La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) consideró que para este 2020, la economía mexicana tendrá una recuperación modesta, pero persistirá un entorno de marcada incertidumbre, por lo que el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja.
De acuerdo con la minuta de la última reunión de los miembros con motivo de la decisión de política económica monetaria anunciada el pasado 19 de diciembre, podría haber una recuperación en la economía ya que se aprobará el T-MEC, la administración pública se encuentra más preparada para funcionar, y hay una baja probabilidad de que se repitan eventos negativos que ocurrieron en 2019.
Incluso consideraron que se prevé una recuperación moderada del consumo privado impulsada por la confianza del consumidor, los ingresos por remesas y el salario. Si bien la información disponible del cuarto trimestre de 2019 es limitada, “se estima que persista la debilidad que ha venido registrando por varios trimestres la actividad económica de México”, se señala en la minuta.
En la última reunión de la Junta, la mayoría se pronunció por disminuir en 25 puntos base la tasa de interés por cuarta ocasión y dejarla en 7.25%. Sin embargo, el subgobernador Gerardo Esquivel Hernández, votó en favor de reducir dicha tasa a 7.0%, es decir en 50 puntos base.
“Reducir la tasa de interés en sólo 25 puntos base es insuficiente para reconocer los avances que se han logrado en materia de reducción de la inflación y de mitigación de riesgos en los últimos meses. Considero que la coyuntura en la que se tomó esta decisión era quizá una de las últimas oportunidades favorables de este ciclo para poder realizar un ajuste más decidido en la política monetaria”, dijo Esquivel según la minuta.
De acuerdo con el documento, los integrantes de la Junta de Gobierno señalaron que la actividad económica se complica no sólo por la limitada información disponible, sino también como consecuencia de los efectos de factores temporales que han afectado al sector automotriz en México.
La caída en la producción automotriz obedece al cambio de líneas de producción en diversas armadoras y las afectaciones causadas por las huelgas en ese sector en Estados Unidos, lo que condujo a disminuir las exportaciones a ese país.
Según la minuta, otro integrante de la Junta refirió que el estancamiento de la economía es resultado de varios factores como el entorno externo, pues la producción manufacturera de Estados Unidos se contrajo durante el último año. También es porque cada inicio de sexenio se registra una desaceleración asociada a un lento ejercicio del gasto y a una política monetaria restrictiva, la cual ha afectado al consumo e inversión.
La inversión pública aún refleja la falta de recursos y la privada ha resentido por varios años la incertidumbre en torno a la relación comercial en Norteamérica y a otros factores internos, de acuerdo con la minuta.
Datos oficiales muestran que la inversión alcanzó 20.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al tercer trimestre de 2019 y, de ese total, 18% corresponde a empresarios y sólo 2.9% ha sido lo destinado por el sector público.
A esto se suma la pérdida de dinamismo en la producción manufacturera, la minería y la construcción durante meses pasados, además, se ha observado una continua desaceleración del sector servicios.
“El estancamiento de la actividad económica ha implicado la ampliación del terreno negativo de las condiciones de holgura de la economía respecto de lo observado en el trimestre previo”, señala la minuta. La actividad económica mexicana permaneció estancada en el tercer trimestre, llevando al Banco de México a reducir sus expectativas de expansión del PIB para 2020 a un rango de entre 0.8 y 1.8%, desde un 1.5 a 2.5% previo.
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