La Fiscalía General de la República (FGR) designó al comandante Kayosci Guerrero Ortega como el nuevo titular de la Policía Federal Ministerial (PFM) este domingo, a través de un proceso inédito hasta ahora, que involucró un intenso proceso de pruebas.
Guerrero Ortega, licenciado en derecho, tiene una experiencia de 18 años dentro de la institución, además de contar con una maestría en Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Esta es la primera vez que se convocó a los propios elementos de la PFM para elegir a su titular, lo cual se realizó en cinco etapas. Primero, se efectuó un examen para evaluar los conocimientos básicos de los aspirantes. Después, una evaluación de sus habilidades directivas, a través de pruebas y entrevistas para evaluar su capacidad de liderar al equipo.
Además, se realizaron exámenes de oposición ante un grupo selecto de evaluadores que incluyeron a “un juez, un ministerio público y un policía investigador”, con el objetivo de comprobar, a partir de un caso práctico, sus competencias y conocimientos en materia de diversos temas, incluidos perfiles criminales, análisis de información criminal y conocimientos técnicos y tácticos policiales.
Por último, también, se realizaron diversas verificaciones de antecedentes y evaluaciones de control de confianza. Tras las cinco etapas, Guerrero Ortega fue el elegido, aunque no se dieron detalles sobre cuántos aspirantes participaron en el proceso.
En los diferentes pasos para confirmar a Guerrero Ortega estuvieron involucradas, entre otras, las siguientes instituciones: el Centro de control de confianza de la FGR, el Instituto nacional de ciencias penales, la Dirección de servicio de carrera y la Coordinación de métodos de investigación.
Además de Guerrero Ortega, y con el mismo proceso de selección, fue seleccionado el equipo que lo acompañará: Dilia Molina Cerda, Crescencio Núñez Márquez, Daniel Espinoza, Alfredo Ortiz Domínguez y Nelson Zamudio Diez; todos ellos con una experiencia de al menos 17 años, y en algunos casos de hasta 21 años dentro de la misma institución.
Vale recordar que la PFM está a cargo de la policía federal de investigación de la FGR, a la que auxilia en sus investigaciones. La federal ministerial sustituyó a la extinta AFI (Agencia Federal de Investigaciones), que en su momento buscaba ser el equivalente mexicano del Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos.
La transición de AFI hacia PFM se completó en 2012, 11 años después de que el ex presidente Vicente Fox (2000-2006) creara la primera. En su momento, la AFI fue creada con la intención de armar una gran fuerza policial según “los estándares internacionales y con amplio reconocimiento a nivel mundial”, siguiendo los modelos del FBI y de la británica Scotland Yard.
Sin embargo, cuando llegó al poder en 2006, el ex presidente Felipe Calderón decidió, con el lanzamiento de una amplia ofensiva contra el narcotráfico, ahora conocida como “Guerra contra el narco”, la fusión entre la AFI y la Policía Federal Preventiva para crear una única Policía Federal bajo la autoridad del Ministerio de Seguridad Pública.
Desde entonces, la AFI comenzó a reducir progresivamente sus tareas y su número de efectivos, y una ley previó su desaparición a partir de 2009. La AFI había sido creada por Genaro García Luna, ex secretario de seguridad pública bajo el gobierno de Calderón (2006-2012) y que hoy se encuentra detenido en Nueva York acusado de nexos con el narcotráfico.
Por su parte, la Policía Federal desapareció a finales de 2018, luego de 90 años de existencia, en medio de deudas y acusaciones de corrupción, tortura y abuso de poder. Su desaparición está relacionada con la creación de la Guardia Nacional bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
Alfonso Durazo, el actual secretario de seguridad pública, aseguró que de los 36.000 elementos, únicamente 15.000 realizaban tareas operativas. Al anunciarse la extinción de esta corporación a fin de trasladar sus elementos a la Guardia Nacional, un grupo de policías inconformes iniciaron un movimiento de resistencia. Cerca de 12.000 elementos negociaron su paso a la nueva corporación o a alguna de las 10 opciones en dependencias gubernamentales que les fueron ofrecidas.
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