiene?

—Ahorita me dijeron que tienen al Bronda hasta allá, no me acuerdo en qué colegio, donde cuidan perros

—¿Te marcó la abogada que me tocó?

—No, mañana voy a ir a conocerla... para presentarme y para ver qué vamos a platicar, para ver cómo van a tramitar las visitas...

—Uy, no, no quiero que me veas así, no manches

—Pero no estás golpeado, ¿nada?

—¿Golpeado? ¡No! Y si me golpean no te preocupes, no pasa nada. Si te llegan a decir que se suicidó en la celda, no pasa nada. Si te llegan a decir que lo descuartizaron, no pasa nada

—No me digas eso...

—Mira, es lo que puede pasar aquí y lo acepto

—¿Estás en una celda, estás con todos o estás solo?

—Ahorita por el proceso, estoy solo. Pero es tarde que temprano que me van a mandar a donde están todos, y ahí sí voy a saber lo que es bueno. Pero no importa. Tú no te preocupes, tú sigue con tu vida. Tampoco te voy a decir que me arrepiento. No. Nadie me va quitar lo que hice, ni a golpes

—Échale ganas

—No, tú relax, jefa. (Risas) Ya aliviánate... Oye, tenía una duda, ¿no me podrías traer cosas de higiene personal?

—Sí, como qué te llevo, a ver dime

—Papel de baño, jabón, champú, cepillo de dientes, ¡gel! que en las audiencias me veo de la porquería, cremas, ese tipo de cosas

—Ropa. ¿Qué te llevo de ropa?

—Pants azul, chamarra azul que no tenga cuerda, y no sé si me puedas comprar unos tenis que no tengan agujetas... unos calzones, un par de todo, es lo que necesito, mi existencia no necesita más. Pero en serio no quiero que vengas a verme seguido... mira, me la van dejar caer bonito, ahorita nada más me están sentenciando por lo de Jessica, pero ya me están investigando las cinco anteriores, entonces (se ríe)

—Tú tranquilo, tú tranquilo

—No, yo estoy relax. Ya te dije que yo acepto lo que sea, Pues bueno, fue mi única llamada que tenía, ya la quemé, qué bueno que estás bien. Ya me tengo que ir. Te cuidas...

—Te quiero mucho...

—Chale, me haces sentir mal, todavía me dices que me quieres...

—Yo siempre te he querido, hijo, y te voy a querer siempre y lo he dicho, a mí no me importa lo que haya pasado, yo siempre te voy a querer, eres mi hijo y te voy a querer siempre, siempre, escúchalo

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